Por Juan Pablo Crespo

Fotos: Cortesía Chocolates El Rey

Barlovento es a cacao como El Rey es a chocolate. Pero así como Barlovento es mucho más que cacao, la empresa venezolana con casi 90 años de historia es también mucho más que su producto de alta calidad internacionalmente premiado.

Y es que más allá de la conquista del paladar mundial por parte de Chocolates El Rey es necesario  mirar por el retrovisor para ver a esos hombres y mujeres del campo comprometidos cada vez más con una mayor producción y productividad en materia de cacao, binomio que desencadena un efecto dominó en el que todos ganan.

En la subregión de Barlovento, específicamente en el municipio Acevedo, Chocolates El Rey ha demostrado de manera sostenida en el tiempo que la responsabilidad social y las buenas prácticas agrícolas pueden ir de la mano; de hecho, se entrecruzan y arrojan resultados tan tangibles como las olas, las máscaras de los Diablos de Yare o los tambores que retumban en Barlovento durante las festividades de San Juan.

En Acevedo la agricultura es la principal actividad económica y, por supuesto, el cacao levanta la batuta entre un espectáculo verde natural tan fértil como cálido y húmedo. Allí Chocolates el Rey  atiende a través del programa denominado Más y Mejor Cacao unas 1.200 personas vinculadas con la semilla,  representantes de unas 300 familias ancestralmente conectadas con el quehacer barloventeño de cultivar el “alimento de los dioses”.

Los productores se muestran satisfechos por los conocimientos que reciben en pro de sus cultivos

De la mano con el productor

“Fundamentalmente lo que hacemos es brindar herramientas integrales de atención para así mejorar el rendimiento y producción de las plantaciones”, nos explica Francisco Betancourt, ingeniero agrónomo y jefe de la Unidad de Gestión Agrícola de la empresa que utiliza 100% de cacao venezolano, fermentado, secado al sol y procesado a través de tecnología de punta.

El programa Más y Mejor Cacao ha permitido la rehabilitación al año de 150 hectáreas, donde la producción ha podido en el menor de los casos duplicarse. “Teníamos zonas en Barlovento que presentaban una producción de 250 a 300 kilos por hectárea, pero ahora tienen una producción entre los 500 y 600 kilos por hectárea”, detalla Betancourt,  un experto en fitotecnia con maestría en cultivo de cacao en condiciones de montaña por la Universidad de Guantánamo.

En otros casos el formato de rehabilitación ha permitido ubicar la producción entre los 800 y 900 kilos de cacao por hectárea, y subiendo…

Como jefe de la Unidad de Gestión Agrícola de Chocolates El Rey la vida profesional de Betancourt está enfocada en atender las necesidades de los productores de cacao. Para él y su grupo de trabajo, el fruto tropical y el chocolate son como un apostolado sagrado. “El cacao va mucho más allá de la semilla o la planta, en realidad se trata de seres humanos que giran en torno a una cultura, que pasa por una manera de sentir y trabajar en este mundo tan maravilloso”.

Francisco Betancourt es el ingeniero de Chocolates El Rey que imparte conocimiento a los productores de Barlovento y otras zonas de Venezuela

Aristas para el éxito conjunto

Cuando se mejora la producción y la productividad se activa un beneficio que se filtra hasta toda la familia cacaotera. Para ello Chocolates El Rey pone en marcha varias aristas concatenadas, como la arista agronómica (rehabilitación) y la arista de organización. Esta última posibilita crear y estructurar a los productores alrededor del histórico sistema de cayapa. “También tenemos la arista de comercialización, en la que los productores que pertenecen a nuestro programa obtienen primas por la calidad de sus cacaos.  En este sentido, nos referimos a un cacao fino de aroma”, señala Betancourt desde Barlovento, subregión mirandina ubicada en el litoral central venezolano, al este de Caracas.

“También tenemos la arista infraestructura productiva para construir o mejorar según los casos unidades de beneficio, que son partes del secado y de estructuras de fermentación que le permiten al productor acrecentar la calidad del grano y, en consecuencia, los precios del cacao”.

Aunque Chocolates El Rey paga más a los productores por el cacao, a cambio obtiene una materia prima de primerísima calidad. “No utilizamos intermediarios (coyotes). Lo que hacemos son transacciones directas utilizando la plataforma de una institución que se llama Aprocao (cooperativa)”, apunta Betancourt.

Secaderos rodantes utilizados en Barlovento

Un proceso adecuado

La unión de esfuerzos entre empresa-productores se traduce adicionalmente en la fabricación de un chocolate de clase mundial, y para esto las buenas prácticas agrícolas son un sello de garantía. Así que si bien es cierto que Venezuela tiene el mejor cacao del mundo, no menos cierto es que para que esto se materialice es necesario procesarlo adecuadamente. De allí que Chocolates El Rey, con su programa Más y Mejor Cacao, realiza conjuntamente con sus aliados del campo el monitoreo, seguimiento y control de todo el proceso de fermentación y las masas fermentales.

“Tenemos todo un protocolo de fermentación que nos permite saltar desde un cacao corriente hasta uno de muy alta calidad. Nos referimos a un cacao de aproximadamente 76% de fermentación, un nivel de moho inferior al 3%, un cacao que entre granos planos, germinados y picados por insectos no pasa del 3% y además con un contenido de humedad por debajo del 8%”, señala Betancourt.

Una idónea fermentación es más que clave porque en esta fase ocurren las reacciones químicas y transformaciones en el grano que potencian sus características organolépticas y típicas del cacao fermentado. “Este paso es primordial para la elaboración de chocolates de alta gama. Los chocolates de clase mundial son elaborados con cacaos F1 o cacaos fermentados”, apunta el ingeniero agrónomo egresado de la Universidad Central de Venezuela.

Cacao carenero, propio de la zona de Miranda

Honor a la constancia

El resultado de todo este proceso en que arte y la ciencia se amalgaman es lo que históricamente se conoce como Cacao Carenero Superior, con excelentes tonos, aromas y sabores. Cabe recordar que desde tiempos coloniales este cacao ha sido uno de los más demandados en el mundo para la obtención de un chocolate supremo.

Con la bitácora de las buenas prácticas agrícolas y la protección del ambiente (cultivo sostenible que promueve los ciclos naturales sin utilizar pesticidas ni fertilizantes) asumida como norte por los productores asociados, Chocolates El Rey exhibe hoy en sus vitrinas y para orgullo de Venezuela premios como la designación de esta empresa como la única representante de Latinoamérica en la lista de Los Mejores 50 Chocolates del Mundo (2011) en la Guía del Buen Vivir. Un año después, Chocolates El Rey fue premiado con la medalla de oro por su chocolate blanco Icoa Carenero Superior en los “International Chocolate Awards”. Por estos y otros galardones es que la empresa ha sido reconocida globalmente por ser pionera en el país en la utilización de un solo tipo de cacao para la elaboración de chocolates finos.

La responsabilidad social y el programa de Más y Mejor Cacao están presentes también y según Betancourt en todas las zonas productoras de cacao del país, desde Occidente hasta Oriente, pasando por el Sur venezolano.

Así, Chocolates El Rey y productores  se engranan en una relación simbiótica que tiene uno de sus epicentros en Barlovento que, por cierto, etimológicamente significa “de donde viene el viento”, pero podríamos agregar que también es tierra de donde viene uno de los mejores cacaos del mundo; claro está, siempre y cuando se le trate con los estándares internacionalmente exigidos.