Por Liliana Elías

Fotos: Emerson Freitez

Al mejor estilo de turistas europeos llegando a tierras tropicales, los estudiantes de la segunda cohorte del Diplomado en Ciencia y Tecnología del Chocolate de la Universidad Central de Venezuela llegaron al Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, INIA -núcleo Miranda- para deleitarse entre naturaleza y cacao, con el objetivo de aprender de la mano de los expertos en cultivo y mantenimiento de fincas y buenas prácticas al momento de trabajar con nuestra semilla ancestral.

La expedición estuvo a cargo de las profesoras Elevina Pérez, responsable y creadora del Diplomado de la UCV, y de Nancy Silva, quien además es directora de Chocolates Kiri-Kire.

La aventura inició en Caracas rumbo al sector Tapipa del municipio Acevedo, donde se encuentra el Instituto, fueron recibidos por un personal amable y presto a impartir sus conocimientos de la manera más generosa y gentil.

Tras la bienvenida, 68 estudiantes fueron llevados a la húmeda plantación de cacao y repartidos en grupos. Luis Marrero, Yolimar Pereira y William Sosa iniciaron el recorrido mostrando a los jóvenes los viveros de cacao y cómo empieza el proceso de una plantación. Procesamiento de semilla, tipo de sustrato para la siembra y reproducción sexual (por semilla) y asexual (por injerto) conformaron la primera estación de la visita. Carmen Camejo estuvo a cargo de la segunda estación exponiendo sobre el reconocimiento y manejo de las enfermedades que atacan al cacao y sus sistemas de prevención.

En la tercera estación, dirigida por Jorge Rengifo y José Perozo, se habló sobre los insectos asociados al cultivo de cacao y las creativas técnicas implantadas para combatirlos, así como las estrategias para reducir las incidencias.

Finalmente, en la cuarta  estación estuvieron el área de beneficio del cacao, (calidad post cosecha) Neida Liconte y Maikol Ascanio. En esta parte se realiza la fermentación y el secado del grano.

Culminaron en el laboratorio de calidad y post cosecha donde se realizó el estudio del grano a través de procesos como prueba de corte y análisis sensorial. Toda una experiencia digna de repetir.

Gratificante y sustancioso

Según reseñaron estudiantes como Alix Motiva, productora de cacao de Sur del Lago, y Lisbeth Zandoval, experta en el área de exportación, la actividad destacó no solo por lo enriquecedor que resulta estar frente a una planta de cacao y su ecosistema, sino por la información suministrada por los trabajadores del INIA.

El contacto con la naturaleza y el descubrimiento que implicó salir del aula fue otra de las bondades del paseo, así lo indicó Grace Delgado, quien además reiteró lo interesante de los temas referentes a enfermedades y polinización de cacao.

Vale la pena destacar la labor incansable de estos profesionales de la investigación, no solo expertos sino enamorados del cacao y su buen manejo. Jóvenes como Carmen, reflejan esa Venezuela que queremos y que está ahí, sembrada entre bucares y  apamates.