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PARIA

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img_9504De visita por la atrayente ruta del cacao de Paria

Yuly Carreño

Paria es tierra de exuberante naturaleza, de encanto, de riqueza, de historia, de turismo y por supuesto, de cacao. En el estado Sucre, ubicado en la región nororiental de Venezuela, este fruto ancestral está presente en casi todos sus rincones.

Se convirtió en el legado de familias que a pesar del auge petrolero y el paso del tiempo, decidieron mantener a flote la experiencia acumulada en el cultivo de este rubro, patrimonio cultural de la Península de Paria.

No se conoce mucho sobre la presencia del cacao en Sucre. Se ha creído que se introdujo como cultivo a la zona de Paria durante el periodo colonial; sin embargo, antes de la llegada de los españoles a esta “tierra de gracia” ya se reportan bosques de cacao.

De acuerdo con algunos documentos y testimonios, el tipo de cacao de esta área geográfica era de tanta calidad como los de tipo criollo encontrados en la región centro costera de Venezuela.

Aunque fue un proceso de conquista bastante lento, si se considera la fecha de llegada de los españoles en 1498, la mayor parte de los pueblos del estado Sucre se fundaron a raíz de la Colonización Española, de la mano de los misioneros capuchinos aragoneses.

La región de Paria, que no formaba parte de la Provincia de Venezuela sino de la Provincia de Cumaná, se caracterizó por el viejo intercambio comercial ilícito que se practicaba desde el siglo XVI. Allí el cacao era el principal producto de contrabando, por lo que muchos poblados se crearon tras la dinámica de esta actividad ilegal.

Ruta de ensueño

La ruta del cacao en Sucre la iniciamos en una de las poblaciones más hermosas y acogedoras del Oriente venezolano: Río Caribe, en el municipio Arismendi. Hay que viajar desde Caracas aproximadamente unos 530 kilómetros. Son ocho horas de recorrido. Un viaje largo, pero vale la pena.

Aquí se pueden identificar dos ejes viales de importancia. El que viene de Carúpano y sigue a Río Caribe; y el que inicia también desde Carúpano hasta la población El Pilar, municipio Benítez. Ambos convergen en el pueblo de Yaguaraparo.

En Río Caribe encontramos pequeñas haciendas productoras de cacao. Algunas también fabrican chocolate. Es el caso de Chocolates Paria, ubicada en la comunidad de Chacaracual, a unos 10 minutos de la paradisíaca Playa Medina.

Allí se ofrecen visitas guiadas para conocer el proceso desde el cultivo hasta la elaboración del chocolate. El paseo incluye una degustación de los diversos tipos y finalmente los turistas pueden adquirir las deliciosas tabletas u otros productos como bombones o licor de cacao.

Siguiendo por esta vía se distinguen otros sitios de interés como la tienda de Mabel, que elabora ponches, helados y otros productos artesanales derivados del cacao; y la Hacienda Paria Shakti (antigua Hacienda Bukare) que además de la producción de cacao se ha erigido como un centro de bienestar basado en terapias holísticas, yoga y masajes.

En esta ruta funciona un importante circuito de posadas y opciones de hospedaje adaptados a las necesidades de los visitantes. Además de Playa Medina, se encuentran Playa Uva, Chaguarama de Loero o Pui Pui, lo que la convierte en un destino de gran atractivo para los turistas.

Fundación para el progreso

En Río Caribe funciona también la sede de la Fundación Proyecto Paria (FPP), que desde 1989 se dedica a la reactivación de la economía del cacao a través de diversos programas de capacitación y asesoramiento a los productores.

Gracias a la participación de entes públicos y privados como PDVSA, la Corporación Andina de Fomento (CAF), Fundacite, Nestlé Venezuela, el Banco Europeo, entre otros; la FPP se ha convertido en una referencia en el cultivo, procesamiento y comercialización de cacao en el estado Sucre.

Dentro del enfoque de desarrollo sustentable abordamos el tema social, económico y productivo, en esas tres dimensiones el centro es el cacao”, expresa Carlos Guerra, presidente de la FPP.

Como importantes iniciativas que han estado vinculadas a la FPP, se destacan la planta de fermentación y secado Cacao Río Caribe (Carioca) y el centro comunitario de cacao, que sirve como lugar de formación y capacitación no solo del municipio sino de todo el país.

El centro de desarrollo cacaotero, un proyecto ejecutado por la FPP en conjunto con el Plan Cacao Nestlé es otro proyecto de relevancia. Ofrece apoyo integral a los productores de cacao a través de diferentes componentes; entre ellos el centro de propagación, una central de beneficio y el banco de germoplasma, permitiendo la enseñanza, práctica e investigación bajo altos estándares de calidad que se espera tengan los productores de la región.

El de mayor producción

img_2042Hoy en día el estado Sucre es el mayor productor de Venezuela (representa el 52% de la producción nacional según datos de la FPP). “De los 15 municipios, al menos ocho son cacaoteros, pero los más importantes son Arismendi (Río Caribe) Benítez (El Pilar) y Cajigal (Yaguaraparo)”, indica Carlos Guerra.

Las plantaciones del estado Sucre están conformadas por mezclas de árboles de cacao forastero y trinitario (el 80% de la producción se basa en estos dos tipos) y también híbridos que son el resultado de mezclas entre materiales locales e introducidos.

La práctica de la fermentación no está extendida y un porcentaje considerable de la producción es de cacao corriente. El Río Caribe Superior es quizás el tipo más destacado al considerarse de altísima calidad por algunos fabricantes. Es un cacao trinitario que puede o no fermentarse, dependiendo del mercado al que va dirigido.

Modelo productivo innovador

Continuando el recorrido seguimos hacia El Pilar, en el municipio Benítez; donde se ubican, entre otras, la Hacienda San José, una de las más importantes del estado y del país.

La finca es propiedad de la familia Franceschi y como la mayoría de las haciendas de la zona es de origen francés, específicamente de la Isla de Córcega. Esta empresa, responsable de los exquisitos Chocolates Franceschi (anteriormente Chocolates San José), no trabaja con los cacaos típicos de la zona, sino con variedades de cacao criollo e híbridos como Ocumare, Chuao, Porcenala o Guasare, especies que fueron recolectadas hace algunos años durante un arduo trabajo para reconstruir la hacienda.

Vicente Franceschi, uno de los artífices de esta exitosa marca, lo explica: “la Hacienda San José no es una hacienda tradicional, tenemos otra manera de ver las cosas, hemos tratado por ejemplo que el cultivo no se haga por semilla sino por injerto, tenemos diferente tecnología y una forma distinta de abordar la calidad del cacao.”

En Chocolates Franceschi se han enfocado en desarrollar áreas de investigación sobre las mezclas de cacao, con el fin de obtener cada vez más y mejores cultivos para la posterior obtención de chocolates finos y extrafinos que hacen delirar a los más exigentes paladares.

El esfuerzo ha valido la pena. En varias ocasiones los varietales Franceschi han sido reconocidos con importantes galardones internacionales, entre ellos el International Chocolate Awards en Nueva York, que premia los mejores chocolates del mundo.

Eje de interés

En el municipio Benítez se destaca el eje de Quebrada de mono, una zona de montaña en la que concurren comunidades como Mauraco, La Hierba, Las Conotas, Cangrejera, Periquito y Papelón, entre otras.

En este eje se concentran un grupo de productores agrupados en cooperativas donde funciona una central de beneficio, con capacidad de procesar 25 toneladas de cacao al año.

En Sucre el mayor porcentaje está en manos de pequeños productores. Algunos de ellos son beneficiarios de antiguos hacendados y otros han heredado una pequeña tierra que han tratado de mantener.

Pero aunque estas tierras poseen productos de gran calidad, los problemas de tipo cultural e histórico sobre el cultivo del cacao prevalecen. De esto conoce muy bien Carlos Guerra. “Se trata de individuos con edades comprendidas entre 60 y 65 años, que poseen entre 3 y 5 hectáreas, con una producción promedio de 300 kilos. La mayoría realizan pocas labores de renovación y rehabilitación de las plantas y por eso las haciendas se van quedando atrás. Los productores se acostumbraron a administrarlas así y para ellos es más cómodo, pero están perdiendo muchos beneficios económicos”.

Es precisamente este panorama el que poco a poco ha ido cambiando la FPP. “Gracias a los referentes tecnológicos algunos productores han logrado llevar la producción a 1000 kilos por hectárea”, detalla el responsable de dirigir esta institución.

Calidad genética

Además del mejoramiento de los cultivos mediante el apoyo técnico a los productores, uno de los aspectos más valorados por la FPP es la calidad genética del cacao. El objetivo es impulsar a los productores a injertar, como paso importante para crear materiales de mayor calidad y así fortalecer la producción. Para Carlos Guerra, a esto están orientados los productores más jóvenes, con mayor conocimiento técnico al respecto.

El municipio Benítez cuenta con opciones turísticas interesantes. Se destacan los caños del Parque Nacional Turuépano, los balnearios de aguas termales, la cría de búfalos y el lago de asfalto natural de Guanoco, entre otras.

La Serranía de La Cerbatana, un área agroecológica sumamente frágil donde nacen varios afluentes que surten de agua a los municipios Bermúdez, Arismendi y Libertador, es otra de las zonas de interés de esta ruta.

Yaguaraparo estratégico

La última parada de este trayecto cacaotero es la población de Yaguaraparo, municipio Cajigal. Por su ubicación geográfica, con acceso a varios puntos estratégicos de la Península de Paria (cerca se ubica el cruce para ir al Caribe y hacia Guiria), se ha convertido en el principal centro de intercambio y comercialización de cacao del estado.

Allí acuden constantemente compradores, intermediarios y exportadores de cacao, que buscan obtener precios competitivos y conocer detalles del mercado actual de este rubro.

También hacia este territorio la FPP ha tratado de extender sus experiencias para repetir las buenas prácticas con resultados satisfactorios en materia de producción. Productores de sectores como El Bordal, Cachipal y Río Seco, son algunos de los que ya se han iniciado en el tema de la capacitación. “Desde hace muchos años se viene haciendo un trabajo para que haya un cambio de percepción de los productores sobre el cacao, cuando llegamos aquí se estaban yendo y vendiendo las haciendas, ahorita buscas comprar una y no consigues”, comenta Carlos Guerra, destacando el arraigo por el cacao que ahora nota entre ciertos productores. “La presencia del productor ya no es transitoria, por el contrario hay una mayor permanencia en las fincas y esto poco a poco está mejorando la producción”.

Cacao y conuco

Al igual que ocurre con otras zonas cacaoteras del país, algunos productores combinan el cultivo del cacao con otros rubros. Yuca, ocumo o plátano, entre otros, son cosechados para aliviar la actual situación económica de Venezuela caracterizada por la escasez de alimentos. En algunos casos, agrega Carlos Guerra, “este conuco se maneja de forma anárquica, originando la tala de extensiones de tierra cercanas a las cuencas de los ríos, con terribles consecuencias ambientales”.

El paseo por el estado Sucre es un viaje fascinante. Las pequeñas haciendas de cacao vinculadas el creciente turismo de Río Caribe, la diversidad productiva y sorprendentes opciones turísticas en el municipio Benítez y la frontera inhóspita pero estratégica de Yaguaraparo, muestran un territorio cautivador que mezcla las bondades de la naturaleza con la fertilidad de sus tierras.

Pese a estas potencialidades, en Paria aún hay mucho por hacer. Mejorar la calidad de vida de los habitantes, impulsar iniciativas para favorecer nuevas opciones turísticas y con ello generar fuentes de ingreso que reduzcan los índices de pobreza; son algunas de las asignaturas pendientes. Y en todas ellas, es el cacao esa valiosa semilla que, al igual que ocurrió en la época colonial: puede originar progreso, desarrollo y bienestar para todo un país.

CHUAO

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Por Liliana Elías

Fotos: Juliany Sánchez / Jesús Lozada

Chuao es una tierra hermosa con olor y sabor frutos rojos, con verdes que se encuentran en una selva húmeda y cálida, gente linda que disfruta de la libertad, sirenas que le cantan a San Juan y usan la potencia de su voz para expresar su sentir donde quiera, mares y ríos que la rodean, y misticismo, mucho misticismo. Pero sobre todo, este rincón soñado puesto estratégicamente en el estado Aragua, es la tierra por excelencia del mejor cacao del mundo, el que, al probarlo, hace que la felicidad estalle en el centro de la lengua y desemboque en una sonrisa.

Una de las curiosidades más impresionantes de Chuao es que, si lo mira desde el cielo descubrirá que tiene forma de mazorca de cacao. ¡Increíble! Y para nada casual… La isla se compone de tres calles ovaladas que se juntan en un punto llamado “Las tres cruces”, detrás de “La casa del alto”, conocida de esa forma porque es una enorme casa colonial que tiene tres pisos y en la que funcionaba la antigua hacienda de cacao; ahora funge como Casa de la Cultura de los chuaeños.

Para allá nos vamos trazando la ruta del cacao.

La mazorca desde arriba

La ruta que describiremos ha sido recomendada por el equipo de @ChuaoPescao, liderado por Fernando Carrizales, un apasionado de la región que nos lleva al paraíso terrenal a través de un proyecto llamado Residencia de Artistas Chuao, cuya palabra clave es hospitalidad.

Lo recomendable, primero que nada, es tomarse tres días y dos noches para disfrutar verdaderamente de Chuao, sin dejar de lado sus hermosos atardeceres y el ateneo en el que cada noche se convierte el patio de secado del pueblo, donde los niños corren y juegan libres y los adultos bailan y gozan de sus tradiciones.

Una de las ventajas de Chuao es que está ubicada en una zona estratégica de Venezuela, que permite que gente de todas partes la visite coincidiendo en el centro del país.

