Juan Pablo Crespo / @juanpamark

Un universo de contrastes, con sus altos y sus bajos, con sus potencialidades y sus debilidades, como Venezuela, así es el cacao que echa raíces en estas fértiles tierras… Porque el mejor país del mundo también tiene la mejor semilla que se conozca, pero hace falta mucho trabajo organizado y mancomunado  para empujar la carreta hacia un mejor y productivo destino.

Así puede resumirse la charla que este jueves 28 de diciembre sostuvieron Fernando Ayala y Liliana Elías, director comercial y editora de Vivaelcacao, respectivamente, quienes estuvieron en la Hacienda La Trinidad (Caracas) para compartir sus experiencias a propósito del primer año de este portal especializado en cacao y chocolate venezolano.  

En los verdes espacios de la hacienda, las protagonistas de Chocolates Pequeña Venecia, las hermanas Alicia y Carla Alvarado, también tuvieron la oportunidad de compartir sus pericias en este emprendimiento familiar que va desde la semilla hasta la barra.

Fernando Ayala cree que las bondades del cacao venezolano deben ser fortalecidas con la guía de una política nacional cacaotera integral

La cita efectuada exactamente en los espacios del Sendero 5 comenzó a las 4:00 pm (entrada libre) con la proyección de un video que mostró el trabajo de Vivaelcacao acerca de su recorrido de poco más de 365 días, una labor de referencia en Venezuela y de proyección internacional. Luego tomó la palabra Ayala, quien puso la lupa sobre lo que acontece a nivel del productor, la comercialización y la exportación con el cacao.

El cacao venezolano mueve cada vez a más personas a su alrededor. Un grano integrador

Desarticulación

“Entre todas estas partes de la cadena no existe un enlace o hilo conductor”, dijo Ayala ante los asistentes a la actividad que organizó Cacao de Origen como parte del ciclo de charlas de todos los jueves.   “La comercialización del grano en el país no cuenta con un organismo que dicte las pautas a seguir. Por lo tanto, el precio del cacao es muy fluctuante, impredecible y para nada estándar”. Como consecuencia, explicó Ayala, cada cual establece el precio que mejor le parezca. “Hablamos de un mercado distorsionado”.

 

“Ahora en el país tenemos muchos productores que ven en el cacao una oportunidad para crecer integralmente junto con sus familias”.

Ayala ha podido constatar que por parte de un amplio sector de compradores de cacao tampoco existe un criterio adecuado acerca de la calidad del grano que adquieren. “Algunos tienen una licencia de exportación y se conforman con comprar cualquier semilla, sin prestarle atención a la calidad del cacao que luego colocarán en el mercado externo. A ellos lo único que les interesa es sacarle provecho a la intermediación. Esto daña la reputación del fruto venezolano”, agregó Ayala.

El testigo lo tomó luego Elías para explicar lo que ha sido su experiencia por los campos cacaoteros de Venezuela y su interacción con esos hombres y mujeres que trabajan el campo, desde el oriente pariano hasta el Sur del Lago, pasando por el sur, en Bolívar.

Liliana Elías resaltó la aplicación de las buenas prácticas agrícolas por parte de algunos productores.

Una palanca para crecer

“Ahora en el país tenemos muchos productores que ven en el cacao una oportunidad para crecer integralmente junto con sus familias. Algunos de ellos aplican las buenas prácticas agrícolas para poder lograr sus objetivos, además, cuentan con asesorías de expertos en el área, como el que brinda Plan Cacao de Nestlé Venezuela S.A. Chocolates El Rey y la familia Franceschi igualmente están haciendo un gran trabajo en los sembradíos, como también lo realiza en su hacienda (Sucre) el productor Calixto López, de cuya tierra sale un cacao con aromas y sabores exquisitos, o la labor que efectúan las mujeres en el Sur del Lago”.

En contraste, pero en la misma línea de Ayala, Elías también llamó la atención sobre la falta de una política clara por parte del Gobierno nacional dirigida a atender el sector cacao en todos sus eslabones. Asimismo lamentó que el campesino se encuentre a merced de la inseguridad, “lo que atenta contra la producción, productividad y calidad de vida del trabajador y su familia”.

Liliana Elías y Fernando Ayala resumieron el trabajo del portal Vivaelcacao en el Sendero 5 de La Hacienda La Trinidad.

Genética privilegiada

La periodista especializada subrayó más adelante en la genética del cacao, que calificó de las más ricas del mundo por sus características naturales, por lo que hizo un llamado para el mantenimiento de esta a partir de un trabajo organizado, multidisciplinario y sostenido en el tiempo. “Es necesario preservar la genética del cacao venezolano por su privilegiada variedad, algo poco común entre los países cacaoteros del planeta. Por algo los chocolateros del mundo, en especial quienes elaboran chocolates de alta gama, tienen al cacao venezolano en un altar”.

Sin embargo, alertó que algunas personas “pretenden incrementar la producción de cacao en el país en detrimento de la calidad del mismo, con la introducción de materiales ajenos, como el CCN-51, desarrollado en Ecuador”.

Elías recordó con orgullo que en Venezuela nació el cacao, que luego se fue expandiendo por otras regiones del planeta, “como lo han demostrado algunos trabajos científicos que señalan al Sur del Lago de Maracaibo como el epicentro de la semilla, materia prima del chocolate y otros subproductos”.

Tanto para Fernando Ayala como para Liliana Elías el cacao venezolano es un diamante de múltiples caras que puede ser aprovechado para el desarrollo socioeconómico del país, aunque requiere de rigurosidad y de una mano guía que unifique y establezca reglas claras y justas.

#cacaovenezolano