Por Juan Pablo Crespo

Fotos: Liliana Elías

“¿Y por qué el cacao se llama así?”. “¿Por qué el chocolate proviene del cacao?”. “¿Cuánto tarda un árbol del cacao en dar sus frutos?”. Estas y otras muchas otras preguntas no menos interesantes las realizaron escolares del Colegio Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en una visita a Chococao, en el Sur del Lago de Maracaibo, donde aprendieron de todo sobre el maravilloso mundo del cacao.

La visita la protagonizaron 39 niños en el marco del proyecto denominado Conociendo el cacao, una iniciativa que busca dar a conocer, fortalecer y crear vínculos de empatía entre los pequeños y el cacao venezolano.

La escuela en cuestión está enclavada en el Sur del Lago, una subregión cacaotera que comparten los estados Zulia, Mérida, Táchira y Trujillo, al occidente de Venezuela. En esta fértil área geográfica destacan los cacaos criollos Porcelana y Guasare, admirados por la industria chocolatera global, así como algunos que se han mezclado con forastero.

Los niños muestran mucho interés por el tema cacao

“Con este tipo de actividades guiadas los niños conocen de primera mano nuestro cacao y, por ende, se enamoran de nuestra semilla. Recordemos que no podemos querer lo que no conocemos”, explica la maestra Mairilí Araujo.

Durante el recorrido por las instalaciones de Chococao a los escolares se les explicó el origen del cacao, los tipos que existen y el procedimiento al que es sometido para poder convertirse en chocolate… “¡Chocolate!”, sí, una especie de palabra mágica que ahora estos 39 niños asocian indivisiblemente con el cacao.

Para la maestra Araujo la formación de las nuevas generaciones en materia agrícola, en este caso específico en materia de cacao, es clave porque el campo venezolano necesita tanto quien lo trabaje como quien lo defienda. “Además de los conocimientos teóricos, buscamos crear ese sentido de pertenencia que debe existir entre los niños y un entorno como el que encontramos en el Sur del Lago”. Luego la educadora agrega orgullosa que “nunca se debe bajar la guardia cuando de sembrar la semilla del conocimiento se trata”.

Y sorprendente resultó ver cómo ciertos niños demostraron  sus conocimientos básicos en cacao y hasta compartieron explicaciones con sus compañeros de aula. ¿Cómo sí? Bueno, porque alguno de sus padres o abuelos tienen una finca cacaotera en la subregión y han crecido en ese entorno natural húmedo, selvático y verde.

El entusiasmo infantil impregna la sala donde reciben estas lecciones, en Chococao

¡Theobroma cacao!

A los niños les encantó aprender y repetir el nombre científico del cacao, así como su origen ancestral.

En Chococao (Zulia) los pequeñines también tuvieron la oportunidad de ver los cajones destinados para la fermentación y las gavetas para el secado del cacao, procesos clave en los que explotan los sabores y aromas del cacao.

Sea que se dediquen al campo o no, lo realmente importante de actividades como Conociendo el cacao del Colegio Nuestra Señora del Perpetuo Socorro es el desarrollo de esa empatía de la futura generación con el campo y su país: Venezuela… “¿Y por qué tenemos el mejor cacao del mundo?”, pregunta un pequeño en medio del salón.