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SUR DEL LAGO1

Por Yuly Carreño/Liliana Elías

Aunque al escucharla podríamos pensar que se trata de una zona del estado Zulia, la subregión Sur del Lago de Maracaibo, conocida generalmente como Sur del Lago, abarca varios estados de Venezuela.

Es un área geográfica que destaca por su producción cacaotera. Allí, el cacao criollo, esa fascinante cepa venerada por las industrias chocolateras más importantes del mundo, es el principal protagonista.

Los estados Zulia, Mérida, Táchira y Trujillo, se incluyen dentro de este territorio, donde hay diversidad de productores de cacao disgregados en varios ejes geográficos de importancia.

El decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia, LUZ, Elvis Portillo, asegura que el turista que quiera explorar esta ruta tiene varias opciones. Se puede partir desde Maracaibo, capital del estado Zulia, ubicada a unos 700 kilómetros de Caracas. De allí tomamos la vía a Machiques (que queda aproximadamente a una hora y media) hasta llegar a Villa del Rosario, en el municipio Rosario de Perijá, donde hay productores de cacao hacia el sector conocido como la Sierra de Perijá.

Esta zona se caracteriza por poseer cacao criollo e híbridos, como el Guasare y Porcelana y algunos que se han mezclado con forastero. Pese a que no existen allí comercios donde el turista puede adquirir chocolates, hay un enorme potencial integrado por artesanos con formación en la producción y elaboración de este delicioso producto.

“Es contradictorio porque lo producen pero no lo venden allí. Lo venden por fuera, a los mercados de la Villa, a una hora de Maracaibo o a 25 min de Machiques y en otros casos a los intermediarios de la zona”, señala.

De Machiques a Santa Bárbara

De Villa del Rosario seguimos a Machiques. En esta zona la mayoría de los productores fueron capacitados en un proyecto que pretende impulsar la ruta del chocolate. Allí, la actividad cacaotera la desarrollan además un número importante de indígenas de las etnias yukpa y bari que se dedican a cultivar este rubro.

Continuamos de Machiques a Casigua El Cubo, en el municipio Jesús María Semprún. En todas estas comunidades el perfil es similar: productores independientes capacitados, pero a los que les ha faltado empuje para que puedan cristalizar sus propuestas. En especial hacia la Sierra de Perijá, hay muchos cultivadores.

Avanzando por esta ruta, entre los municipios Catatumbo y Jesús María Semprún se encuentran los ríos Catatumbo, Tarra, y Zulia, que en sus inmediaciones poseen una cantidad considerable de cacao. Esta zona se caracteriza por poblaciones de cacao criollo y mezclas con los forasteros, además de algunos productores que elaboran la típica bolita para consumo directo.

La capital del municipio Catatumbo es Encontrados. De ahí nos vamos al municipio Colón en Santa Bárbara de Zulia, una población más desarrollada donde también hay un grupo importante de productores (caseríos como El Moralito y Puerto Concha, entre otros).

En toda la zona desde Santa Bárbara hacia El Vigía, en el estado Mérida, se repite el panorama anterior; sin embargo, aquí existe mayor tradición cacaotera gracias a pequeños artesanos que elaboran productos primarios.

Ejes de desarrollo

A partir de ahora, encontramos dos ejes. El primero hacia el municipio Francisco Javier Pulgar del estado Zulia. Por esa vía, siguiendo desde el km 12 de la carretera Santa Bárbara-El Vigía, hay un desvío que nos conecta con los caseríos Puerto Concha, Caño Blanco, Caño Muerto y Mosioco, pertenecientes al municipio Colón.

Posteriormente seguimos hasta los sectores Cuatro Esquinas y El Chivo (Pueblo Nuevo), capital del municipio Francisco Javier Pulgar. Allí, hay una zona cuna del cacao porcelana que vale la pena visitar.

El sector conocido como “La Burra Mocha”, es uno de los más conocidos por agrupar a una gran cantidad de productores de cacao, al igual que el sector Santa Rosa, donde se pasa del cacao a los bombones, de la mano de Yolanda Del Mar, quien se ha dedicado a aprovechar la tendencia del “bean to bar” (del grano a la barra o tableta).

Luego el recorrido sigue hacia sectores como Guayabones, Santa Elena de Arenales (conocido también como Caño Zancudo), Tucaní (anteriormente Tucanizon), y de ahí Río Frío, Río Perdido, Mesa Julia en el estado Mérida y otras comunidades ubicadas en el eje panamericano.

El decano de la LUZ, asegura que esta “es una zona cacaotera donde hay mayor cantidad de diversidad genética de cacao Sur del Lago porque es rica en los tipos criollos Mérida, Guasare, Porcelana, los híbridos Sur del Lago, y algunos forasteros”.

