Por Yesibeth Rincón yesirincon@gmail.com

Fotos: Vivaelcacao, Natalia Brand, Mercedes Rodríguez

El empaquetado de chocolates es un verdadero arte que los venezolanos se han tomado en serio. Del diseño, los colores y la presentación en general depende que los comensales se enamoren o no de una u otra barra de este oro marrón.

En Venezuela los hay desde tonos sobrios como blancos, marrones, dorados, muy tradicionales, hasta multicolores y con imágenes alusivas al país. Desde las grandes marcas hasta los nuevos emprendedores le dedican esfuerzo tanto a la elaboración del producto como a su empaque, algunos cuentan con diseñadores dedicados exclusivamente a este rubro, quienes presentan propuestas visuales que compiten con las que ya están presentes en el mercado.

Venezolanismos que cautivan

Dentro y fuera de nuestro país, ver una tableta o bombón de chocolate encanta desde la arrancada. Conmueven los paisajes alusivos a nuestra geografía, así como la flora y fauna que nos identifica. Tomarse el tiempo de apreciar los logos de marcas nuevas o reconocidas y entender todo el trabajo que implica darle vida a un envoltorio: las fotografías, los dibujos, el texto en cada uno de ellos, y reconocer la intención que se le quiso dar a una tableta: elegante, divertida, natural, autóctona, delicada, en fin, lo que le sobra a nuestros chocolates es arte, vanguardia y creatividad.

En elegancia destacamos el trabajo de Chocolates Franceschi, casa que se ha ocupado de mantener unos niveles de calidad que saltan a la vista desde lejos. Chocolates El Rey es otra muestra del talento venezolano, con sus distintas y versátiles presentaciones según la necesidad del consumidor.

Casas emergentes como Herencia Divina, 058 Cacao, Chocolates Paria, Sun (cuya línea ofrece un producto sin azúcar), y ChocoGladys, apelan al color y en el caso de esta última, a paisajes venezolanos.

No podemos dejar de mencionar la tradicional Savoy, con empaques más alegres y vistosos, como es el caso del Cri-Cri, uno de sus chocolates más conocidos.

Cacao de origen, galería de diseños increíbles 

La casa Cacao de Origen también ha brillado por sus maravillosos empaques, en alianza con haciendas y fincas chocolateras, tiene una serie de diseños que impactan tanto por su colorido como por la calidad del papel.

María Fernanda Di Giacobbe, creadora de CDO y principal guardiana de todos los procesos de calidad tanto en la elaboración de barras como de los envoltorios, asegura sentirse muy orgullosa del trabajo que se realiza en Venezuela y del interés de cada chocolatier por cuidar los detalles de lo que será la carta de presentación de su producto, el empaque.

La mirada del diseñador

Otro ejemplo es lo que ocurre con los empaques de Mantuano Chocolate, que enamoran a cualquiera. Sus llamativos colores y sus motivos alusivos al territorio venezolano cautivan a propios y extraños. La creadora de algunos de éstos decorados es la diseñadora Titina Penzini, quien dice sentirse orgullosa de ser parte del equipo que exalta al país en el extranjero con el mejor cacao del mundo, el de Venezuela.

“Siempre he tratado de enamorar a las personas por el valor sentimental que tienen cada una de las ilustraciones y los motivos de los empaques, llegarles a esa fibra muy venezolana, donde se sienten identificados y quieren apoyar cualquier iniciativa que se haga en Venezuela. Este es un proyecto que a mí me ha encantado, siempre me había gustado hacer este tipo de colaboración con una casa de chocolates y le doy las gracias a Giovanni Conversi y a Mantuano Chocolate por la oportunidad”, expresó la diseñadora.

La técnica de pintura que usa Titina es el gouache, que es la misma que utiliza para diseñar sus piezas de joyería. Se trata de una pintura líquida que viene compacta o en tubos y permite realzar los brillos,  formas, dándole un movimiento hiperrealista al dibujo. “Para decorar esos empaques siempre me pongo de acuerdo con Conversi, quien es el maestro chocolatero, él utiliza solamente cacao barra a barra o Bean to Bar y siempre nos ponemos de acuerdo y tratamos de que sean temas muy venezolanos”.

En esa intención de realzar los venezolanismos, la primera creación de Titina fue el empaque de Piñonate (chocolate al 70%), en homenaje a la Isla de Margarita. “Dibujé cómo vienen los piñonates, que viene envuelto en hoja de plátano, y eso a la vez tiene como un lazo. Lo hice muy sublimado, como si se tratara de  piezas de alta costura, los lazos estilizados para que tuviera siempre ese atractivo. Dentro del empaque viene el origen de qué es el piñonate,  cómo Giovanni creó el chocolate y las ilustraciones mías inspiradas en el pueblo de Santa Ana, de donde salió el piñonate”, explicó Penzini.

