El 2016 fue un año revelador, importante para el sector  del cacao y chocolate nacional: una venezolana ganó el Basque Culinary World Price, considerado el “Premio Nóbel de Gastronomía”, nos referimos a María Fernanda Di Giacobbe; una vez más, la tableta Icoa de Chocolates El Rey triunfa como la mejor barra de chocolate blanco del mundo; nuevos productores se lanzan a la aventura de sembrar cacao y, con humildad y satisfacción, logramos lanzar la primera plataforma comunicacional dedicada a promover el cacao y chocolate venezolano.

Ante tantos motivos para mirarnos desde adentro, Vivaelcacao.com reunió en esta oportunidad extractos de las entrevistas más leídas desde nuestro lanzamiento, en noviembre pasado.

A continuación los personajes más emblemáticos, las preguntas más interesantes y las respuestas más elocuentes. Las conclusiones de cada una corren por cuenta de nuestros queridos lectores.

María Fernanda Di Giacobbe, chocolatera venezolana

María Fernanda Di Giacobbe, Chocolatier de Cacao de Origen y Kakao Bombones

Enfoque: El cacao como factor educativo y de progreso para Venezuela:

Por Liliana Elías

– Al hablar de cacao nos vamos directamente al chocolate. ¿Crees posible separar ambos mundos y describir cada uno con su propio ritmo y belleza? ¿Como los describirías?

– El cacao es nuestra historia, nuestra identidad, nuestro ADN. El chocolate es la proyección del futuro, es la Venezuela nueva y que estamos construyendo. En este caso son indivisibles, para hacer magníficos chocolates es fundamental saber del cacao, sembrarlo y tener buenos procesos. Por ello el movimiento de chocolate que hay en Venezuela restaura nuestra identidad y nuestras plantaciones, nos conecta como país y entre comunidades, somos individuos, como familia, como habitantes de un mismo territorio. Territorio de los cacao criollos, únicos en el planeta.

– Vemos con satisfacción cómo el cacao está despertando en la conciencia del venezolano, está tomando un auge interesante y sabroso. Si tuvieras que hacer un antes y un después en la historia del cacao en Venezuela, ¿cómo lo harías?

– Tenemos varios momentos “antes y después”. Toda nuestra historia está narrada por el cacao. Ser origen de los cacaos criollos, nobles, finos; ser primeros exportadores, cambiar el paisaje por la proliferación de plantaciones de cacao que a su vez generaron la traída de esclavos de África, y nuestra Independencia que toma aliento en la necesidad de libertad y libre comercio de la semilla. Entonces hay muchos acontecimientos importantes. Hoy hay un momento propicio desde que nos hemos unido chocolateros y productores, que se hacen eventos como el ChoccoVenezuela auspiciado por la Cámara Italiana, desde que hay miles de mujeres emprendedoras del chocolate y que los productores pueden hacer chocolate de calidad con los principios del Bean to bar.

– A nivel de educación, pertenencia y economía, ¿qué puede llegar a representar el cacao para los venezolanos?

–          Una plataforma social, económica y cultural para la proyección del futuro. El cacao es hoy la posibilidad de país en que nos podemos convertir

– Cuáles son los paradigmas más arraigados y que más nos impiden avanzar como productores serios de cacao ante el mundo?

– Que nuestro cacao es tan bueno que no necesita fermentarse. Esto es horribleQue es el mejor cacao del mundo. Si genéticamente lo es, pero necesita más y mejor trabajo de post cosecha, conocimiento, estructuras y tecnología de punta. Que es el cacao más apreciado de todos. También es cierto, pero si no llega a tiempo y en buenas condiciones, como está pasando, ya no será el primero en la lista.

–  Tres satisfacciones personales que te haya dado el cacao.