Cacao Porcelana, el más codiciado de los Criollos
Cacao Porcelana, el más codiciado de los Criollos

Banco de pureza

El segundo eje, que lleva a El Vigía, capital del municipio Alberto Adriani, del estado Mérida, es el que se distingue al salir de Santa Bárbara siguiendo derecho por El Moralito, donde podemos ubicar (específicamente en el km 41) la estación experimental de cacao perteneciente a la Corporación Regional del Zulia, Corpozulia, y la estación del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, INIA-Zulia. En estas instituciones se realizan actividades de capacitación y transferencia tecnológica del rubro, importantes investigaciones y además se ubica allí el único banco de germoplasma de cacao criollo porcelana del país.

Al salir de allí llegamos a El Vigía. A su vez esta vía se divide en tres tramos: una que permite seguir hacia la ciudad de Mérida, la capital. La segunda lleva a la carretera panamericana nuevamente hacia la población de Guayabones hasta llegar a Caja Seca (ubicada en toda la frontera con el estado Mérida), y la otra que parte hacia San Cristóbal, capital del estado Táchira.

Por esta zona se encuentran los pintorescos poblados merideños de Bailadores, Tovar y Zea y por la misma ruta llegamos al estado Táchira. Allí encontramos sectores como la Tendida, La Fría. Colón y Coloncito, que cubren parte de la región de Sur del Lago y también se caracterizan por la producción de cacao.

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Cacao entre Zulia y Mérida

Luego recorremos varios centros poblados ubicados en la frontera entre los estados Zulia y Mérida. Se destacan Nueva Bolivia (Mérida), con varios caseríos donde se consigue cacao y la población circunvecina Caja Seca (Zulia), ubicada en el municipio Sucre, al sureste del Lago de Maracaibo.

Ambos pueblos, solo están separados por el río Torondoy. Caja Seca sobresale por su intensa actividad económica, entre ellas el cacao. Al igual que en otras zonas cercanas, las plantaciones existentes son de cacao criollo e híbridos.

También encontramos el pueblo de Arapuey, en el estado Mérida, ubicado hacia las montañas al igual que sector conocido como Las Virtudes.

Saliendo de estos centros poblados seguimos por la carretera panamericana hacia el estado Trujillo, donde podemos mencionar los sectores Buena Vista, Sabana de Mendoza y Divi Divi. Muy cerca de la localidad de Agua Viva, también hay plantaciones de cacao.

Por allí podemos entrar nuevamente al estado Zulia (por el sector conocido como Mene Grande) hasta Bachaquero y Lagunillas. En esta zona no hay producción de cacao, pero tiene potencial para el desarrollo de una naciente ruta. De allí, se toma la vía hacia Cabimas, Santa Rita y se llega nuevamente a Maracaibo.

El equipo de Chococao transportando cacao
El equipo de Chococao transportando cacao

Retornando al campo

Pese a que son cuatro estados diferenciados los que forman la Ruta de cacao del Sur del Lago, el perfil de los productores es muy parecido. Muchos de ellos han logrado mejorar sus niveles de producción, pero aún requieren asistencia técnica y capacitación para ir más allá.

Incluso, hace apenas unos seis años el perfil del cultivador y productor de cacao en la zona eran personas mayores, dueños de haciendas que intentaban mantener a flote sus propiedades. Pero actualmente también es cultivado por una nueva generación de jóvenes que están comprando fincas y las están manejando ellos mismos o bien son hijos de antiguos productores que han tenido la iniciativa de renovar sus haciendas.

Este interés se deriva del valor que ha adquirido el cacao en el mercado internacional en el que se ha elevado el precio del rubro y ahora ven en esta legendaria semilla una atractiva oportunidad de negocio. “Pero el tema no es el precio, sino la producción”, dice convencida la coordinadora del Centro Socialista de Investigación y Desarrollo del Cacao (Cesid-Cacao) en Corpozulia, Iraima Chacón.

Según explica, para los productores de Sur del Lago, el cacao se ha convertido en una oportunidad de negocio y es tanto el interés que ha despertado que el manejo que se le está dando es muy distinto al de hace algunos años. “Los productores están cuidando los cultivos y los programas de formación les han cambiado la óptica. Ahora ven que no es solo la planta sino que se trata de todo un proceso en el que el individuo valora lo que tiene en su finca”.

Lo ven como una vía para mejorar sus condiciones de vida, también motivado por la caída de los precios del petróleo a escala mundial. “Esto los ha hecho volver al campo a cuidar esos cultivos tradicionales que les enseñaron los abuelos”, agrega.

Bajo estas nuevas condiciones y tomando en cuenta el impulso que parece tener hoy en día nuestro cacao venezolano, la ruta Sur del Lago es, quizás, una de las más extensas y completas del país, por poseer plantaciones de cacao criollo e híbridos de variedades genéticas indiscutibles.

En estas tierras permanece este fruto ancestral, a la espera de volver a convertirse, como lo fue en la época colonial, en un rubro clave de la economía venezolana, representando auge y progreso para los productores, sus familias y los habitantes de esta importante subregión del país.