El turista debe salir de Maracay por carretera hasta llegar a Choroní, atravesando el parque nacional Henry Pittier, famoso por tener la mayor variedad de mariposas y helechos, además de ser un importante centro de avistamiento de aves. De Choroní hay que seguir a Puerto Colombia para tomar una lancha a Chuao. El trayecto es de uno 15 minutos.

Cuando llega a Chuao el turista verá el área de la Bahía de la playa, de allí al pueblo hay 5 km. El visitante puede irse de dos maneras, a pie o en camión o autobús. Desde Vivaelcacao.com les recomendamos irse a pie por dos cosas: una, porque Chuao es de los pocos sitios de Venezuela que escapa a la inseguridad, allí puede andar tranquilo y feliz. Dos: porque en esos 5 km de trayecto está la Hacienda Campesina de cacao de Chuao, y recorrerla es sencillamente un espectáculo de selva subtropical y aromas únicos, de mijaos, samanes, aguacates, lechosas, y claro está, de árboles de cacao.

Si opta por los camiones también se divertirá, irá en la parte de atrás como levitando entre la selva y disfrutando del viento. Otra opción es el autobús clásico de 30 puestos que lo lleva y lo trae.

La torre Eiffel del cacao

Ya en el pueblo se encontrará nada más y nada menos que con el patio de secado y la famosa Iglesia de Chuao, una de las más conocidas del planeta por ser inspiración de artistas, fotógrafos y chocolatiers de todo el mundo, podría decirse que estará en la Torre Eiffel del cacao. Es además la más antigua del estado Aragua. Tómese ese día para disfrutar el atardecer y para una “purificación” en el río Tamaira, le garantizamos que todas sus penas y dolores serán llevados por esas aguas maravillosas y volverá a la orilla ligerito y renacido.

A las seis de la tarde repican las campanas de la Iglesia, anunciando el comienzo del espectáculo: es cuando el patio de secado se transforma en la plaza de los niños, en el ateneo del pueblo.

Al día siguiente, prepárese y levántese bien temprano, porque las 7:00 en punto de la mañana, parte de las mujeres del cacao sale al patio a tender la semilla, las otras se van a la Hacienda cacaotera, -que por cierto, pertenece al pueblo en su totalidad- y comienzan con la faena en la tierra. Usted será parte de la organización típica de un día de trabajo, una dinámica totalmente nueva e interesante para los turistas.

Ya a las 12 del mediodía, las mujeres están de vuelta. Al lado de Iglesia está la oficina administrativa de la hacienda, a su lado están los depósitos donde se almacena el cacao, y a su vez, la cámara de fermentación. También podrá ver allí los espacios donde se encuentra nada más y nada menos que la maquinaria para hacer chocolate. Imagínese salir de allí con un chocolate recién hecho, por supuesto con cacao de Chuao… ¡La gloria!

En ese mismo espacio se encuentra la plaza Bolívar y la estación de policía.

La otra joya de Chuao

Ya le hemos descrito el núcleo central de interés en cuanto a la ruta del cacao se refiere, Pero si camina 5 km más hacia el norte, encontrará todavía parte de la hacienda de cacao y la Casa de la Cultura. Allí puede preguntar por un guía certificado para que, desde el sector La Toma lo lleve a la otra joya de Chuao: Chorrerón, el lugar donde convergen los río El duro, el río del medio y el Tamaira, en el que finalmente desembocan todos. Chorrerón es una visita obligada cuando va para Chuao, allí lo esperan 90 metros de cascada imponente y mágica a la que llega tras dos horas de camino.

Dato curioso: para llegar a la cascada hay que cruzar 27 veces el mismo río, por lo cual debe ir preparado, con zapatos anfíbios, protector solar, ropa ligera, hidratación y una barra de chocolate o fruta para comer arriba, en la cima de la montaña.

Finalmente, y si quiere sacarle aún más el jugo a su travesía, puede aprovechar para tomar un peñero desde Chuao a Sepe, una isla pequeña donde también encontrará cacao, aunque mucho menos que en Chuao. De ahí puede seguir a Tuja, que es una “playa de bolsillo”, como se le dice, por lo chiquita y acogedora que es.

Esperamos que tras leernos, le pase lo mismo que a nosotros y quiera volar a hacer su maleta para internarse de cabeza en este paraíso divino que espera por usted para ser descubierto… Y saboreado!

 

BARLOVENTO

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Por Yuly Carreño

Fotos: María Mercedes Rodríguez / Liliana Elías

Más que un grano de cacao, el Carenero Superior es un extraordinario sabor que distingue a esa “tierra ardiente y del tambor” que es Barlovento, subregión del estado Miranda en el centro norte de Venezuela.

Esta variedad del cacao venezolano toma su nombre del pueblo costero de Carenero, conocido durante la época colonial por su ferrocarril y por ser puerto de embarque de diversos productos agrícolas, en especial el cacao.

Desde entonces y hasta hoy, el grano fino de aroma de Barlovento es referencia de la calidad de nuestro cacao, reconocido y aclamado por diversas industrias chocolateras del mundo.

Esta trayectoria ancestral en Barlovento, según algunos autores, se cree que comenzó con los padres dominicos, quienes lo cultivaban hacia 1580. Otros aseguran que ya antes, los indígenas Tomuzas lo aprovechaban por el dulzor de las almendras y para extraer su aceite y encender fogatas por su alto poder combustible.

La ocupación colonial se inicia en 1680 con el surgimiento de nuevos poblados impulsados por misioneros con la finalidad de agrupar a los indígenas dispersos de la región. Los primeros poblados conocidos son el de Caucagua y Capaya, donde se comienza a cultivar tímidamente el cacao.

No fue sino hasta finales del siglo XVII y principios del XVIII cuando Barlovento se convierte en un emporio cacaotero de la provincia de Venezuela. Más adelante se fundan pueblos como el de Curiepe, Birongo, Guayabal, Ganga, Cumbo y Morocopo.

La producción cacaotera de Barlovento estaba fundamentalmente destinada a la exportación y los destinos más frecuentes eran el Puerto de Veracruz en México y de allí España. Fue tal el auge del cotizado fruto que hacia 1745 existían unas 558 haciendas con alrededor de 5.000.000 de árboles.

Posteriormente, al igual que en el resto del país, el petróleo sustituyó al cacao como el principal producto de la economía venezolana; sin embargo, la tradición cacaotera sigue siendo una de las características representativas de la zona.

Barlovento es una mina de cacao trinitario

Ejes de prodigio

Para conocer el cacao de Barlovento, nos vamos aproximadamente a una hora de Caracas. Hay que tomar la autopista Caracas-Guatire y luego seguir hasta Caucagua, capital del municipio Acevedo del estado Miranda.

Son tres ejes geográficos bien diferenciados. El primero, y más importante por el volumen de producción, se ubica en los Municipios Acevedo y Páez del estado Miranda específicamente en el eje carretero de la troncal 9 que inicia en Caucagua y culmina en el sector Guapo.

Dentro de este eje se ubican un número considerable de haciendas que pertenecieron a los grandes cacaos y que fueron referencia del manejo tradicional de cacao local. El Rosario, Los Urrutia, La Rosota, La Concepción, Providencia, Chaguaramas, La Sorpresa, Calle Larga, Santa María, San Martín, Bolívar, San Agustín y Guaraco son algunas de ellas.

Panaquire, El Clavo, El Guapo y El Bachiller son las comunidades más importantes de este eje y hoy son referencia histórica por su importancia como centros cacaoteros. La mayoría de los pueblos de este territorio se crearon a partir del cacao y la presencia y asentamiento de esclavos en las inmediaciones de estas haciendas.

El segundo eje es el de Higuerote-Curiepe, donde el turismo tiene particular importancia por su acervo cultural y religioso ligado estrechamente con el cultivo del cacao. La Fábrica de Chocolates La Flor de Birongo, proyecto ejecutado con el apoyo de Fundación Polar es una de las referencias en cacao y chocolate en esta zona.

Por último el eje San José y Rio Chico se destaca por un considerable número de comunidades en las que el cacao fue y sigue siendo la principal actividad económica. Dentro de este sector se encuentra el eje cacaotero que abarca desde La Compuerta hasta Campo Alegre, donde concurren comunidades como Perdomo y García, de gran importancia en producción de cacao Carenero Superior.

Las fincas El Cerro, Las Mercedes, La Armonía, San Gregorio, Santo Domingo y Mérida, ubicadas en el municipio Andrés Bello son algunas de las propiedades referencia de producción del cacao en esta zona.

Del cacao de la tierra y de la mano del productor, así puede crecer un país

Cacao, semilla de vida

El potencial agrícola de Barlovento es significativo. Sus características de bosque húmedo tropical, suelos fértiles y condiciones climáticas ideales con una buena distribución de pluviosidad durante el año, permiten el desarrollo de una peculiar combinación de cacaos trinitarios que destacan por su calidad; sin embargo; los productores, en su mayoría de mediana y avanzada edad, llevan a cabo un proceso básico centrado en el cultivo y cosecha, con rendimientos que oscilan entre 250 y 300 kilos por hectárea.

Algunas familias se dedican a otros cultivos. Pero el cacao es su principal fuente de ingresos y el centro de sus vidas, por ser el rubro que heredaron de antiguas generaciones.

La comercialización es diversa. Algunos productores venden el grano ya fermentado a importantes centros de acopio. Otros lo comercializan dentro de su comunidad (a puerta de corral) a intermediarios, quienes a su vez lo ofrecen a grandes empresas.

También abundan los artesanos que ofrecen a los turistas y visitantes la típica bolita de cacao ideal para preparar chocolate de taza y un pequeño porcentaje elabora derivados como mentol a base de manteca de cacao, bebidas como la mistela o ponche de chocolate, entre otros productos finales.

Pequeñas fincas van más allá y agregan valor elaborando tabletas de chocolate o bombones. Es el caso de la chocolatera Mis Poemas, ubicada en San José de Barlovento, Hacienda La Ceiba en Cumboto o la empresa Choco Chaca en Panaquire.

“Si se maneja adecuadamente el cacao es un cultivo de alta rentabilidad, pero tal como se están tratando hoy las plantaciones, al utilizar técnicas tradicionales y de muy baja tecnología solo se asegura la subsistencia del productor y es difícil que puedan transformar su calidad de vida”, explica el ingeniero agrónomo, y gerente de asuntos agrícolas de Chocolates El Rey, Francisco Betancourt, quien desde hace unos 10 años asiste a los productores de la zona.

El Ingeniero Francisco Betancourt en los cuartos de fermentación, donde el Carenero se convertirá en f1

Cultura de fermentación

Para Betancourt, lograr esta modificación implica cambiar el modelo productivo e ir más allá del proceso esencial. No es tarea fácil, pero la tradición cacaotera que predomina en Barlovento puede contribuir a lograrlo.

La clave de ese rasgo distintivo del cacao fino de aroma de Barlovento es el proceso de fermentación (para ser considerado un cacao fermentado debe ser superior al 76%) que en la zona se ha mantenido desde la época colonial hasta hoy.

Similar al que se realiza con la producción de vino, este procedimiento permite potenciar y liberar los sabores y aromas típicos del chocolate, de modo que el grano reviste una identidad propia.

Es ya una tradición dentro de los productores, “en Barlovento esa cultura quedó desde la mano de obra esclava hasta nuestros días, es una tarea habitual y hace la diferencia entre un cacao corriente y un cacao fermentado; es una carta de presentación y motivo de orgullo para ellos”, señala Betancourt.

Como en muchas regiones de Venezuela, las mujeres siempre al pendiente del cacao

Calidad de principio a fin

Con el alza del precio del cacao en el mercado internacional la producción venezolana parece tomar un impulso. A pesar de la baja producción actual, la calidad del producto ha mantenido su prestigio a pesar de los años.

Y si ahora el objetivo es convertirnos en un país conocido no solo por una buena semilla sino por aportar de manera significativa a la producción mundial, aún falta mucho por hacer.

Una de las acciones fundamentales para lograrlo es cambiar la forma en la que se percibe el cacao. Betancourt asegura que “algunos productores no han entendido que la almendra es un alimento y hay que tratarlo como tal… se debe cuidar todo el proceso desde que se cosecha el grano hasta que se vende en los sacos”.

El principal aspecto es garantizar la calidad de todo el proceso para incrementar la producción. Esto incluye, entre otras labores, rescatar plantaciones abandonadas, experimentar con los injertos y eliminar árboles poco productivos.

En Barlovento hay superficie suficiente para el cultivo a gran escala, con tierras de buen rendimiento e iniciativas incipientes dispuestas a agregar valor. De acuerdo con algunos datos que maneja Betancourt, para el año 2015 se produjeron 16.461 toneladas de cacao, de las cuales 13.169 fueron corrientes y 3.292 fermentadas.

De esa producción, se calcula que Barlovento aportó aproximadamente unas 3500 toneladas, de las que unas 1000 toneladas fueron fermentadas y 2500 corrientes. De esa forma, la subregión de Barlovento estaría aportando cerca del 22% de la producción nacional de cacao y al mismo tiempo el 30% del cacao fermentado del país.

Barlovento ¿Zona de paz?

Pero también persiste una situación de inseguridad caracterizada por la acción delictiva y el control territorial que ejercen grupos armados dedicados al narcotráfico, la extorsión y el secuestro, lo que obliga a productores a abandonar sus fincas para preservar sus vidas.

La respuesta del Gobierno Nacional ha sido la creación de las zonas de paz, programa creado para propiciar una tregua entre las bandas a cambio de ciertos beneficios socioeconómicos. Como parte de este pacto, se prohibió el ingreso de los funcionarios policiales a estas zonas.

Con esta iniciativa no han llegado soluciones, pero sí nuevos problemas. Es eso lo que creen diversas Organizaciones No Gubernamentales que califican de débil esta política gubernamental, ya que estos grupos han ampliado el poder que ya tenían y los delitos se han recrudecido, dejando al Estado fuera de su deber de garantizar la seguridad de las comunidades.

