Yuly Carreño

Fotos: Cortesía Cacao N8

De pequeña, a Carla Patricia Manrique le daban de beber té de cascarilla de cacao para calmar la tos. Esa sensación de bienestar que en ese entonces le producía el elixir fue la misma que tuvo de manera instantánea, hace poco más de un año, en medio del proyecto que hoy ocupa sus días y del que habla con un entusiasmo que contagia.

Junto a su mamá, una prima y el esposo de esta; lleva adelante Cacao N8, una marca de chocolates artesanales hechos con cacao venezolano, enfocados en la frase de su slogan: “lo natural es saludable”.

Una barra muy natural y saludable

Tras varios cursos en institutos privados en los que aprendió, entre otras cosas, a elaborar bombones; luego se capacitó de manera formal en diversas áreas con el Fondo Social Miranda. Allí, adquirió valiosos conocimientos que ha sabido utilizar desde que decidió emprender en el atrayente mercado nacional del chocolate.

Siempre natural

Siguiendo la tendencia bean to bar, Cacao N8 ya tiene su primera “cosecha”. Una tableta Chocolate 70% elaborada de manera artesanal bajo la tradición ancestral de Barlovento, donde el cacao es ese fruto milenario y mágico que alegra paladares de propios y foráneos. Esta barra, dice con orgullo, ha tenido muy buena aceptación entre quienes forman parte del sector. Una de ellas, la ganadora de la edición 2016 del Basque Culinary World Prize y reconocida embajadora del cacao venezolano, María Fernanda Di Giacobbe.

“El éxito de esta tableta es el resultado de la mística y de cuidar cada detalle de los diferentes procesos necesarios para la producción: fermentación, secado, tostado, descascarillado, molienda, todos realizados de manera artesanal para garantizar una alta calidad, estamos presentes en cada uno de los procesos desde la semilla a la tableta”, destaca.

Las tabletas son el resultado de un cuidadoso proceso que cuida cada detalle

Para su producción utilizan un cacao trinitario (con tendencia a criollo) proveniente del estado Miranda, específicamente de un caserío llamado “Quebrada Seca”, al que califica de “excelente calidad”.

Esta variedad, considerada dentro del llamado “cacao criollo moderno”, tiene una extraordinaria mezcla de suaves notas frutales. “La semilla es bastante dulce y absorbe el sabor de otras frutas, es una mezcla bien interesante”, expresa.

Gracias a la alianza que han logrado con quienes le proveen este cacao, el manejo postcosecha del grano ha sido bien llevado, lo que en general optimiza el proceso de fabricación de su chocolate.

Quienes están detrás de Cacao N8 confian en el gran potencial de nuestra semilla

Siempre apuntando a lo saludable, quienes integran la familia de Cacao N8 también han elaborado una barra de jengibre y sal marina; y ya tienen en mente otras opciones como ají dulce, chía y linaza y nibs de cacao. Estas barras estarán dirigidas a deportistas, atletas de alto rendimiento y todas aquellas personas que buscan incrementar sus niveles de energía.

Tras fabricar tabletas, una de las grandes metas de la marca es llegar al “tree to bar”, trabajo que poco a poco han desarrollado mediante la recuperación de unos terrenos propiedad de la familia (también ubicados en el estado Miranda), donde en un futuro pretenden cultivar sus propias plantas de cacao.

Un compromiso con el país

Aunque reconoce la difícil realidad nacional para aquellos que hoy en día deciden emprender, Carla Manrique es optimisma y tiene plena confianza en el potencial del cacao venezolano. “Sabemos que hay mucho por hacer, pero sentimos que estamos en el camino correcto, nos estamos formando muy bien porque estamos siendo protagonistas en esta nueva etapa que se ha venido gestando para el sector nacional del cacao.

Deportistas y atletas de alto rendimiento tienen una excelente opción en los chocolates de Cacao N8

“El cacao es amor, pasión, es ganas de salir adelante, es…Venezuela”, dice destacando que a través del trabajo que vienen realizando “sienten un compromiso muy grande con el país, porque creen que a través del cacao pueden conducirlo al lugar donde realmente debe estar”.

Cacao N8 es pasión, energía e inspiración. Emprendedores que han encontrado en el fruto tropical una forma de demostrar que en Venezuela prevalece el talento, la constancia y el amor por un país que, a pesar de sus grandes dificultades, aún es conocido como ese que posee “el mejor cacao del mundo”.