– La idea de crear el bombón venezolano, ese que contiene nuestros ingredientes, sabores, aromas y texturas, que como solemos decir, danza con los diablos de Chuao y se viste con los colores de los tapices zulianos. El ver mujeres convertidas en chocolateras graduadas y certificadas, poseedoras de conocimiento y de un oficio que las hace profesionales. Finalmente, saber que podemos cambiar el país.

Andreina Portillo, ingeniero agrónomo en Sur del Lago

Andreina Portillo, ingeniero agrónomo y coordinadora del Plan Cacao en Sur del Lago.

Enfoque: Consciencia de los productores en torno a su cacao

Por Juan Pablo Crespo / Foto: Liliana Elías

-Pregonas constantemente que sin cacaocultores no hay chocolate, ¿por qué?

-Porque los cacaocultores son quienes producen la materia prima del chocolate y si nosotros no promovemos la producción de cacao a través del manejo integrado del cultivo, de manera que aumente los rendimientos por hectárea, y por ende mejore la calidad de vida de nuestros productores será imposible que se cumplan las metas. Esto se traduce en que nuestro principal aliado debe ser el productor y, por ende, el fortalecimiento del campo es un norte a seguir.

-Entonces como país deberíamos ahora más que nunca volver la atención hacia el campo…

-Así es. Fíjate que desde la época de la colonia nunca hemos producido más de 25 mil toneladas de cacao porque no hemos fortalecido el campo. No es suficiente creer o saber que tenemos el mejor cacao del mundo, es necesario llevarlo a la práctica y demostrarlo integralmente. En este sentido considero importante el establecimiento de planes y proyectos que caminen conjuntamente con el Estado, la empresa privada, las universidades e institutos especializados para que reimpulsemos la producción de este rubro, sobre todo la productividad y rentabilidad. Recordemos que el rendimiento nacional es muy bajo.

-Hablas de rescatar los cacaos criollos, ¿están en peligro?

–Sí porque desde hace mucho tiempo se han introducido materiales con características distintas al criollo. Esos cacaos son más rústicos, aunque más resistentes a plagas o enfermedades, por tal motivo estos se han cruzados con los cacaos criollos. Aquí el cultivo de esta semilla se maneja como un conuco, por decirlo de alguna manera, así que los que resisten a la desatención son los cacaos híbridos o forasteros. Tenemos una deuda pendiente con el

-¿Cuál es el primer consejo que le regalas a un productor cuando se te presenta la oportunidad?

-El primer consejo que ofrezco es que deje de ver su unidad de producción como un conuco y lo empiece a ver como una empresa. En este sentido, es necesario impulsar un cambio de actitud. Los productores deben tener un control administrativo de la finca en todos los aspectos de manera que su actividad sea rentable y sostenible. Con este perfil de productor la generación de relevo se sentirá más motivada para seguir con la actividad.

Jorge Redmond, presidente de Chocolates El Rey

Jorge Redmond, presidente de Chocolates El Rey.

Enfoque: Aspectos políticos y sociales que impiden una producción y exportación óptima de cacao

Por Liliana Elías

– Aunque el cacao venezolano goce de fama mundial por su excelente sabor y aroma, la industria no es precisamente la esperada. ¿Por qué estamos como estamos?

–Creo que Venezuela es un país con enormes potencialidades, pero lamentablemente factores como el político y un nivel muy bajo de educación en algunos sectores han influido en la crisis. En Venezuela hay además, lo que Moises Nahím llama una “cultura de condominio” que nos hace estar pendientes de lo que ocurre de la puerta para adentro, sin darnos cuenta que también es fundamental atender al otro, estar pendiente de todo el entorno, y mientras eso no cambie pues es difícil divisar otro panorama.

– ¿Sumaría a esto falta de unión en el sector privado?

– Hay algunos individuos, sobre todo en el área de exportación, que trabajan por sí mismos y que no aportan nada a la industria, pero en la gran mayoría, sobre todo en el nicho y en los productores hay consenso, yo diría que los 80% de los productores están de acuerdo con lo que estamos haciendo.