De manera similar, Betancourt considera necesario un programa serio con la participación del Estado y los diversos actores vinculados al tema. Solo así, libre de violencia y teniendo como norte mejorar la calidad de vida de los productores, sus familias y las comunidades; podríamos considerar a Barlovento un atractivo centro de desarrollo agroturístico con el cacao como eje de la actividad productiva, gracias a su producto emblema: el Carenero Superior.

ALTO CAURA

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Por Yuly Carreño

La cuenca del río Caura es considerada una de las áreas boscosas más importantes del mundo, dada su gran variedad de especies animales y vegetales, su potente caudal de agua y su diversidad cultural.

Se ubica al suroeste de Venezuela y abarca los municipios Sucre y Cedeño del estado Bolívar, el más extenso del país. Es un territorio de cinco millones de hectáreas que alberga Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) tan importantes como el Parque Nacional Jawa Sarisariñama y la Reserva Forestal El Caura, decretada así desde 1969 por los valiosos bosques que posee.

Según datos manejados por diversas instituciones, entre ellas Fundación La Salle, la cuenca del río Caura posee el 32% de las especies animales registradas en Venezuela, incluyendo 168 mamíferos, 475 especies de aves y 441 especies de peces; además del 17% de la diversidad vegetal del país.

Científicos la consideran “una de las últimas fronteras forestales de bosques húmedos del planeta que se conserva prístina”, cualidad que le permite combatir el calentamiento global, al producir más de 700 millones de toneladas de carbono y cerca del 0,14% del oxígeno del planeta.

Si bien el Alto Caura no es una zona de cultivo tradicional del cacao (el estado Bolívar ni siquiera figura como entidad productora de cacao del país), varias comunidades indígenas integradas principalmente por la etnia yekuana, han apostado por este rubro para fortalecer su economía.

Una aventura 100% fluvial
Los Yekuana buscan una mejor calidad de vida a través del cacao

Ruta de aventura 

La ruta no es nada sencilla. Es un largo y extenuante recorrido, pero a la vez una experiencia inolvidable repleta de extraordinarias vistas y el contacto con la cultura de un territorio único en el mundo.

El itinerario lo iniciamos en Ciudad Bolívar hacia la población de Maripa, capital del municipio Sucre, uno de los 11 municipios del estado Bolívar. Hay que transitar por la troncal 19 aproximadamente 232 kilómetros durante unas tres horas. Luego, desde el Puerto de Maripa, comienza un exigente viaje en curiara por el caudaloso río Caura, el tercero más grande del país.

Es una travesía de 12 horas continuas navegando por el río. Toda una aventura. Acompañada, eso sí, de fascinantes y magníficos paisajes. Desde allí se destacan las comunidades Las Trincheras, Nichare y el Campamento El Playón, el último lugar de navegación por el río (base del Salto Pará).

Aripao, Bejuquero, Cochino, La Colonial, Por la mar, Puerto Cabello, La Poncha, Chaparro, Fortuna, Palmar, Zuapire, son otras comunidades cercanas habitadas por indígenas de distintas etnias como pemones, yekuanas y sanemas, ubicadas a orillas del río Caura.

Cascada única

El mayor atractivo turístico de la zona es el Salto Pará, al que también llaman Salto de Las Pavas o Salto Cuyuvi. Se estima que aporta un caudal de 2050 metros cúbicos de agua por segundo. A esta admirable cascada solo se puede llegar a pie luego de una caminata de al menos tres horas.

El desafío de andar en medio de la selva, en contacto con un invaluable territorio de flora y fauna privilegiadas, por momentos queda rezagado al encontrarse con esta imponente caída de agua que, en época de lluvias, supera a las Cataratas Victoria en la frontera de Zambia y Zimbabue en África, y a las Cataratas de Iguazú en la frontera entre Brasil y Argentina.

El ingeniero Francisco Betancourt guía a los yekuana en el proceso de siembra y cosecha de cacao
El ingeniero Francisco Betancourt guía a los yekuana en el proceso de siembra y cosecha de cacao

Genuino interés 

Después de este salto, el trayecto continúa unas horas más pasando por el sector llamado Entre Ríos, donde confluyen las aguas del río Caura y el río Erebato hasta llegar a la comunidad de Anadekeña Sodiña, (que en lengua yekuana significa Boca de Piña), ubicada en la cuenca alta del río Caura.

Aún es una zona muy incipiente si la comparamos con otras regiones productoras del país, pero aquí los productores indígenas tienen un genuino interés en aprender sobre cacao. Lo demuestra la iniciativa de agruparse en la Asociación de Productores de Cacao de la comunidad de Anadekeña Sodiña, con un objetivo en común: el aprovechamiento de las bondades del legendario fruto.

Y aunque la cuenca del Caura es más conocida por los efectos ambientales de la minería ilegal que por su producción agrícola, en algunas zonas hay un potencial para la producción cacaotera que, bajo condiciones adecuadas, permite el desarrollo sustentable de sus habitantes.

Al menos eso creen en Chocolates El Rey. En esta lejana geografía estuvo el ingeniero agrónomo Francisco Betancourt, quien en representación de esta reconocida empresa realizó un diagnóstico de la situación técnica de las plantaciones de cacao y su calidad.

En Anadekeña Sodiña se destacan “plantas de genética trinitaria de no más de 10 años encepadas y sin poda de formación alguna, con entre tres y cinco mazorcas por planta en época de baja cosecha lo que es una buena señal. Las distancias de siembra regularmente de 3x3m y algunas de 3x4m prácticamente sin plantas faltantes, en algunos casos sombra excesiva y en otros sombra insuficiente, sin enfermedades de importancia como escoba de bruja o gota que son las más comunes en cacaotales en esta condición, esto sin duda es un buen augurio”, explica el también Gerente de asuntos agrícolas de Chocolates El Rey.

Los Yekuana buscan una mejor calidad de vida a través del cacao
Los Yekuana buscan una mejor calidad de vida a través del cacao

Asistencia para mejorar

Ante el desconocimiento de técnicas para tratar de forma apropiada el cacao, los productores de Anadekeña Sodiña lo manejan de forma idéntica a como llevan el conuco, a través de la tala, quema y limpieza de la zona.

Para Francisco Betancourt son necesarias técnicas que mejoren la calidad del cultivo del cacao, como por ejemplo “no talar todo el bosque y realizar una poda selectiva de árboles de sombra permanente que no sirvan. La verdad es que nadie les había dicho que esto se podía hacer y eso pone de manifiesto que requieren mucha asistencia técnica”.

El interés de las comunidades por el cacao incluye otros aspectos como el proceso de injertar, el abono, el secado y la fermentación de los granos.

Las mujeres son y serán símbolo del trabajo con cacao en Venezuela
Las mujeres son y serán símbolo del trabajo con cacao en Venezuela

Fermentación y secado

Dentro de las muestras de cacao de estas comunidades indígenas se distinguen cacaos F1 (cacao fino de primera que consiste en un grano fermentado) y algunos insuficientemente fermentados F2 (cacao fino de segunda que corresponde al grano no fermentado).

“Detectamos algunas fallas como cajones muy bajos que impiden que la masa fermentante llegue a temperaturas adecuadas y por ende a una insuficiente fermentación, solo cinco días de fermentación en algunos casos y falta de estandarización de los protocolos de secado”.

A pesar de estas deficiencias, los productores de la zona han logrado, por ejemplo, mantener un almacén de grano muy bien organizado en el que “los sacos están ordenados y marcados con el nombre de cada productor, llevan un cuaderno con los datos de producción anual, además de un control de mermas por pesaje cada mes. Los sacos están envueltos inicialmente en bolsas plásticas y luego en un saco poroso de material sintético de color blanco, en mi criterio almacenado con humedades por debajo del 8%, están embalados así porque debe ser transportado por el mismo río, raudales y montaña”.

El tema “costos” es un dilema a la hora de transportar productos hasta allí
El tema “costos” es un dilema a la hora de transportar productos hasta allí

Traslado y financiamiento

El tema de los costos asociados al traslado es otro de los aspectos fundamentales para los cacaoteros, considerando las largas distancias que los separan de Maripa, donde se vende el cacao, entre otros, a la reconocida Agropecuaria Aprocao.

Este y otros aspectos son primordiales para el mejoramiento definitivo de la calidad del cacao que se produce no solo en Anadekeña Sodiña, sino en otras comunidades como Santa María de Erebato, donde los productores también están interesados en capacitarse en el manejo agronómico del cacao.

La iniciativa que han tenido los indígenas de estas comunidades requiere un gran impulso. El financiamiento para una infraestructura de almacenamiento en Maripa, la donación de herramientas para la poda (como motosierras extensibles o tijeras) y establecer relaciones comerciales directas con algunas empresas interesadas en comprar el cacao que allí se produce, como es el caso de Chocolates El Rey, representan algunas de las necesidades de los productores yekuanas.

En estos tiempos de austeridad y fluctuación de precios en industrias como el petróleo o la minería, el cacao del Alto Caura se destaca como una planta mítica y legendaria, custodiada celosamente por pueblos originarios que buscan preservar su acervo cultural.

Quizás llevada por Dios a los confines de este antiguo territorio, sin duda espera convertirse en una importante fuente de ingresos para el futuro de esta y nuevas generaciones.

Guarataro

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Por Yuly Carreño

Fotos: Liliana Elías

Sin tradición cacaotera, pero con un extraordinario potencial agrícola, el estado Bolívar, ubicado en la región suroriental de Venezuela, posee un futuro prometedor como productor de cacao venezolano.

Y es que, aunque es conocido por sus riquezas minerales como el oro y el hierro, la generación de energía hidroeléctrica y las industrias de Guayana, creadas como la alternativa no petrolera del país, es también una tierra privilegiada para el desarrollo de diversos cultivos.

El cacao es, quizás, el más importante de ellos. Su histórica trayectoria como rubro estratégico para la economía venezolana y su gran potencial, lo convierten en una alternativa ante los evidentes problemas de producción de recursos no renovables como el petróleo.

Entre otros sectores, en el estado Bolívar este “oro dulce” está presente en la población de Guarataro, comunidad con gran vocación agrícola ubicada en el municipio Sucre, donde es indudable el progresivo interés por el cultivo y procesamiento del cacao.

Gran parte de la vía es de tierra y sólo puede accederse a ella en vehículos 4×4
Gran parte de la vía es de tierra y sólo puede accederse a ella en vehículos 4×4

Ruta naciente

Allí se destaca un grupo de al menos 30 o 40 productores, quienes aprovechan las incontables propiedades del generoso fruto. Es una ruta única que iniciamos en Ciudad Bolívar. Hay que tomar la troncal 19 vía Maripa, capital del municipio Sucre.

Uno de los sectores de importancia en este recorrido es La Reforma, ubicado justo en la primera intersección de esta vía. Luego continuamos hacia La Zamura, zona montañosa emblemática donde se ubican los productores más antiguos. Específicamente en el sector Palo Quemao se distingue el trabajo de Gerardo Velasco, considerado el productor de mayor trayectoria.

Él forma parte de un grupo de migrantes colombianos que llegaron a estas tierras hace más de 30 años, aportando el conocimiento y tradición cacaotera de su país. Junto a otros agricultores del estado Sucre y poblaciones como Ciudad Bolívar, son considerados los pioneros.

El cacao Guarataro, como se le ha denominado al tipo que allí se produce (también se le llama así para distinguirlo del cacao del Alto Caura o cacao yekuana) anteriormente representaba un porcentaje ínfimo. Pero ahora ha tomado impulso.

Este es un laberinto de 10 hectáreas con amplia variedad de cacaos, incluso 100% amazónicos

Mosaico genético

En esta ruta, también se encuentran sectores como La Luisa, a donde han llegado productores de otras latitudes, atraídos los por bondadosos suelos y las favorecedoras condiciones climáticas.

El cacao es una opción cada vez más atractiva. El incremento del precio en el mercado mundial, es apenas una de las muchas razones por las que esta semilla se ha convertido en una alternativa de subsistencia para los productores venezolanos.

El economista Albe Gorrin, está convencido de ello. Para él, el cacao representa una excelente inversión. Sostiene que expertos agrónomos de diferentes regiones del país han elogiado la variedad y calidad de los tipos de cacao que existen en Guarataro.

“Hay un mosaico genético representado por más de nueve tipos de cacao venezolano con características particulares, entre ellos el criollo porcelana. Son híbridos tan especiales que no tienen nada que envidiarle a ningún cacao del resto del país”, explica el también directivo de la Cámara de Comercio e Industrias del estado Bolívar, gremio a través del cual se ha dedicado a promover el potencial cacaotero de esta entidad.

Sin importar la época del año, las matas de Guarataro siempre están cargadas de cacao

Precoces pero productivas

Además de poseer plantaciones bastante sanas con tipos genéticos de alta calidad, los árboles de Guarataro son precoces y esa es una condición que permite “tener cacao durante todo el año”.

Tal como sostiene el también propietario de Cacao Guarataro C.A, “las condiciones de suelo y clima favorecen tanto que mientras en otras zonas del país una planta de cacao empieza a producir a partir de los cuatro o cinco años, aquí antes de los dos años ya puede estar cargada”.

Eso es muy bueno porque bien manejadas (por sistema de riego) se producen al menos cuatro cosechas anuales. “En zonas como Barlovento y Sur del Lago hay lugares donde llueve mucho durante todo el año, lo que influye en el cultivo. Tenemos una ventaja comparativa importante con el resto del país”.

Gerardo Velasco, productor de cacao en Guarataro con más de 35 años de experiencia

Esfuerzo propio

Quizás el mayor mérito de los productores de Guarataro es haber iniciado y mantenido un movimiento sin el aporte de programas gubernamentales, como sí ha ocurrido en otras zonas cacaoteras de Venezuela.

La inversión es propia. También lo es la identidad de un cacao que, bajo la utilización de los procedimientos adecuados, puede convertirse en referencia nacional e internacional.