Pero sin duda, El Cardenalito (Cazaña 75% con café) es el diseño que más ha marcado a Titina por ser el ave nacional en peligro de extinción. “El diseño es un par de cardenalitos en sus árboles donde habitan, siempre en sombra. Traté de hacer como una selva con los pajaritos, y es un chocolate que ha tenido mucha relevancia porque se está vendiendo en zoológicos de Estados Unidos”.

“Además dibujé el chocolate especial para el día de los enamorados (Cerezas Chocolate al 65%), con unos corazones también hechos en gouache y es un chocolate negro y cereza y tiene un sabor muy erótico.  Otro de los que cree fue el empaque para el día de las madres (Almendras Chocolate al 60%) con unas orquídeas, la escogimos como flor nacional, es un chocolate de leche con almendras y hay versión chocolate oscuro con almendras. En la ilustración dibujé helechos de tinajero que siempre han estado presentes en casa de las abuelas y mamás. Es una planta que me recuerda mucho a mi abuela”, recordó Penzini.

La envoltura correcta

Pero si bien la imagen gráfica tiene gran relevancia, también la tiene la envoltura, el material que cubrirá la barra. Pina Fernández, creadora y maestra chocolatera de Chokopeanut, cuenta que el empaque habla por sí solo de lo que es tener un buen chocolate en las manos, no obstante, al ser éste un producto tan delicado se debe proteger bien, porque si no está correctamente envuelto puede contaminarse. El papel a usar no debe contener olor porque se corre el riesgo de ser absorbido por el chocolate.

A juicio de Mileidys Nieves, ingeniera en procesos industriales y directora de Chocolatera ICOA 1489, existen tres tipos de empaques: primario, secundario y terciario. “El primario está en contacto directo con el chocolate, normalmente se usa una envoltura de papel aluminio, papel aluminio dorado, también se usa un papel antigrasa que tiene doble capa, una antigrasa y otra aluminizada. Hay quienes aparte de este material también los envuelven en un papel de acetato transparente”, detalla Nieves.

El empaque secundario es el que le sigue al primario y su función es proteger el alimento, que no se derrita y que mantenga sus propiedades. Algunos son de papel bond, cartón de un bajo gramaje, papel kraft, y tenemos también el papel glasé, los hay mates y brillantes y son más gruesos que el bond, agrega la experta. “Luego está lo que uno llama el display, que es donde guardas cierta cantidad de barras, desde 10 a 12 unidades”.

Para terminar de empacar se puede usar cinta adhesiva, una gota de silicón o pegamento blanco, éstos no deben tener olor.

En el caso de Chokopeanut, contó Fernández que le gusta usar el papel kraft en la presentación de sus chocolates. No usa el aluminio porque piensa que pueden quedar trazas dentro del chocolate, lo cual es muy peligroso.

“Vemos que existen muchos empaques protegidos con aluminio y además con una envoltura de plástico. Yo los envuelvo en envoplast para alimentos y después los protejo con papel kraft, cuidando que sea un papel que no tenga ningún tipo de olor”.

Fernández agregó: “En mi caso tengo tres empaques, el primero que protege el chocolate, que es envoplast para alimentos, luego lo recubro con papel kraft, después a ese papel kraft le pongo un cintillo que es el que va a decir las características de cada chocolate. Por ejemplo, la línea Bean to Bar la tengo en línea oscura, que es el 90%, yo la tengo en empaque negro; la línea de los 80% la tengo color marrón, la línea de 70% es de color azul marino, y así voy bajando los tonos, fucsia, naranja, rojo, que llega a los 50%. A la línea de saborizados les puse una cinta de determinado color”.

Cuenta Fernández que algunos sobre el papel kraft le colocan un sello, pero esa tinta no puede tener olor porque contamina el chocolate.

El tercer empaque es el que va a identificar el chocolate, aquel que al verlo la persona pueda conocer de que casa chocolatera es.

Información imprescindible

En el empaque no puede faltar la información sobre el tipo de chocolate, porcentaje de cacao, de dónde viene el cacao, ingredientes, empresa responsable que lo elabora, permiso sanitario, y algunos también traen impreso el nombre de la persona que lo diseñó.

Esta envoltura debe llamar la atención de los compradores. Generalmente son colores muy resaltantes y de fácil identificación.

A los chocolateros les interesa destacar qué porcentaje de cacao tiene, o si es un chocolate saborizado puede identificar la fruta o paisaje de la zona de donde viene el cacao.

Con diferentes coloridos y materiales, emprendedores y grandes fabricantes le han puesto sello propio a cada uno de sus empaques, haciéndolos únicos, compitiendo visualmente entre sí para ofrecer el mejor chocolate venezolano.