¿Hay dificultades? Sí, pero también ha habido mucha unión. Lo que mueve a este país es el sector privado. Hay empresas pequeñas tienen ciertas flaquezas porque no conforman alianzas, son personas que hacen su propio esfuerzo casi en solitario, y hay que aplaudirlas por su intención de salir adelante, pero tienen que meterse mas en su comunidad, tienen que ir al sembradío, hablar con el productor, estar con los ingenieros agrónomos. El caso, por ejemplo, de nuestro ingeniero, Francisco Betancourt, es emblemático, él ayuda a los productores, a él lo quieren, lo respetan, tiene alta credibilidad ante ellos y ante la empresa, porque él está donde se le necesita, con la gente que lo necesita, así se hace la diferencia.

– Aunque el cacao venezolano goce de fama mundial por su excelente sabor y aroma, la industria no es precisamente la esperada. ¿Por qué estamos como estamos?

– Creo que Venezuela es un país con enormes potencialidades, pero lamentablemente factores como el político y un nivel muy bajo de educación en algunos sectores han influido en la crisis. En Venezuela hay además, lo que Moises Nahím llama una “cultura de condominio” que nos hace estar pendientes de lo que ocurre de la puerta para adentro, sin darnos cuenta que también es fundamental atender al otro, estar pendiente de todo el entorno, y mientras eso no cambie pues es difícil divisar otro panorama.

– Usted ha tenido la oportunidad de interactuar con productores ecuatorianos. ¿Qué fue lo que más le impresionó de allá?

– Lo que vi en Ecuador me dejó con la boca abierta. Vi una finca de 500 hectáreas que tiene todo lo que nosotros necesitamos tener y hacer aquí. Producen dos toneladas por hectárea mientras nosotros seguimos en 200 kilos por cada una. Manejan mucha tecnología y se esfuerzan para que la cadena alimentaria funcione como es. Queremos traer eso para acá. Pero eso cuesta, y hay que invertir. –

-¿Cuáles han sido las principales piedras de tranca en la producción de cacao venezolano?

– La corrupción y burocracia. Para transferir un cacao de un pueblito a otro debes tener un permiso del Gobierno y eso supone que hay que pagarle a alguien en la Guardia Nacional para tenerlo, eso entre otras mil cosas.

–¿Por qué el tema de exportación representa una espada de Amocles para los productores?

– Por la burocracia que este Gobierno ha impuesto. Hace 17 años, por ejemplo, para exportar un container hacía falta cuatro pasos. Ahora son 90 pasos y 19 ministerios. El Gobierno supone controlar, pero eso no es verdad, tienen una fuerte desconfianza hacia el sector privado, cuando lo que mueve la economía de un país es el sector privado, los empresarios.

Si alguien te solicita un pedido de Japón puedes tardar cuatro meses solo en llenar papeleo. ¿Qué sentido tiene -en términos de competitividad- esto para el país? ¡Nada! El cacao padece los embates del tiempo que pasa a la espera de su exportación.

– Cuando se habla del caso Venezuela el panorama no es muy alentador. Pero usted cree en el cambio.

– Yo creo que sí se puede pienso que Venezuela puede dar la talla, tenemos todo para eso. Chocolates El Rey ha demostrado con creces que cuando se quiere se puede, lo demás implica trabajo, el que venga con excusas escasamente logrará algo. Contra todo pronostico, El Rey enfrentó una situación difícil, le dio una vuelta y empezó a producir no solo para el mercado nacional sino que se dio a la tarea de exportar productos semi elaborados y elaborados y de competir a nivel mundial. Eso significa convertir al sector agroalimentario en trabajo. Icoa ganó un premio para todas las Americas, la tableta San Joaquin ganó medalla de bronce en los Premios Internacionales del chocolates en Nueva York, lo mismo en el concurso mundial en Londres donde también ganó. Todo eso parte desde Venezuela, entonces eso demuestra que la excelencia sí es posible.