También es necesario el apoyo de políticas públicas en otras áreas, por ejemplo, la vialidad, uno de los problemas más graves de la zona. Albe Gorrin lo precisa: “tenemos el apoyo de gente que quiere invertir dado el potencial, pero esto influye y es responsabilidad del gobierno nacional”.

Además destaca que las tierras no han sido afectadas por las expropiaciones como sí ha ocurrido en otros estados y eso debe ser aprovechado, “tenemos una relativa tranquilidad en comparación con otras zonas”, expresa. “El precio cada día ha ido en aumento. La demanda se ha ido incrementando por la incorporación de países como China y Rusia. Son buenas noticias para todos los productores, este rubro visto a futuro es una muy buena inversión”, insiste.

El futuro chocolate Guarataro

El cacao que se produce en Guarataro ya está fermentado; sin embargo, el proceso presenta deficiencias que afectan la calidad. Esas fallas, son precisamente las que hay que superar para emprender otros proyectos como la fabricación de chocolate, hasta ahora inexistente en el estado Bolívar.

Y ese parece ser el norte. Albe Gorrin indica que incluso ya se han hecho pruebas con resultados satisfactorios. Por ahora solo se trata de una fase experimental, pero no duda que más temprano que tarde será una realidad.

“Lo importante es que utilicemos el cacao nuestro, hecho aquí, y para eso tenemos que promoverlo”, dice mientras destaca que la meta es que sea conocido como cacao Guarataro o al menos como el cacao del estado Bolívar.

Aprovechando el impulso de hoy en día, no duda que será un producto adaptado a los estándares internacionales, tal como ocurre con el cacao de Chuao o de Paria.

Desafíos

Incrementar y mejorar el cultivo del cacao Guarataro conlleva grandes desafíos. Uno de ellos, exaltar la identidad del producto y así destacar las fortalezas de la iniciativa local, desde la siembra de las plantaciones hasta la comercialización.

La principal preocupación desde la Cámara de Comercio e Industrias del estado Bolívar es que se reconozca el trabajo de los productores. “Casi toda la producción se va a Miranda y entra a las cifras de esa zona. No es manejado como cacao del estado Bolívar y así no es posible dar a conocer el trabajo que se viene realizando”.

Como ocurre en otras zonas del país, los productores de Guarataro también necesitan asistencia y acompañamiento técnico para mejorar la calidad de sus plantaciones y aumentar los niveles de producción.

Albe Gorrin indica que “la idea es traer técnicos y especialistas que orienten y corrijan muchas de las prácticas en la siembra y preparación de la semilla”.

Además de la producción cacaotera en Guarataro, Gorrin destaca otras actividades locales como el cultivo de la sarrapia o la promoción de un importante movimiento gastronómico en Ciudad Bolívar, como vías para promover y aportar al desarrollo de la capital del estado.

De regreso al campo

Es indudable la gran variedad de riquezas de la región de Guayana. Oro, aluminio, hierro, diamante, bauxita, coltrán y muchos otros. Minerales con una importante comercialización a escala mundial y promotores de una economía altamente rentable.

Sin embargo, el cacao representa el regreso a ese campo que, a diferencia de la minería o el petróleo, es fuente inagotable de recursos.

Si la comparamos con el resto del país Guarataro aún es una zona muy nueva. Pese a eso, los augurios son positivos. Es innegable que seguimos buscando recuperar ese sitial de honor que antes tuvimos y que aún hoy nos identifica como el país con el mejor cacao del mundo.

Aún hay mucho por hacer. Pero la dedicación y pasión que le han puesto los productores de Guarataro al cultivo del cacao nos única más cerca de la meta de convertirnos en productores importantes del aclamado y reconocido cacao venezolano. ¿Y por qué no?, en fabricantes de un chocolate único, con identidad, y sabor y aroma característicos del sur de Venezuela.

Glosario: términos de cacao y chocolate para conocer

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Con la colaboración de: Ing.Andreina Portillo y Profesora Elevina Pérez

Para los productores y maestros chocolateros, estas palabras forman parte de su idioma habitual, pero ¿qué pasa con el resto de los mortales que delira por un buen chocolate y ansía conocer más sobre la jerga cacaotera?

Desde Vivaelcacao.com, y de la mano de la ingeniero agrónomo de Fundacacao, Andreina Portillo, y de la experta en alimentos y profesora de la Universidad Central de Venezuela, Elevina Pérez, lo invitamos a saciar la curiosidad y descubrir el significado de términos que quizá ha escuchado en algún momento. Le aseguramos que luego de entenderlos, será mucho más fácil y divertido pasar cerquita de un experto y hablar del tema con él.

  1. Análogos del chocolate: son los productos homogéneos preparados a partir de cacao en polvo, grasa vegetal, fécula, adicionados o no de manteca de cacao, licor de cacao, azúcar, edulcorante, sólidos de leche y aditivos permitidos (COVENIN 3585:2000).
  2. Bean to bar: esta tendencia se popularizó en Norteamérica hace poco más de una década, y se refiere a la forma artesanal, pero refinada, de hacer chocolate en barras; de ahí que su traducción textual sea “del grano a la barra”. El grano no es sometido a prensado y el chocolate se obtiene al mezclar solo licor o pasta de caco con azúcar.
  3. Buenas Prácticas Agrícolas (BPA): es un conjunto de principios, normas y recomendaciones técnicas aplicables a la producción, procesamiento y transporte de alimentos, orientadas a asegurar la protección de la higiene, la salud humana y el medio ambiente, mediante métodos ecológicamente seguros, higiénicamente aceptables y económicamente factibles.
  4. Buenas Prácticas de Fabricación (BPF): es una recopilación de reglas generales, procedimientos y prácticas que en conjunto proveen una guía de lo aceptable y lo inaceptable dentro de la industria alimentaria.
  5. Cacao: es un árbol tropical nativo de las selvas del Amazonas y según otros estudios, también del Sur del Lago de Maracaibo. Posee una copa densa, las hojas adultas son completamente verdes, flores insertadas sobre el tallo o ramas, son de color blanco o rosado, el fruto es una drupa normalmente conocida como mazorca o maraca. El árbol del cacao normalmente alcanza una altura entre 6 a 20 metros.
  6. Cacao Criollo: caracterizado por un fruto con frecuencia alargado, con punta pronunciada, doblada y aguda; la superficie es generalmente rugosa, delgada, de color verde frecuentemente con salpicaduras de color rojo a púrpura oscuro y marcada por 10 surcos muy profundos; los granos son grandes, gruesos, de sección casi redonda con los cotiledones blancos o muy ligeramente pigmentados (Navarro y Mendoza, 2006). Es el tipo de cacao con más sabor y aroma de todos.
  7. Cacao en baba: es el grano de cacao luego de desgranado, se coloca en un recipiente plástico con capacidad de 18 kg aproximadamente, a este recipiente se le denomina lata de cacao. El rendimiento de cada lata de cacao debe ser entre 6,2 a 6,5 kg de cacao seco.
  8. Cacao extrafino: Es el grano de cacao producido por las variedades de árboles denominados “criollos”, de almendra de cotiledón blando a blanco rosáceo tenue, cuyos granos estén bien fermentados (mayor del 70%), de sección transversal casi circular, y que cumpla con los requisitos establecidos, exentos de olores extraños al característico de este grano y de cualquier otro signo de adulteración.
  9. Cacao fino de aroma: según Álvarez y Col 2007 lo define como almendras con alto potencial aromático y otras bondades sensoriales que los distinguen de los demás. El cacao fino posee características distintivas de aroma y bajo contenido de sustancias amargas.
  10. Cacao fino de primera (fermentado o F1): Es el cacao formado por granos híbridos fermentados provenientes de cacaos tipo Trinitarios Forasteros (también llamados en Venezuela Forastero) que han sido sometidos al proceso de fermentación con grado mayor o igual al 80%, exentos de olores extraños al característicos de este grano y de cualquier otro signo de adulteración.
  11. Cacao fino de segunda (fermentado, corriente, ordinario o F2): Es el cacao formado por granos híbridos provenientes de cacaos tipo Trinitarios Forasteros (también llamados en Venezuela forasteros), que se diferencian del cacao fino de primera por el grado de fermentación, porque sus granos no han sido sometidos a este proceso o éste se ha realizado en forma deficiente.
  12. Cacao Forastero: el fruto tiene generalmente forma ovalada y corta, de color verde o amarillo cuando madura, con una superficie lisa. El pericarpio es espeso y difícil de cortar; posee granos pequeños y más o menos aplastados, de un color entre púrpura claro y oscuro (Navarro y Mendoza, 2006)Son más resistentes al ambiente y a las plagas, pero su sabor y aroma no son tan notables como los del Cacao Criollo.
  13. Cacao Trinitario: de origen híbrido entre Criollo y Forastero, los cacaos de tipo Trinitario poseen características intermediarias entre ambos grupos. El color de las almendras, varía entre el blanco de los Criollos y el oscuro del Forastero (Navarro y Mendoza, 2006). Del mismo modo, poseen características aromáticas mucho más marcadas que el Forastero.
  14. Cadmio: es un metal pesado del grupo de los elementos de transición,  su  presencia en las semillas del CACAO y su trasmisión directa al chocolate de consumo humano; es de gran preocupación a nivel mundial; pues se acumula en el organismo y es responsable de enfermedades graves para el ser humano; ya que es tóxico, acumulativo en el organismo, del alta permanencia  y se moviliza a través de agua y aire.
  15. Caulifloro: el cacao es caulifloro, ya que sus flores y frutos se producen en el tallo y ramas del árbol.
  16. Chocolate: es el producto homogéneo preparado a partir del licor de cacao, manteca de cacao, con la adición o no de azúcar, edulcorantes, sólidos de leche, grasa vegetal hasta un 5% y los aditivos permitidos (COVENIN 52:1999)
  17. Chocolate Blanco: en su fabricación no se utiliza licor de cacao sino manteca de cacao combinada con leche en polvo y azúcar.
  18. Chocolate con Leche: es aquel que resulta de la combinación de licor de cacao, manteca de cacao, leche en polvo y azúcar. Contiene aproximadamente un 35 % de licor de cacao. Su ingrediente de mayor proporción es la leche en polvo y azúcar.
  19. Chocolate de Taza: es el chocolate oscuro pero se le adiciona un poco de fécula para que pueda espesar. Normalmente se disuelve en leche.
  20. Chocolate Oscuro, negro, bitter o amargo: es aquel que resulta de la combinación de licor de cacao, manteca de cacao y azúcar. Debe de contener mínimo un 45% de licor de cacao.
  21. Cobertura de chocolate: es la que utilizan los pasteleros y chocolateros para elaborar postres. Es chocolate con una proporción de 30% de manteca de cacao.
  22. Conchado: consiste en una agitación intensa y una ventilación de la pasta de chocolate, efectuadas a una temperatura que oscila entre 70 ° C y 90 ° C, durante varias horas a fin de mejorar la textura, eliminar humedad y acidez en el chocolate.
  23. Crecimiento ortotrópico: crecimiento vertical del árbol de cacao.
  24. Crecimiento plagiotrópico: crecimiento horizontal del árbol de cacao.
  25. Derivados del cacao: productos obtenidos del cacao en grano descascarillado, tales como: pasta de cacao, torta de cacao, manteca de cacao y mezclas de estos productos con azúcares y/o ingredientes opcionales.
  26. Descascarillado: es la eliminación de la cascara de la almendra de cacao, esta labor se puede realizar de manera manual o mecánica.
  27. Fermentación: Es el proceso que comprende la eliminación de la baba o mucílago del cacao, muerte del embrión y la formación (dentro de la almendra) de sustancias precursoras del sabor y aroma de chocolate.
  28. Fitoquímicos: sustancias que se encuentran en los alimentos de origen vegetal, biológicamente activas, ​ que no son nutrientes esenciales para la vida (por lo menos a corto plazo), pero tienen efectos positivos en la salud.
  29. Grano de cacao: es la almendra del fruto del árbol del cacao, sana, limpia, fermentada o no, secada, sin mucilago y sin restos de cascara (COVENIN 50:1995, 2darevisión).
  30. Grano fermentado: Es el grano que, al cortarlo longitudinalmente por la sección transversal, presenta en las dos caras de la almendra surcos bien definidos y profundos, cascarilla muy frágil y color marrón oscuro (cacaos forasteros y trinitarios) y marrón claro (cacaos criollos).
  31. Grano germinado: Es el grano de cacao cuya cascarilla ha sido perforada o rota por el crecimiento de la radícula de la semilla, exponiéndola al ataque de hongos e insectos (COVENIN 50:1995, 2da revisión).
  32. Grano mohoso: Es el grano en cuyas partes internas o externas se aprecian mohos a simple vista (COVENIN 50:1995, 2da revisión).
  33. Grano parcialmente fermentado: Es el grano de cacao que al cortarlo longitudinalmente por la sección transversal presenta, en las dos caras de la almendra, surcos poco profundos, bordes compactados, cascarilla moderadamente frágil y color marrón violáceo (cacaos forasteros y trinitarios) y marrón claro (cacaos criollos).
  34. Grano pizarroso: es el grano de cacao, que la cortarlo longitudinalmente por la sección transversal, su masa presenta una textura lisa, compacta, generalmente de color pizarra u oscuro (COVENIN 50:1995, 2da revisión).
  35. Grano plano o pasilla: es el grano de cacao en el cual los dos cotiledones son tan finos que no es posible obtener una superficie de cotiledón al cortarlo, es decir, tiene menos de 5 mm de espesor medido entre las dos caras planas (COVENIN 50:1995, 2darevisión).
  36. Granos dañados por insectos: Es el grano de cacao en cuyo interior o exterior se detectan insectos en cualquier fase de desarrollo (huevos, larvas, adultos) o ha sido atacado por insectos que han dañado la almendra en forma visible (COVENIN 50:1995, 2da revisión).
  37. Granos de cacao seco: Es el grano que ha sido secado de una manera uniforme y cuyo contenido de humedad está entre 7 al 8% (COVENIN 50:1995, 2da revisión).
  38. Índice de mazorca: es la cantidad de mazorcas necesarias para obtener 1 kg de cacao fermentado o no y seco.
  39. Índice de semilla: es el peso promedio de 100 granos de cacao fermentado o no y secos.
  40. Injerto: es la propagación asexual más utilizada en el cultivo de cacao, es el injerto, que consiste en unir una yema (copa) de un árbol con características deseables con una planta (patrón) producida en vivero que es más resistente a condiciones adversas. La nueva planta será igual a la que se le tomó la yema.
  41. Inocuidad: es la garantía de que no causará daño al consumidor, cuando sea preparado o ingerido y de acuerdo con el uso a que se destine.
  42. Licor de cacao (masa o pasta de cacao): es el producto obtenido mediante la molienda de las semillas de cacao fermentadas o no, tostadas, descascarilladas, desprovistas de embriones e impurezas (COVENIN, 1480:1998, 2da revisión).
  43. Licor de cacao tratado: es el producto obtenido mediante la molienda de las semillas de cacao fermentadas o no, tostadas, descascarilladas, desprovistas de embriones e impurezas, la cual se le puede agregar o no agentes alcalinizantes, acidificantes y emulsificantes (COVENIN, 1480:1998, 2da revisión).
  44. Linalol: Es un terpeno con un grupo alcohol cuya forma natural es común en muchas flores y plantas aromáticas. Este constituyente de la fracción volátil del cacao juega un papel importante en la percepción del atributo sensorial conocido como floral y que comúnmente se conoce como sabor “Arriba”, una característica única de la variedad Nacional.
  45. Manteca de cacao: Producto semisólido, de aspecto graso a temperatura ambiente, de color blanco o ligeramente amarillento, obtenido por el procesamiento de los granos de cacao, que se obtiene por extracción mecánica o por solventes.
  46. Materias o cuerpos extraños (Impurezas): Es cualquier sustancia que no sea grano de cacao, como: pedazos de mecatillo, piedra, insecto, trozos de madera o palo, entre otros.
  47. Micorrizas: son órganos formados por la raíz de una planta y el micelio de un hongo; usualmente Elaphomyces. Funcionan simbióticamente como un sistema de absorción que se extiende por el suelo y es capaz de proporcionar agua y nutrientes (nitrógeno y fósforo principalmente) a la planta y proteger las raíces contra algunas enfermedades y asimismo proporcionar nutrientes al hongo desde la planta.
  48. Metilxantinas: grupo de alcaloides que se encuentran en el cacao estimulantes del Sistema Nervioso Central (SNC), las cuales son la teofilina (té), la teobromina (cacao, chocolate) y la cafeína (café).
  49. Nibs de cacao: son trozos o puntas de cacao tostado, se obtienen luego que las semillas son tostadas y descascarilladas y finalmente son machacadas o troceadas.
  50. Patio de secado: Área destinada al secado de los granos bien sea luego de la fermentación o de la cosecha. Normalmente son hechos de cemento o madera dulce.
  51. Poda en cacao: Esta es una técnica que consiste en eliminar todos los chupones y ramas innecesarias, así como también las partes enfermas y muertas del árbol. Es una labor cultural de gran importancia por su efecto directo sobre el crecimiento y producción de este cultivo.
  52. Polifenoles: son un grupo de sustancias químicas encontradas en las plantas caracterizadas por la presencia de más de un grupo fenol por molécula.  Aunque son primariamente conocidos por sus propiedades antioxidantes, la mayor parte de los polifenoles exhibe, además, otras actividades biológicas potencialmente beneficiosas para la salud
  53. Polvo de cacao: es el producto obtenido luego de la pulverización de la torta de cacao.
  54. Prueba de corte: es un método que consiste en cortar longitudinalmente los granos de cacao y efectuar un análisis visual de las dos caras del cotiledón, para determinar los posibles defectos que puedan presentar, así como el grado fermentación (COVENIN, 424-1995).
  55. Secado: es una etapa del beneficio del cacao en la que se elimina el exceso de humedad de los granos por calentamiento por exposición al sol y comienza la formación del aroma y sabor a chocolate.
  56. Templado o temperado: es el proceso mediante el cual al chocolate se somete a cambios de temperatura con el fin de provocar la formación de los cristales más estables Beta o V de la grasa (Manteca de cacao) la cual es polimórfica y está formada por 4 cristales: Gamma, Alfa, Beta y Beta`.
  57. Torta de cacao: es el producto que resulta luego de la separación de la manteca por presión del licor o masa del cacao (COVENIN, 1479:1998, 2da revisión).
  58. Trazabilidad: Capacidad para seguir la historia, la aplicación o localización de todo aquello que está bajo consideración. El origen de los materiales y las partes, la historia del procesamiento, la distribución y localización del producto después de su entrega (ISO 9000:2000).
  59. Tree to bar: del árbol a la barra, tendencia que garantiza la trazabilidad en el chocolate, el origen genético del cacao.
  60. Vivero de cacao: Se refiere al sitio donde previamente se forman las plántulas de cacao, para su posterior siembra en el sitio definitivo.

