Por Liliana Elías

Hay una tierra que nos lleva a un universo sorprendente, donde todo puede ocurrir, donde los exploradores se pierden entre tanta maravilla. Sus ríos son leyenda, su nombre delata imponencia, es más que un punto geográfico, es el inicio de todo, es un himno a la solemnidad, es verlo alzando la mirada, es encontrarse en él y caer de rodillas: Amazonas.

Amazonas es la princesa del tiempo, y es tanta su fertilidad que no le basta con ser referencia obligada de turistas, científicos, trotamundos y artistas; es además la tierra del cacao forastero, la que dio a luz esa semilla que tanta felicidad le regala al mundo, y aunque entre sus orillas nació el cacao, paradójicamente esta cualidad pase por debajo de la mesa para muchos.

Cacao muy bueno, cacao “idúwali”.

El cacao del amazonas sabe distinto, y es que, Venezuela sabe diferente por todos lados. Aunque sus orígenes lo categorizan como forastero, hibridación natural dada con el tiempo dio paso a que el cacao amazónico ahora forma parte de los mosaicos venezolanos, portadores de interesantes mezclas conocidas como deltanos o trinitarios. Es un cacao enigmático, entre dulce y cítrico, de aroma y color intenso y que potencia todas sus bondades luego del debido proceso de fermentación y secado.

Hoy, y en honor a esa majestuosidad imposible de obviar, Vivaelcacao exalta su cacao y a su gente, representada en unos emprendedores que han dado a su empresa el nombre de Idúwali, que en lengua baré significa “gracias”, o “muy bueno”.

Comenzaron a trabajar el cacao apenas hace dos años y ya llevan un camino sustancioso que ben vale la pena transitar probando sus productos. A Idúwali la conforma un linaje de cuatro damas que demuestran una vez más que el cacao venezolano tiene mano de mujer.

Kenia Isabel Martínez es la representante de este oficio en su tierra, viene de Puerto Ayacucho y se vale del exquisito cacao de Manapiare. Prepara unos bombones espectaculares con su cacao ancestral, y elabora ganaches de manaca (o azaí), y del famoso copuazú, uno de los hermanos del cacao (al ser también un tipo de Teobroma)

“Queremos dar a conocer todo lo que tenemos en Amazonas, contamos con super alimentos que tienen muchísimo que ofrecer” dice Kenia orgullosa de su herencia.

Pero además de los bombones, las tabletas de Kenia son otro manjar, ellos se valen también del mañoco para hacer unas barras nutritivas llamadas Naame (que significa “hola” en baré), y otra con almidón de yuca, un crocante sustituto del arroz o maní cultivado por ellos.

El picante ahumado en polvo también invade sabores en sus tabletas, se llama Murupí y es autóctono del Amazonas. Y es que estos emprendedores lo están dando todo por desarrollar al máximo su línea de productos.

La sirena del temperado

Trabajar el cacao les ha dado otro norte, nuevos aires y esperanza. “La energía del cacao te lleva a otra parte, de pronto eres dueño de una felicidad misteriosa. El chocolate me transporta. Imagínate que cuando estoy temperando, así como las sirenas le cantan al cacao en los sembradíos de Chuao, yo le canto al chocolate mientras lo tempero para que me quede bien, jajajaaj…

Chocolate y gerencia de la mano

“Uno crece muy rápido con el chocolate, es una empresa que te permite ir hacia delante” asegura Kenia. Y como no todo es misticismo, hay que verle al oficio el lado empresarial, es por eso que sin pensarlo dos veces, se inscribieron en lo que llamaron su gran “oportunidad de aprendizaje”

“Fuimos parte del programa Avanza, una de las más de 300 empresas venezolanas que competía por el premio, un acompañamiento a través de un asesor que nos enseñaría a hacer cálculos y llevar los números. Tuvimos la suerte de quedar seleccionados y eso nos ayudó mucho. Supimos entonces cómo establecer nuestros montos de inversión y ganancias. Aprendimos a llevar el negocio y eso fue muy gratificante” cuenta Kenia.

Hoy son capaces de predecir incluso cuántos chocolates pueden hacer en una semana, o en un mes.

Resulta más que grato ver cómo en el Amazonas le dan al cacao el lugar que merece. Ellos se fijaron como meta convertir su cacao y chocolate en productos con calidad de exportación y según asegura Kenia, cuando un miembro de la tribu Baré se propone algo, lo consigue!

Para contactar a Kenia puede llamarla al 0416-4344204 o por Instagram Iduwalichocolates. El correo es iduwalichocolates@gmail.com