Elvis Portillo, decano de la facultad de Agronomía en la Universidad del Zulia

Elvis Portillo, decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia.

Enfoque: Detalles e importancia de la Ruta del Cacao, también conocida como Ruta del Chocolate

Por Juan Pablo Crespo / Foto: Cortesía Elvis Portillo

-La Ruta del Cacao fue muy exitosa, ¿por qué?

-Porque organizó a los productores en pequeñas cooperativas o asociaciones para que de esta manera definieran sus necesidades, proyectos y líneas de investigación conjuntamente con la Universidad del Zulia.

-¿Y qué más se logró con esta iniciativa?

-Se le dio además valor agregado al cacao a partir de la creación de pequeñas cooperativas en las que las mujeres y sus hijos participaran en la elaboración de algunos subproductos utilizando el cacao. Con el aporte de Shell pasamos de tres municipios productores a 10. Luego se fueron sumando otras empresas como la petrolera estatal Pdvsa. De esta manera logramos capacitar a más de 200 productores e incrementar la producción de cacao y su superficie de siembra. Todo esto se tradujo en un impacto socioeconómico positivo desde 2007 hasta 2012. Se desplegó también un sistema de información para determinar las características y ubicación geográfica de cada uno de los productores. Adicionalmente, instalamos tres viveros de cacao en los municipios Sucre, Colón y Rosario de Perijá.

-¿Y qué pasó después con la Ruta del Chocolate?

-En el 2012 hubo cambio en la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y Tecnología. Los proyectos fueron mermando y centralizándose, al igual que los recursos, por lo que las empresas dejaron de realizar los aportes como consecuencia de esa centralización. Con aquella nueva realidad, los viveros fueron prácticamente desmantelados.

-¿Y por qué considera importante la reactivación de la Ruta del Chocolate como un proyecto de largo plazo?

–Porque marcaría un norte a seguir para todos los sectores involucrados con la semilla. Esto implicaría organizar, como ya dije, a los productores en cooperativas o asociaciones, transferir tecnología, capacitación, desarrollar valores agregados y llegar, por qué no, a los nichos ecológicos o a la denominación de origen. Todo esto tiene que desembocar en un esfuerzo conjunto parecido al que hacen en países como Ecuador, Colombia o Perú, donde están sacando unos 2.000 o 3.000 kilogramos de cacao por hectárea, mientras aquí seguimos hablando de 300 a 400 kilos por hectárea.

Paco Torreblanca, chef pastelero español

Paco Torreblanca, maestro pastelero español

Enfoque: Su pasión por el cacao, en especial por el venezolano

Por Juan Pablo Crespo. Foto: Cortesía Pablo Torreblanca

– Más de 10 años estuvo estudiando en París, ¿qué le dejó la Ciudad de la Luz?

– Durante los 14 años de mi estancia en París aprendí todas las bases de la pastelería y disciplina, así como rigor por el trabajo bien hecho. Jean Millet me lo dio todo, hoy por hoy soy el profesional que soy gracias a él y a esta ciudad.

– ¿Es el chocolate el rey de la pastelería? ¿Por qué?

– Sin dudarlo el chocolate es el rey de la pastelería, nos permite desde crear piezas artísticas magníficas a postres, tartas, pasteles, helados… Con tantos matices y sabores diferentes, es algo único.

– ¿Cuál es la tendencia actual del chocolate en el mundo?, ¿hay diferencias por regiones?

– Cada día tenemos mejores chocolates y diferentes variedades más refinadas, cacao de muchas partes del mundo que nos permiten tener unos chocolates únicos y excepcionales.

– ¿Es de los que considera que el chocolate es un arma o herramienta de seducción?

– No cabe duda que es una herramienta de seducción. Con el chocolate podemos conseguir que la gente se apasione.

– He leído que encuentra parte de su inspiración en la naturaleza, en este sentido, ¿ha encontrado inspiración en los colores, paisajes, ritmos o sabores de América Latina?