Helen López Vásquez: “Me veo abriendo fábricas de chocolate Bean to Bar”

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Juan Pablo Crespo (juanpamark)

En su poder tiene más de 300 tabletas de chocolate,  “y las que faltan”, como ella misma suele decir.  Las cuida como si se tratase de un recién descubierto tesoro que por siglos durmió en el fondo del Atlántico que separa a Venezuela y España. Helen López Vásquez, mejor conocida como Helen Chocolate, no solo es la embajadora por excelencia del cacao venezolano en la madre patria, es una evangelizadora del chocolate fino más allá del que se pueda elaborar por  Francia, Suiza o Bélgica, además es una pionera que apunta muy alto, siempre con su origen a cuestas.

Helen tiene 10 años radicada en España y los últimos cinco dedicados a la cata de chocolate, una actividad que inició desde cero y ahora es toda una referencia, aunque alrededor del dulce desarrolla una variopinta agenda de actividades.

La caraqueña es además una trotamundos del chocolate porque “no existe” una feria importante a la que no haya dicho “presente”: París, Londres, Bélgica, Tokio… Empaparse del movimiento Bean to Bar y del chocolate fino con la crema innata de estos sectores ha sido para ella un norte siempre a seguir. “La idea es crear el año que viene la escuela de Bean to Bar en España. Me veo estableciendo fábricas de chocolate bean to bar.

Confiesa que cuando llega a una feria y se enteran que es oriunda de la paria de Bolívar, la persiguen buscando la manera de conseguir cacao venezolano.

Raíces

Helen Chocolate es una periodista egresada de la Universidad Central de Venezuela que se desarrolló en la fuente gastronómica tras salir de las aulas, aunque posee un doctorado en Relaciones Internacionales. A España llegó con una beca por seis meses y para poder extender la visa de estudiante se formó también en áreas como Marketing y Lenguaje de Medios.

Su familia es de Río Caribe, en el estado Sucre (nororiente costero venezolano), caracterizado por poseer unos exquisitos cacaos. Aunque creció en Caracas, recuerda con amor aquellas visitas al pintoresco pueblo. “Allí estuve, conociendo el cacao y su tierra. Es un olor intenso que queda guardado en la memoria. En las haciendas cacaoteras existe un conocimiento que ningún libro contiene”.

-Tú dices que tienes el mejor trabajo del mundo, aunque quienes aman su trabajo dicen lo mismo, en tu caso, ¿cómo justificas que el tuyo es el mejor?

-Bueno, primero, me dedico a lo que realmente más me gusta y, segundo, este trabajo lo diseñó yo. Antes en España no existía nadie que se dedicara a catar únicamente chocolate, a pesar que este país tiene una cultura gastronómica muy importante, con catas de prácticamente todo. Así que detecté la oportunidad de abrir un camino y ser pionera, a pesar que España es uno de los países de Europa que menos chocolate consume. El chocolate es además el único alimento que genera felicidad.

-¿Y cómo nació la idea de estas catas que tú ofreces?

Mis catas surgieron en Venezuela, donde pasaba la Navidad. Pero cuando tenía ya unos siete años en España regresé en tres ocasiones seguidas, en las que pude asistir a distintas catas de chocolate. De esta manera me di cuenta que Venezuela es un país con bastante y excelente chocolate, algo que no se repite mucho en otras latitudes. Así despertó el gusanillo. En España comencé las catas con fines benéficos. Recogí fondos para enviar medicinas y juguetes para niños en escuelas venezolanas. Las catas funcionaron y me pregunté ¿por qué no dedicarme a esto que me ha gustado toda la vida?

Al principio ofrecía solo chocolates venezolanos que me traían amigos o conocidos en sus maletas. Me llamaron de Maiquetía porque se sintieron identificados con la iniciativa y empezaron a enviarme chocolates. Ofrecía, por ejemplo, Icoa de El Rey, el mejor chocolate blanco del mundo, Irapa, también de El Rey; Canoabo, de Franceschi, otro de los mejores del planeta en su estilo oscuro, así como algunos del movimiento Bean to Bar como Mis Poemas y los de Cacao de Origen de María Fernanda Di Giacobbe.

La vuelta al mundo

La idea es pasearse y conocer a fondo el excelente chocolate que se hace en el planeta más allá de Francia o Suiza. ¡Permiso!,  llegó el sabor de Venezuela…

-¿Y luego?

-Después comencé a asistir a las ferias de chocolate del mundo para empaparme del movimiento Bean to Bar y del chocolate fino. Fui a Tokio, París, Londres y Bélgica. Comencé a entender que podía hablar de chocolate, de Venezuela y de América Latina.

Luego creé La vuelta al mundo en 8 chocolates para mostrarle a la gente que no solo en Suiza, Francia o Bélgica hay chocolates. El recorrido sensorial incluye Colombia, Ecuador, Hungría, Islandia, Lituania, Perú, Vietnam y Venezuela. Pasamos también por Francia porque este país tiene muchos chocolates con cacaos de América Latina.

Terminamos el recorrido con chocolates finos venezolanos, específicamente con Chocolates Franceschi. Finalizamos con Venezuela porque cuando lo hacíamos al revés la mayoría de los países quedaban mal parados, por decirlo de alguna manera, porque el chocolate venezolano abrumaba, era poner el listón demasiado alto. Lo que sucede es que el cacao de Venezuela genera muchísimos tonos, la gente descubre frutos secos, madera, regaliz, cítricos entre otros. Ojalá Venezuela tenga la fuerza para exportar a gran escala sus chocolates y cacaos. Cuando llego a una feria y saben que soy venezolana, me persiguen buscando la manera de conseguir cacao.

Ofrezco también catas más a medida del cliente y hacemos talleres de tabletas para niños.

 -España y Europa en general es tierra de grandes maestros pasteleros… ¿Alguno de ellos te han preguntado cómo conseguir más cacao venezolano?

– Sí, pero me ha pasado principalmente con aquellas personas que están en el mundo del Bean to Bar. Lo que pasa es que los pasteleros españoles, en gran medida, trabajan con Valrhona y son difícil de cambiar porque Valrhona es fácil de trabajar y está diseñada para la pastelería. No hay mucha innovación, apenas este año apareció Joan Roca, quien quiere hacer su chocolate y los presentó en San Sebastián Gastronómika, comprando habas de Perú y, por cierto, su asesora es una venezolana. En España también trabajan mucho con bases de Chocovic.

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– ¿Y qué les dices a esos emprendedores del movimiento Bean to Bar que no consiguen el cacao venezolano?

– A veces es descorazonador. He tratado de guiarlos con los posibles vendedores, es difícil por todo este tema de la exportación, es frustrante. A mí me envían pequeñas muestras para poder realizar mi trabajo, y comparto, por citar una medida, medio kilo, y cuando lo prueban me pregunta ¿cómo hago para conseguir una tonelada de cacao venezolano?

-Y si tuvieras el poder de tomar algunas medidas para mejorar la exportación de cacao venezolano, ¿qué harías?

– Primero, el control de cambio es una de las grandes desgracias para cualquier economía. Luego está el tema de la dificultad para exportar, en este punto tiene que ocurrir una flexibilización en los trámites. No tiene sentido que para exportar productos terminados tengas que cumplir con cerca de 80 pasos. Es necesario depurar el tema aduanal venezolano. Por su puesto, esto no tiene la prioridad que tienen otros problemas tan básicos como el acceso a las medicinas.

Una mirada al origen

Venezuela tiene en sus cacaos de origen una ventana de oportunidades. Nuestros chocolates no tienen techo.

-Volviendo al chocolate, ¿en el origen está nuestra fortaleza?

-Sí, ahora tenemos una tremenda oportunidad porque el mundo del chocolate está mucho más interesado en el tema del origen. Por primera vez en el planeta, la gente está al menos medianamente interesada en saber de dónde provino el cacao del chocolate que consume. Pero recordemos que en Venezuela se habla de origen desde hace mucho, el país lo viene practicando con los nombres de los chocolates que se ven en los empaques. Y esto es lo que precisamente hace fuerte a los chocolates de Venezuela tan reconocidos por sus orígenes. En las ferias internacionales se habla de Río Caribe, de Carenero, de Sur del Lago…, aunque también de  Esmeralda y de otros países.

Una mujer emprendedora y orgullosa de su herencia venezolana

-¿Y a dónde quieres llegar con tu trabajo?

-Siempre he dicho que España tiene una deuda que pagar con su chocolate. España fue el país que creó la mezcla de cacao y azúcar y eso siempre se lo digo a todos los españoles; y tiene que defenderlo además de hacer una estrategia de marketing alrededor de eso. Antes había aquí cientos de cientos de fábricas de chocolate, pero muchas ahora están abandonadas, y lo que se ha hecho es comprar en gran medida la cobertura de chocolate a Francia o Bélgica.  Me veo entonces fortaleciendo y sembrando ese amor por el chocolate para que la gente se sume cada vez más al movimiento global de Bean to Bar. La idea es crear el año que viene la escuela de Bean to Bar en España. Me veo estableciendo fábricas de chocolate bean to bar, del lado de la tableta o a pequeña escala. 

