Yesibeth Rincón / yesirincon@gmail.com
Fotos cortesía: Miguel Corbie
Para tener un crecimiento controlado de las plantas de cacao, los productores optan primero por un invernadero y luego de un tiempo las trasladan a su sitio final, donde finalmente crecerán, se harán adultas y germinarán.
Los invernaderos o viveros son sitios donde se garantizan las condiciones de suelo y clima para el desarrollo apropiado de las plantas, en ellos se da la germinación de las semillas, se controla con mayor facilidad las enfermedades y plagas, y se facilita la realización del injerto y manejo de plantas injertas.
“En invernadero se podrían cultivar variedades interesantes de cacao bajo condiciones ambientales controladas, de esta forma se podría obtener un cacao con características de calidad especiales y estables a través del tiempo”.
Miguel Corbie, presidente de la Asociación Cooperativa Agropecuaria Els Nets R.L, ubicada en la población El Cenizo, municipio Miranda de Trujillo, explicó que los invernaderos son infraestructuras que se instalan para tener control de las variables ambientales: humedad, temperatura, iluminación y vientos.
“Es muy común hablar de invernaderos, pero la realidad es que son viveros, porque los invernaderos son infraestructuras de más alta tecnología donde existen controles estrictos sobre la humedad y la temperatura”, detalló.
Los hay desde artesanales, que pueden ser con techos de palma, sin ningún tipo de paredes, hasta viveros con control de iluminación, contra vientos laterales y con techos plásticos con control de iluminación y filtros de rayos ultravioletas.
Ventajas y desventajas
Corbie señaló que en un vivero se controla desde el sustrato hasta el riego y dosificación de nutrientes a lo largo del requerimiento del cultivo, desde la semilla hasta la planta.
“En la Asociación Cooperativa Agropecuaria Els Nest R.L. desde el año 2015 le hemos aportado al Plan Cacao Nestlé en la zona Sur del Lago más de 300.000 plantas, desarrolladas bajo el concepto 100% orgánicas con el humus desarrollado dentro de nuestras instalaciones, con el cual se garantiza una planta sana y con todas las condiciones de desarrollarse óptimamente en el campo del productor”, agregó Corbie.
La ventaja para los productores es que pueden seleccionar las variedades a sembrar, clasificar y preparar las semillas, la siembra se hace en el sustrato adecuado, con riegos y aporte de nutrientes controlados, condiciones de iluminación y vientos favorables para el desarrollo de la planta, y allí tienen la supervisión necesaria y se pueden detectar y control plagas y enfermedades.
Wilbert Phillips-Mora, jefe del programa de mejoramiento genético del cacao y curador de la Colección Internacional de Germoplasma, por su parte, expuso que la principal ventaja es la posibilidad de regular el crecimiento y fenología de la planta y el producto final que se obtiene.
“Las mayores desventajas son que es muy caro, la cantidad de plantas es muy limitada y no hay interacción con otros organismos benéficos como los polinizadores”.
¿Por qué plantar en viveros?
El investigador Phillips-Mora recomienda plantar cacao en invernadero cuando el clima es desfavorable al cultivo, sobre todo durante la época fría.
“Esto lo observé en la Isla de Jeju, Corea del Sur, donde algunas especies tropicales como papaya, café, y en menor grado cacao, se siembran comercialmente en invernadero ya que no sobrevivirían durante el invierno”.
Además es útil cuando se desean mantener plantas en cuarentena o investigación por largos periodos de tiempo. Ejemplos: Penn State University, CIRAD de Francia o la Estación de Cuarentena Intermedia de Cacao de la Universidad de Reading, en Inglaterra. Para fines demostrativos como en Kew Gardens en Inglaterra, Jardín Botánico de Sanya, Isla de Hainán, China y otros jardines botánicos.
“Se me ocurre pensar que en invernadero se podrían cultivar variedades interesantes de cacao bajo condiciones ambientales controladas, de esta forma se podría obtener un cacao con características de calidad especiales y estables a través del tiempo”, dijo Phillips-Mora.
Normalmente dos semanas después de que la planta bote el cotiledón, que son las primeras hojas que se encuentran en el germen de la semilla, se decide que está en condiciones de ser trasladada a su destino final en la parcela del productor.
Si se desea cuidar el crecimiento de la planta desde que ésta germina, lo mejor es hacerlo en un vivero donde pueda ser tratada con los requerimientos necesarios.