– Sí, por muchos de mis viajes por América Latina, siempre me ha enriquecido, de muchas maneras, por ejemplo, como traerme hojas de sus bosques para reproducirlas en chocolate. Mis visitas al Amazonas han sido una de mis fuentes de inspiración más importantes.

– Tenemos entendido que usted conoce acerca de los cacaos venezolanos, considerados de los mejores del mundo. Cuéntenos, ¿qué opinión tiene de esta semilla que crece por esta parte del planeta?

– Soy un gran apasionado del cacao venezolano, de su aroma y su punto de acidez y matices únicos, que hacen que sea de los mejores del mundo sin lugar a dudas.

– Hablemos sobre el trabajo de pastelería que ha desarrollado con los cacaos venezolanos…

– Gran parte de mis trabajos, como chocolates y sobre todo en pastelería. Es el gran referente en muchas de mis elaboraciones, me aporta aromas y matices difíciles de conseguir con otros cacaos.

– ¿Cuáles sensaciones despertó en usted el cacao venezolano?… Sabores, aromas, textura…

– Siempre el aroma y el perfume, dependiendo del tostado y el cosechado, me pareció algo único.

Michele Buck, Vice presidente de Hersheys

Michelle Buck, Vice presidente de Chocolates Hersheys y directora de operaciones para el área de Suramérica:

Enfoque: Ejemplos exitosos de fábricas de chocolate en el mundo.

Por: Pedro García. Fotos: Cortesía Hersheys

– Desde sus inicios, Hershey’s ha sido una empresa que se ha destacado no solamente por presentar un producto que agrade al público consumidor, sino que además tiene un alto standard de calidad en sus chocolates. ¿A qué se debe el éxito de la empresa?

– Desde su fundación, en 1894 por Milton Hershey, nuestra principal labor ha sido el vender sabores y sensaciones. Para nosotros en Hershey’s una sonrisa es igual a un gesto de aprobación de parte de nuestros millones de consumidores satisfechos. Contamos con productos como la barra de chocolate de leche, que desde el inicio de las operaciones ha estado con nosotros y hoy por hoy sigue siendo uno de los más vendidos en el mundo. Hershey’s opera en un rango de 140 países a los que se les distribuye directamente nuestro producto y además contamos con una cadena suplidora de más de 40 naciones, que nos permiten procesar todo los componentes y derivados de nuestras fórmulas exitosas.

– Y el Cacao de Hershey’s ¿De dónde viene?

– Históricamente, países del oeste africano han sido nuestros grandes proveedores, aunque nuestro foco recientemente se ha movido hacia nuevas naciones como Malaysia y Ecuador. En el pasado teníamos distribuidores directos en muchos países, pero la inestabilidad política y la masiva carga de producción, ha hecho que tengamos que recurrir a bolsas de negocios y distribución, en donde los precios son algo más competitivos y la disponibilidad es inmediata.

– ¿Hershey’s compraría cacao de Venezuela?

– Por supuesto, de hecho durante mucho tiempo lo hicimos, sobre todo cuando Venezuela era considerado uno de los mayores productores a nivel mundial. Además para los productos de tipo Gourmet, el cacao de Venezuela es referencia obligada, no hay duda.

– El futuro de Hershey’s… ¿Hacia dónde va esta empresa?

– Por lo pronto a mantener los altísimos estándares de producción y calidad con los que contamos ahora. Hemos crecido de vender $ 2.2 Billones anuales en 1994 a $ 6 Billones en la actualidad y esperamos doblar esa cifra en los próximos 10 años. Por otro lado queremos seguir apoyando a nuestros aliados en el área de ayuda a la población y nuestros programas de desarrollo de los nuevos empleados, para mantener la media de empleo que nos mantiene como una de las empresas con mejor promedio de edad por empleado dentro de los Estados Unidos.