-¿Cómo ves el movimiento Bean to Bar en Venezuela?

Muy potente, sin embargo, una de las cosas más duras que tenemos por delante es vivir en un país lleno de cacao, pero sin la azúcar suficiente. En este sentido, estamos frente a un movimiento muy importante aunque llegará hasta donde se pueda conseguir la materia prima. En Venezuela vivimos una gran paradoja que creo no sucede en otro país: El precio de la azúcar es superior al del cacao. Faltaría también dar el paso de integrarlo a la cocina salada.

-¿Qué tendrán los chocolateros españoles que aprender de los chocolateros venezolanos, y viceversa?

-De Venezuela deben aprender sobre el origen, sobre todo en Europa deben entender que un chocolate de origen puede ser tan bueno como un chocolate elaborado en Suiza con materia prima de América Latina. La gente no cree que puedas tener una excelente cobertura con Chocolates El Rey. Venezuela, entre tanto, debe analizar la manera cómo España se ha convertido en uno de los países del mundo con mayor cantidad de productos con Denominación de Origen. Hablamos de vinos, mantequillas, aceites, naranjas, almendras… Creo pasan de las 400 denominaciones, una buena manera de vender al país. Así que debemos trabajar más por las denominaciones de origen, no solo las de cacao, sino de una larga lista de productos.

Helen Chocolate lleva en su sangre el cacao venezolano y en su corazón al chocolate. Una emprendedora que piensa en grande.

El ranking de las 6 entrevistas más leídas durante el 2016

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El 2016 fue un año revelador, importante para el sector  del cacao y chocolate nacional: una venezolana ganó el Basque Culinary World Price, considerado el “Premio Nóbel de Gastronomía”, nos referimos a María Fernanda Di Giacobbe; una vez más, la tableta Icoa de Chocolates El Rey triunfa como la mejor barra de chocolate blanco del mundo; nuevos productores se lanzan a la aventura de sembrar cacao y, con humildad y satisfacción, logramos lanzar la primera plataforma comunicacional dedicada a promover el cacao y chocolate venezolano.

Ante tantos motivos para mirarnos desde adentro, Vivaelcacao.com reunió en esta oportunidad extractos de las entrevistas más leídas desde nuestro lanzamiento, en noviembre pasado.

A continuación los personajes más emblemáticos, las preguntas más interesantes y las respuestas más elocuentes. Las conclusiones de cada una corren por cuenta de nuestros queridos lectores.

María Fernanda Di Giacobbe, chocolatera venezolana

María Fernanda Di Giacobbe, Chocolatier de Cacao de Origen y Kakao Bombones

Enfoque: El cacao como factor educativo y de progreso para Venezuela:

Por Liliana Elías

– Al hablar de cacao nos vamos directamente al chocolate. ¿Crees posible separar ambos mundos y describir cada uno con su propio ritmo y belleza? ¿Como los describirías?

– El cacao es nuestra historia, nuestra identidad, nuestro ADN. El chocolate es la proyección del futuro, es la Venezuela nueva y que estamos construyendo. En este caso son indivisibles, para hacer magníficos chocolates es fundamental saber del cacao, sembrarlo y tener buenos procesos. Por ello el movimiento de chocolate que hay en Venezuela restaura nuestra identidad y nuestras plantaciones, nos conecta como país y entre comunidades, somos individuos, como familia, como habitantes de un mismo territorio. Territorio de los cacao criollos, únicos en el planeta.

– Vemos con satisfacción cómo el cacao está despertando en la conciencia del venezolano, está tomando un auge interesante y sabroso. Si tuvieras que hacer un antes y un después en la historia del cacao en Venezuela, ¿cómo lo harías?

– Tenemos varios momentos “antes y después”. Toda nuestra historia está narrada por el cacao. Ser origen de los cacaos criollos, nobles, finos; ser primeros exportadores, cambiar el paisaje por la proliferación de plantaciones de cacao que a su vez generaron la traída de esclavos de África, y nuestra Independencia que toma aliento en la necesidad de libertad y libre comercio de la semilla. Entonces hay muchos acontecimientos importantes. Hoy hay un momento propicio desde que nos hemos unido chocolateros y productores, que se hacen eventos como el ChoccoVenezuela auspiciado por la Cámara Italiana, desde que hay miles de mujeres emprendedoras del chocolate y que los productores pueden hacer chocolate de calidad con los principios del Bean to bar.

– A nivel de educación, pertenencia y economía, ¿qué puede llegar a representar el cacao para los venezolanos?

–          Una plataforma social, económica y cultural para la proyección del futuro. El cacao es hoy la posibilidad de país en que nos podemos convertir

– Cuáles son los paradigmas más arraigados y que más nos impiden avanzar como productores serios de cacao ante el mundo?

– Que nuestro cacao es tan bueno que no necesita fermentarse. Esto es horribleQue es el mejor cacao del mundo. Si genéticamente lo es, pero necesita más y mejor trabajo de post cosecha, conocimiento, estructuras y tecnología de punta. Que es el cacao más apreciado de todos. También es cierto, pero si no llega a tiempo y en buenas condiciones, como está pasando, ya no será el primero en la lista.

–  Tres satisfacciones personales que te haya dado el cacao.

– La idea de crear el bombón venezolano, ese que contiene nuestros ingredientes, sabores, aromas y texturas, que como solemos decir, danza con los diablos de Chuao y se viste con los colores de los tapices zulianos. El ver mujeres convertidas en chocolateras graduadas y certificadas, poseedoras de conocimiento y de un oficio que las hace profesionales. Finalmente, saber que podemos cambiar el país.

Andreina Portillo, ingeniero agrónomo en Sur del Lago

Andreina Portillo, ingeniero agrónomo y coordinadora del Plan Cacao en Sur del Lago.

Enfoque: Consciencia de los productores en torno a su cacao

Por Juan Pablo Crespo / Foto: Liliana Elías

-Pregonas constantemente que sin cacaocultores no hay chocolate, ¿por qué?

-Porque los cacaocultores son quienes producen la materia prima del chocolate y si nosotros no promovemos la producción de cacao a través del manejo integrado del cultivo, de manera que aumente los rendimientos por hectárea, y por ende mejore la calidad de vida de nuestros productores será imposible que se cumplan las metas. Esto se traduce en que nuestro principal aliado debe ser el productor y, por ende, el fortalecimiento del campo es un norte a seguir.

-Entonces como país deberíamos ahora más que nunca volver la atención hacia el campo…

-Así es. Fíjate que desde la época de la colonia nunca hemos producido más de 25 mil toneladas de cacao porque no hemos fortalecido el campo. No es suficiente creer o saber que tenemos el mejor cacao del mundo, es necesario llevarlo a la práctica y demostrarlo integralmente. En este sentido considero importante el establecimiento de planes y proyectos que caminen conjuntamente con el Estado, la empresa privada, las universidades e institutos especializados para que reimpulsemos la producción de este rubro, sobre todo la productividad y rentabilidad. Recordemos que el rendimiento nacional es muy bajo.

-Hablas de rescatar los cacaos criollos, ¿están en peligro?

–Sí porque desde hace mucho tiempo se han introducido materiales con características distintas al criollo. Esos cacaos son más rústicos, aunque más resistentes a plagas o enfermedades, por tal motivo estos se han cruzados con los cacaos criollos. Aquí el cultivo de esta semilla se maneja como un conuco, por decirlo de alguna manera, así que los que resisten a la desatención son los cacaos híbridos o forasteros. Tenemos una deuda pendiente con el

-¿Cuál es el primer consejo que le regalas a un productor cuando se te presenta la oportunidad?

-El primer consejo que ofrezco es que deje de ver su unidad de producción como un conuco y lo empiece a ver como una empresa. En este sentido, es necesario impulsar un cambio de actitud. Los productores deben tener un control administrativo de la finca en todos los aspectos de manera que su actividad sea rentable y sostenible. Con este perfil de productor la generación de relevo se sentirá más motivada para seguir con la actividad.

Jorge Redmond, presidente de Chocolates El Rey

Jorge Redmond, presidente de Chocolates El Rey.

Enfoque: Aspectos políticos y sociales que impiden una producción y exportación óptima de cacao

Por Liliana Elías

– Aunque el cacao venezolano goce de fama mundial por su excelente sabor y aroma, la industria no es precisamente la esperada. ¿Por qué estamos como estamos?

–Creo que Venezuela es un país con enormes potencialidades, pero lamentablemente factores como el político y un nivel muy bajo de educación en algunos sectores han influido en la crisis. En Venezuela hay además, lo que Moises Nahím llama una “cultura de condominio” que nos hace estar pendientes de lo que ocurre de la puerta para adentro, sin darnos cuenta que también es fundamental atender al otro, estar pendiente de todo el entorno, y mientras eso no cambie pues es difícil divisar otro panorama.

– ¿Sumaría a esto falta de unión en el sector privado?

– Hay algunos individuos, sobre todo en el área de exportación, que trabajan por sí mismos y que no aportan nada a la industria, pero en la gran mayoría, sobre todo en el nicho y en los productores hay consenso, yo diría que los 80% de los productores están de acuerdo con lo que estamos haciendo.

¿Hay dificultades? Sí, pero también ha habido mucha unión. Lo que mueve a este país es el sector privado. Hay empresas pequeñas tienen ciertas flaquezas porque no conforman alianzas, son personas que hacen su propio esfuerzo casi en solitario, y hay que aplaudirlas por su intención de salir adelante, pero tienen que meterse mas en su comunidad, tienen que ir al sembradío, hablar con el productor, estar con los ingenieros agrónomos. El caso, por ejemplo, de nuestro ingeniero, Francisco Betancourt, es emblemático, él ayuda a los productores, a él lo quieren, lo respetan, tiene alta credibilidad ante ellos y ante la empresa, porque él está donde se le necesita, con la gente que lo necesita, así se hace la diferencia.

– Aunque el cacao venezolano goce de fama mundial por su excelente sabor y aroma, la industria no es precisamente la esperada. ¿Por qué estamos como estamos?

– Creo que Venezuela es un país con enormes potencialidades, pero lamentablemente factores como el político y un nivel muy bajo de educación en algunos sectores han influido en la crisis. En Venezuela hay además, lo que Moises Nahím llama una “cultura de condominio” que nos hace estar pendientes de lo que ocurre de la puerta para adentro, sin darnos cuenta que también es fundamental atender al otro, estar pendiente de todo el entorno, y mientras eso no cambie pues es difícil divisar otro panorama.

– Usted ha tenido la oportunidad de interactuar con productores ecuatorianos. ¿Qué fue lo que más le impresionó de allá?

– Lo que vi en Ecuador me dejó con la boca abierta. Vi una finca de 500 hectáreas que tiene todo lo que nosotros necesitamos tener y hacer aquí. Producen dos toneladas por hectárea mientras nosotros seguimos en 200 kilos por cada una. Manejan mucha tecnología y se esfuerzan para que la cadena alimentaria funcione como es. Queremos traer eso para acá. Pero eso cuesta, y hay que invertir. –

-¿Cuáles han sido las principales piedras de tranca en la producción de cacao venezolano?

– La corrupción y burocracia. Para transferir un cacao de un pueblito a otro debes tener un permiso del Gobierno y eso supone que hay que pagarle a alguien en la Guardia Nacional para tenerlo, eso entre otras mil cosas.

–¿Por qué el tema de exportación representa una espada de Amocles para los productores?

– Por la burocracia que este Gobierno ha impuesto. Hace 17 años, por ejemplo, para exportar un container hacía falta cuatro pasos. Ahora son 90 pasos y 19 ministerios. El Gobierno supone controlar, pero eso no es verdad, tienen una fuerte desconfianza hacia el sector privado, cuando lo que mueve la economía de un país es el sector privado, los empresarios.

Si alguien te solicita un pedido de Japón puedes tardar cuatro meses solo en llenar papeleo. ¿Qué sentido tiene -en términos de competitividad- esto para el país? ¡Nada! El cacao padece los embates del tiempo que pasa a la espera de su exportación.

– Cuando se habla del caso Venezuela el panorama no es muy alentador. Pero usted cree en el cambio.

– Yo creo que sí se puede pienso que Venezuela puede dar la talla, tenemos todo para eso. Chocolates El Rey ha demostrado con creces que cuando se quiere se puede, lo demás implica trabajo, el que venga con excusas escasamente logrará algo. Contra todo pronostico, El Rey enfrentó una situación difícil, le dio una vuelta y empezó a producir no solo para el mercado nacional sino que se dio a la tarea de exportar productos semi elaborados y elaborados y de competir a nivel mundial. Eso significa convertir al sector agroalimentario en trabajo. Icoa ganó un premio para todas las Americas, la tableta San Joaquin ganó medalla de bronce en los Premios Internacionales del chocolates en Nueva York, lo mismo en el concurso mundial en Londres donde también ganó. Todo eso parte desde Venezuela, entonces eso demuestra que la excelencia sí es posible.

Elvis Portillo, decano de la facultad de Agronomía en la Universidad del Zulia

Elvis Portillo, decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia.

Enfoque: Detalles e importancia de la Ruta del Cacao, también conocida como Ruta del Chocolate

Por Juan Pablo Crespo / Foto: Cortesía Elvis Portillo

-La Ruta del Cacao fue muy exitosa, ¿por qué?

-Porque organizó a los productores en pequeñas cooperativas o asociaciones para que de esta manera definieran sus necesidades, proyectos y líneas de investigación conjuntamente con la Universidad del Zulia.

-¿Y qué más se logró con esta iniciativa?

-Se le dio además valor agregado al cacao a partir de la creación de pequeñas cooperativas en las que las mujeres y sus hijos participaran en la elaboración de algunos subproductos utilizando el cacao. Con el aporte de Shell pasamos de tres municipios productores a 10. Luego se fueron sumando otras empresas como la petrolera estatal Pdvsa. De esta manera logramos capacitar a más de 200 productores e incrementar la producción de cacao y su superficie de siembra. Todo esto se tradujo en un impacto socioeconómico positivo desde 2007 hasta 2012. Se desplegó también un sistema de información para determinar las características y ubicación geográfica de cada uno de los productores. Adicionalmente, instalamos tres viveros de cacao en los municipios Sucre, Colón y Rosario de Perijá.

-¿Y qué pasó después con la Ruta del Chocolate?

-En el 2012 hubo cambio en la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y Tecnología. Los proyectos fueron mermando y centralizándose, al igual que los recursos, por lo que las empresas dejaron de realizar los aportes como consecuencia de esa centralización. Con aquella nueva realidad, los viveros fueron prácticamente desmantelados.

-¿Y por qué considera importante la reactivación de la Ruta del Chocolate como un proyecto de largo plazo?

–Porque marcaría un norte a seguir para todos los sectores involucrados con la semilla. Esto implicaría organizar, como ya dije, a los productores en cooperativas o asociaciones, transferir tecnología, capacitación, desarrollar valores agregados y llegar, por qué no, a los nichos ecológicos o a la denominación de origen. Todo esto tiene que desembocar en un esfuerzo conjunto parecido al que hacen en países como Ecuador, Colombia o Perú, donde están sacando unos 2.000 o 3.000 kilogramos de cacao por hectárea, mientras aquí seguimos hablando de 300 a 400 kilos por hectárea.

Paco Torreblanca, chef pastelero español

Paco Torreblanca, maestro pastelero español

Enfoque: Su pasión por el cacao, en especial por el venezolano

Por Juan Pablo Crespo. Foto: Cortesía Pablo Torreblanca

– Más de 10 años estuvo estudiando en París, ¿qué le dejó la Ciudad de la Luz?

– Durante los 14 años de mi estancia en París aprendí todas las bases de la pastelería y disciplina, así como rigor por el trabajo bien hecho. Jean Millet me lo dio todo, hoy por hoy soy el profesional que soy gracias a él y a esta ciudad.

– ¿Es el chocolate el rey de la pastelería? ¿Por qué?

– Sin dudarlo el chocolate es el rey de la pastelería, nos permite desde crear piezas artísticas magníficas a postres, tartas, pasteles, helados… Con tantos matices y sabores diferentes, es algo único.

– ¿Cuál es la tendencia actual del chocolate en el mundo?, ¿hay diferencias por regiones?

– Cada día tenemos mejores chocolates y diferentes variedades más refinadas, cacao de muchas partes del mundo que nos permiten tener unos chocolates únicos y excepcionales.

– ¿Es de los que considera que el chocolate es un arma o herramienta de seducción?

– No cabe duda que es una herramienta de seducción. Con el chocolate podemos conseguir que la gente se apasione.

– He leído que encuentra parte de su inspiración en la naturaleza, en este sentido, ¿ha encontrado inspiración en los colores, paisajes, ritmos o sabores de América Latina?

– Sí, por muchos de mis viajes por América Latina, siempre me ha enriquecido, de muchas maneras, por ejemplo, como traerme hojas de sus bosques para reproducirlas en chocolate. Mis visitas al Amazonas han sido una de mis fuentes de inspiración más importantes.

– Tenemos entendido que usted conoce acerca de los cacaos venezolanos, considerados de los mejores del mundo. Cuéntenos, ¿qué opinión tiene de esta semilla que crece por esta parte del planeta?

– Soy un gran apasionado del cacao venezolano, de su aroma y su punto de acidez y matices únicos, que hacen que sea de los mejores del mundo sin lugar a dudas.

– Hablemos sobre el trabajo de pastelería que ha desarrollado con los cacaos venezolanos…

– Gran parte de mis trabajos, como chocolates y sobre todo en pastelería. Es el gran referente en muchas de mis elaboraciones, me aporta aromas y matices difíciles de conseguir con otros cacaos.

– ¿Cuáles sensaciones despertó en usted el cacao venezolano?… Sabores, aromas, textura…

– Siempre el aroma y el perfume, dependiendo del tostado y el cosechado, me pareció algo único.

Michele Buck, Vice presidente de Hersheys

Michelle Buck, Vice presidente de Chocolates Hersheys y directora de operaciones para el área de Suramérica:

Enfoque: Ejemplos exitosos de fábricas de chocolate en el mundo.

Por: Pedro García. Fotos: Cortesía Hersheys

– Desde sus inicios, Hershey’s ha sido una empresa que se ha destacado no solamente por presentar un producto que agrade al público consumidor, sino que además tiene un alto standard de calidad en sus chocolates. ¿A qué se debe el éxito de la empresa?

– Desde su fundación, en 1894 por Milton Hershey, nuestra principal labor ha sido el vender sabores y sensaciones. Para nosotros en Hershey’s una sonrisa es igual a un gesto de aprobación de parte de nuestros millones de consumidores satisfechos. Contamos con productos como la barra de chocolate de leche, que desde el inicio de las operaciones ha estado con nosotros y hoy por hoy sigue siendo uno de los más vendidos en el mundo. Hershey’s opera en un rango de 140 países a los que se les distribuye directamente nuestro producto y además contamos con una cadena suplidora de más de 40 naciones, que nos permiten procesar todo los componentes y derivados de nuestras fórmulas exitosas.

– Y el Cacao de Hershey’s ¿De dónde viene?

– Históricamente, países del oeste africano han sido nuestros grandes proveedores, aunque nuestro foco recientemente se ha movido hacia nuevas naciones como Malaysia y Ecuador. En el pasado teníamos distribuidores directos en muchos países, pero la inestabilidad política y la masiva carga de producción, ha hecho que tengamos que recurrir a bolsas de negocios y distribución, en donde los precios son algo más competitivos y la disponibilidad es inmediata.

– ¿Hershey’s compraría cacao de Venezuela?

– Por supuesto, de hecho durante mucho tiempo lo hicimos, sobre todo cuando Venezuela era considerado uno de los mayores productores a nivel mundial. Además para los productos de tipo Gourmet, el cacao de Venezuela es referencia obligada, no hay duda.

– El futuro de Hershey’s… ¿Hacia dónde va esta empresa?

– Por lo pronto a mantener los altísimos estándares de producción y calidad con los que contamos ahora. Hemos crecido de vender $ 2.2 Billones anuales en 1994 a $ 6 Billones en la actualidad y esperamos doblar esa cifra en los próximos 10 años. Por otro lado queremos seguir apoyando a nuestros aliados en el área de ayuda a la población y nuestros programas de desarrollo de los nuevos empleados, para mantener la media de empleo que nos mantiene como una de las empresas con mejor promedio de edad por empleado dentro de los Estados Unidos.

Armando Parra: talento y probidad del cacao venezolano

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Por Joselina Rodríguez

Fotos: Liliana Elías

Armando Parra es un emprendedor, un futurista que sin hacer mucho ruido está logrando lo propio para llevar el cacao a otro nivel, uno nunca antes visto en Venezuela, con estándares de calidad, organización, tecnología y excelencia de primer mundo, para lo cual no escatima tiempo, inversión y esfuerzo. Su trabajo significa un antes y un después en la industria del cacao en Sur del Lago, y de seguro, dejará huella en toda Venezuela.

Detrás de cada empresa exitosa hay una mente brillante que trabaja con mucho esfuerzo, constancia y dedicación para convertirla en la mejor. Armando Parra, presidente de Chococao, es uno de esos genios que sin imaginarlo pasó de ser un tradicional productor de cacao, a un líder del centro de acopio de cacao en grano más importante de la región de Sur del Lago en Venezuela.

Su pasión por la preciada semilla venezolana nació en una finca cacaotera adquirida por su padre hace más de 15 años en la población de las Virtudes, en el estado Mérida. “Aquí Armando conoció el mundo real, comenzó a trabajar la tierra y aprendió a convivir con los obreros, sacando la finca adelante y vendiendo incluso hojas de cambures para poder sobrevivir. Al principio no le fue fácil, pero eso lo llevó a ser el hombre ejemplar y perseverante que es hoy en día”, cuenta su padre Ender Parra.

En ese entonces el joven nacido en el estado Zulia tenía apenas 25 años, una edad en la que muchos citadinos sólo piensan en divertirse y disfrutar. De hecho, Armando era uno de ellos, hasta que tomó la decisión de mudarse de Maracaibo a Las Virtudes, tras la perdida de un familiar.

“Tuve que hacerme cargo de la finca sin ningún tipo de conocimiento y si me lo preguntas, esa ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. El resultado ha sido Chococao, una empresa familiar cuya bandera es recuperar el prestigio y la calidad del cacao producido en Sur del Lago, la cuna del mejor cacao de Venezuela y del mundo”, explica.

Con el paso del tiempo, el joven marabino comenzó a vender cacao a los vecinos, hasta que le llegó la oportunidad de comprárselo para secarlo en una pequeña pista de aterrizaje, cuyas condiciones lo impulsaron a buscar un nuevo espacio para secar el cacao en baba, que compraba de otros productores de la zona.

“Conseguí un lugar en el sector de Los Pocitos en el estado Zulia y allí comencé poco a poco a levantar el centro de acopio de Chococao, con la ayuda de mi familia, especialmente de mi hermano Ender y mi padre. A la par de esto comencé a realizar algunos viajes, fui involucrándome más en el mundo del cacao, conocí exportadores, a otras empresas y así fui nutriéndome de todo lo concerniente a esta semilla”, dice Armando.

Junto a su padre, Ender Parra, quien lo motivó a trabajar la tierra

“El rey del cacao” 

Sin imaginar el éxito que tendría Chococao en su vida, Armando bromeaba desde los sembradíos de la finca diciendo que sería el “rey del cacao”. Nunca pensó que su broma podría convertirse en una especie de realidad, ante la consolidación de una empresa que cuenta con una capacidad de producción anual de 1846 toneladas de cacao en grano, beneficiando a más de 800 productores de siete municipios de los estados Mérida, Trujillo y Zulia.

“Jamás pensé que tendría un centro de beneficio como éste y mucho menos, que crearía nuevas fuentes de empleo para las comunidades adyacentes. Estoy muy contento con lo que la familia de Chococao ha logrado e iremos por más, porque no se trata de cumplir una meta y quedarse quieto, se trata de seguir trazando otras y cumplirlas”, comenta.

Para este joven empresario, el secreto del éxito viene del trabajo en equipo que se efectúa en la compañía, infundiendo amor por el cacao y valorando la tierra de la cual es extraído. Cree firmemente en el potencial agrícola de Sur del Lago y del resto de Venezuela, como una solución económica para el crecimiento del país y de su gente.

“Las bondades que nos otorgan nuestras tierras deberían ser valoradas por todos los venezolanos, para que cuando la población crezca haya más diversidad en cuanto a rubros alimenticios se refiere. Por eso es importante que las nuevas generaciones vengan al campo y se ensucien las manos con la tierra, que la sientan, la quieran, que se levanten temprano, se pongan las botas y se familiaricen con el área que nos dio muchos beneficios antes de ser la Venezuela petrolera”, expone.

Esta será la próxima sede Chococao en Sur del Lago, y junto a Iraima Chacón y otros aliados, convierte este sueño en realidad

Ganar-ganar

La filosofía de vida del presidente de Chococao es “ganar-ganar”. Ganan los productores, los empleados de la compañía, las comunidades beneficiadas, las compañías chocolateras, el consumidor final y la empresa líder en Sur del Lago, siempre y cuando se le de un tratamiento adecuado al cacao.

“No se trata sólo de comprar, fermentar, secar, seleccionar y almacenar cacao, se trata de que el productor mejore sus plantaciones y su productividad, para que llegue un cacao de mejor calidad a los tendales y se pueda recuperar su prestigio al provenir de Sur del Lago. ¿Cómo lo hacemos? Capacitándolos a través de nuestros técnicos con charlas, talleres, recomendaciones y asistencia técnica, que incluya las buenas practicas agrícolas”, detalla.

De acuerdo a Parra, en Sur del Lago la producción de cacao es de 350 a 400 kilogramos por hectárea, siendo la meta de Chococao aumentarla de 500 a 800 kilogramos. Para ello, han facilitado información de manera gratuita a los pequeños y medianos productores, sobre cómo podar una planta, multiplicar la semilla y mejorar su rendimiento, colocando a la orden equipos y vehículos para el traslado de su materia prima.

Sus compañeros de trabajo y familia comparten la pasión por el cacao

Nunca es tarde

Aunque por circunstancias de la vida, Armando llegó con sus 25 años a involucrarse con el mundo cacaotero mediante una finca adquirida por su padre, indica que no existe una edad concreta para iniciar en este suculento y lucrativo sector.

“Nunca es tarde. De hecho, conozco a productores de 70 años que se están iniciando en el sector cacaotero y están felices de aprender. No hay que pensarlo mucho, pues este es el momento de hacerlo y hacerlo con pasión, con coraje, con constancia. No es sólo comprar una finca y dejarla en manos de otros, es quedarse, involucrarse con el trabajo, ponerse las botas y trabajar duro”, dice.

Respecto al tema de las dificultades, el empresario destaca que siempre piensa en que cuando empezó la primera vez no tenía nada y que aunque en el camino han surgido problemas, los ha superado porque eso forma parte de su crecimiento.

“Hay que sacrificarse un poco más, porque en cuanto venga la cosecha vendrán momentos felices y más facilidades para lograr las cosas, y cuando eso ocurra hay que pensar en seguir invirtiendo. Siempre le digo a la gente que la idea no es sólo quedarse con una o dos hectáreas, sino trabajar para tener 10, 20 o más, para que te conviertas en un empresario y no en un simple conuquero”, enfatiza.

Hoy en día, tanto el sector de los Pocitos como el de Las Virtudes, han sido testigos del vertiginoso crecimiento de Armando Parra en el maravilloso mundo del cacao. De aquel chico inexperto ya no queda nada. Y aunque él considera que aún le falta mucho por recorrer y aprender, su esfuerzo y compromiso han valido la pena, siendo muestra de ello el levantamiento desde cero de un centro de acopio de cacao en grano, que pronto contará con una nueva sede en la población de Campo Alegre, en el estado Mérida.

El ejemplo de Armando Parra, presidente de Chococao, debe servir de inspiración y motivación para todas esas personas que tal vez tienen anidada en su cabeza y en su corazón la idea de convertirse en productores de cacao. Es cuestión de pasión, de entrega, es querer descubrir un mundo distinto cuya retribución personal valdrá la pena.

 

 

Elvis Portillo: “El cacao es de las mejores opciones para el desarrollo de Venezuela” 

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Por Juan Pablo Crespo @juanpamark

Fotos: Cortesía Elvis Portillo / Liliana Elías

Cuando de conocimientos en materia de cacao se trata, Elvis Portillo es una de esas referencias que no deben faltar en ninguna agenda de consulta. El hombre que desde hace tres años ocupa la oficina del decanato de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia (LUZ, Occidente venezolano) acumula 24 años ininterrumpidos de investigación y docencia académica. Allí,  sentado frente a su escritorio sostiene en su mano izquierda distintos tipos de semillas de cacao y en una especie de “flashback” afirma que para él representan una combinación entrelazada de vida, tradición y cultura de la que nunca podrá separarse.

La conexión que existe entre Portillo y el fruto tropical nació mucho antes que pisara por primera vez los pasillos de LUZ. Para comprender este vínculo tan inquebrantable como su pasión por la docencia, basta con indagar en sus orígenes. Portillo nació en el Sur del Lago de Maracaibo, específicamente en Santa Bárbara del Zulia, una zona caracterizada por inmensas planicies de exuberante selva húmeda. Una tierra tan fértil en la que solo las piedras se han resistido a echar raíces.

El Sur del Lago de Maracaibo es sinónimo de haciendas, hatos y granjas; caños, ríos, ciénagas, lagunas y una biodiversidad con características únicas. Su potencial forestal, agrícola, pecuario y acuícola no parece tener techo, aunque históricamente poco aprovechado.  La ganadería y el plátano son dos de sus banderas, así como los cacaos criollos Porcelana y Guasare, de especiales características organolépticas para la elaboración de exquisitos chocolates, pero de baja producción.

Las matas de plátano son aliadas del crecimiento del cacao debido a la sombra que ofrecen

Bajo la sombra… 

“El plátano entró al Sur del Lago como sombra del cacao. La idea era que tras ofrecer su sombra, el plátano fuera eliminado para que continuara desarrollándose el cacao, pero se hizo lo contrario. Así que ahora en vez de existir 50 mil hectáreas de cacao en el Sur del Lago, existen 50 mil de plátano”.

En Santa Bárbara del Zulia, Portillo creció lejos del ajetreo de la ciudad, comiendo plátano “como arroz”, observando, palpando y probando semillas de cacao. Hoy es un catador profesional que comparte sus conocimientos tanto en el aula como en el laboratorio con los agrónomos en formación.

-Desde pequeño su vida está relacionada con el cacao, ¿qué significa para usted la semilla?
Para mí el cacao es vida, una tradición y cultura que debemos reforzar generación tras generación. Se trata de un cultivo que podemos definir como social porque involucra tanto al productor como a su entorno familiar, con sus ritos o costumbres.  El cacao representa también una de las mejores opciones que para el desarrollo  tiene Venezuela.

-¿Tanto potencial tienen nuestros cacaos?

-El cacao es uno de los rubros con mayores ventajas competitivas que tenemos, casi como el petróleo,  por algo se le llama el oro marrón. Si hacemos las cosas correctamente con visión de largo plazo, podemos ser una potencia cacaotera.

Tras realizar sus estudios de primaria y bachillerato en Santa Bárbara del Zulia, Portillo hizo maletas y se mudó a Maracaibo. Entre su equipaje no había espacio para las dudas, por lo que se fue derecho hacia la Facultad de Agronomía de LUZ, donde se registró en 1984.

-Y tras graduarse en la universidad, ¿qué pasó?

Un año después gané un concurso para convertirme en profesor universitario y comencé a trabajar en la cátedra de Cultivos Perennes, como café, cacao, caña de azúcar, palma aceitera, entre otros, pero me enamoré del cacao por la conexión que traía desde mi infancia. De hecho, mi primer trabajo de investigación fue sobre la producción de cacao en el Sur del Lago de Maracaibo, en 1995. El estudio fue publicado en una revista científica de LUZ. En 1996 organizamos la primera  jornada agronómica del cacao, en el estado Mérida.

Nos cuenta Portillo que para entonces el cacao era visto como  un cultivo marginal o de subsistencia. Así que comenzó una gran cruzada junto con la agrónoma Iraima Chacón (actual coordinadora del Centro Socialista de Investigación y Desarrollo del Cacao, adscrito a Corpozulia) para empujar su producción y fortalecer los procesos de calidad.

En 1997 volvió a empacar, esta vez con rumbo hacia la Universidad Central de Venezuela (UCV, Caracas) para realizar un posgrado.  Ese mismo año nació la Agenda Cacao de la mano del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit), en la que participó con un estudio enfocado en los procesos de fermentación. Luego se mudó a la ciudad de Maracay para hacer una maestría y desarrollar una tesis sobre las condiciones de postcosecha y la calidad del cacao.

En esos andares conoció en Venezuela a unos investigadores franceses que pertenecían al  Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (Cirad), quienes desplegaban diferentes trabajos en el país acerca de la calidad del cacao venezolano. “Contactamos con esos expertos porque la tesis de mi maestría contenía un complemento sobre calidad del análisis sensorial del cacao y aquí en Venezuela no lo teníamos todavía. Preparamos entonces unas muestras que fueron enviadas al Cirad (Francia), donde prepararon chocolates y degustados de acuerdo al tratamiento postcosecha realizado aquí”.

En el 2000 los franceses se interesaron en desarrollar un proyecto de investigación junto con los venezolanos en el Sur del Lago, enfocado en el Cacao Porcelana, “uno de los de mayor relevancia a nivel internacional producto de sus características genéticas y organolépticas”, apunta el decano.

Entre Venezuela y Francia

Con los investigadores franceses del Cirad continuaron los estudios del grano y su aromaLuego, llegó la oportunidad para Portillo de un doctorado en la universidad de Montpellier II en materia de ciencia de los alimentos.

-¿Hasta allí llegaron las investigaciones de los expertos del Cirad?

-No, posteriormente seleccionaron a tres investigadores venezolanos para arrancar con otro proyecto sobre estudio del aroma del cacao, en su parte genética a partir de marcadores moleculares.

Tras varios años de experiencia en la docencia e investigación Portillo volvió a empacar, pero esta vez llevaba el pasaporte en su bolsillo. El Cirad, en Francia, fue su próximo destino. Allí estuvo tres meses aprendiendo técnicas de análisis de laboratorio. “Así despertó otro gusano del conocimiento y me inscribí en la universidad y en el 2002 inicié un doctorado en la universidad de Montpellier II en materia de ciencia de los alimentos, específicamente en el estudio del aroma del cacao. Fueron cinco años entre Francia y Venezuela llevando al país europeo muestras de cacao venezolano y haciendo ensayos”.

-¿Qué otras investigaciones pudo hacer durante su estadía en Francia?
Realicé todo un estudio de los compuestos aromáticos, desde los compuestos volátiles y no volátiles hasta la parte sensorial del cacao criollo venezolano con sangre Porcelana.

Ruta del Chocolate sube el telón 

De regreso a Venezuela en 2007, Portillo asumió la coordinación de la Ruta del Chocolate que ese mismo año el Gobierno nacional había creado con gran éxito mientras estuvo en funcionamiento. Paralelamente, el agrónomo del Sur del Lago continuaba impartiendo clases y publicando investigaciones, la mayoría relacionadas con el manejo postcosecha del cacao.

-¿Cómo fueron esos primeros pasos de la  Ruta del Chocolate? 

-La Ruta del Chocolate fue a nivel nacional y en Occidente nació en tres municipios zulianos: Rosario de Perijá, Francisco Javier Pulgar y Colón. En aquellos días se creó también la nueva Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Investigación. Esa ley estipulaba que las empresas que generaran ingresos superiores a las 100.000 unidades tributarias estaban obligadas a realizar aportes de tipo social. Con este marco contacté a la petrolera Shell-Venezuela y les presenté el proyecto de cómo impulsar la Ruta del Chocolate en Zulia a través de capacitación, asistencia técnica y la investigación.

-La Ruta del Cacao fue muy exitosa, ¿por qué?

-Porque organizó a los productores en pequeñas cooperativas o asociaciones para que de esta manera definieran sus necesidades, proyectos y líneas de investigación conjuntamente con la Universidad del Zulia.

-¿Y qué más se logró con esta iniciativa?

-Se le dio además valor agregado al cacao a partir de la creación de pequeñas cooperativas en las que las mujeres y sus hijos participaran en la elaboración de algunos subproductos utilizando el cacao. Con el aporte de Shell pasamos de tres municipios productores a 10. Luego se fueron sumando otras empresas como la petrolera estatal Pdvsa. De esta manera logramos capacitar a más de 200 productores e incrementar la producción de cacao y su superficie de siembra. Todo esto se tradujo en un impacto socioeconómico positivo desde 2007 hasta 2012. Se desplegó también un sistema de información para determinar las características y ubicación geográfica de cada uno de los productores. Adicionalmente, instalamos tres viveros de cacao en los municipios Sucre, Colón y Rosario de Perijá.

-¿Y qué pasó después con la Ruta del Chocolate?

-En el 2012 hubo cambio en la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y Tecnología. Los proyectos fueron mermando y centralizándose, al igual que los recursos, por lo que las empresas dejaron de realizar los aportes como consecuencia de esa centralización. Con aquella nueva realidad, los viveros fueron prácticamente desmantelados.

Reactivación a la espera

Investigadores del cacao venezolano empujan ahora por la reactivación de la Ruta del Chocolate, pero hace falta que los organismos públicos especializados tomen las riendas de la carreta.

-Tenemos entendido que se han dando pasos o reuniones para la reactivación de la Ruta del Chocolate…
-Sí, en julio pasado un grupo de investigadores del cacao tuvimos una reunión en Maracay (estado Aragua) para tratar de retomar este proyecto. Queremos también organizar para el 2017 el III Congreso Nacional del Cacao, en una sede todavía por definir. Próximamente tendremos otras reuniones y se definirán detalles del evento, del cual soy el organizador.

-¿Pero han sido contactados por parte de los entes gubernamentales para la reactivación de la Ruta del Chocolate?

-Hasta ahora oficialmente ningún organismo del Gobierno como el Ministerio de Ciencia y Tecnología ha establecido contacto con nosotros. La ruta no se puede reactivar sin la presencia de los entes públicos especializados encargados de definir directrices, logística y recursos económicos que son importantes. Hace falta establecer dónde quedamos con la ruta en 2012, qué se hizo y dejó de hacer para poder proyectar el trabajo a seguir. El acompañamiento integral es clave, así como la presencia del Ministerio de Agricultura y Tierras.

¿Y qué buscan con el III Congreso Nacional del Cacao?

-Primero, intercambiar experiencias. Así como existen congresos en otras áreas, como de la medicina o ingeniería, nosotros necesitamos intercambiar información. El objetivo es que los investigadores nos reunamos y que los productores participen también. Queremos que este tercer congreso del cacao sea además el primer encuentro nacional de productores de la semilla para que intercambien experiencias y establezcan líneas de trabajo. Todos tenemos que estar al día con los avances que existen en materia de postcosecha, viveros, buenas prácticas agrícolas, genética, poda, fertilización, cultivo sostenible y otros temas de interés en el  mundo del cacao.

-¿Y por qué considera importante la reactivación de la Ruta del Chocolate como un proyecto de largo plazo?

Porque marcaría un norte a seguir para todos los sectores involucrados con la semilla. Esto implicaría organizar, como ya dije, a los productores en cooperativas o asociaciones, transferir tecnología, capacitación, desarrollar valores agregados y llegar,  por qué no, a los nichos ecológicos o a la denominación de origen. Todo esto tiene que desembocar en un esfuerzo conjunto parecido al que hacen en países como Ecuador, Colombia  o Perú, donde están sacando unos 2.000 o 3.000 kilogramos de cacao por hectárea, mientras aquí seguimos hablando de 300 a 400 kilos por hectárea.

Plantas de Cacao Porcelana de Corpozulia. La selección de los mejores ejemplares para la clonación exitosa es fundamental

 Clones para la producción

Portillo considera que trabajar con clones que aseguren las características genéticas de nuestro material  es clave para aumentar la producción de cacao. Subraya también en la necesidad de mejorar los procesos de postcosecha.

-¿Y cómo damos ese salto?

-Con los clones. Aquí en Venezuela seguimos trabajando con semillas sexuales o botánicas, pero tenemos que trabajar con clones, injertos, estacas que permitan asegurar las características genéticas del material  que tenemos y reducir el tiempo de reproducción.  El Sur del Lago, entre los estados Zulia, Mérida, Táchira y Trujillo existen más de 100 mil hectáreas potenciales para su aprovechamiento. Lo que hace falta es un plan a largo plazo y voluntad política. No podemos competir con África en cantidad, pero sí podemos llegar a incrementar la superficie de siembra de cacao a unas 50 mil hectáreas y luego a 100 mil y hasta 200 mil. Podemos aumentar 10 mil hectáreas por año en el plazo de una década. Claro está, tenemos que paralelamente mejorar nuestros rendimientos y reforzar nuestros procesos de postcosecha. Nuestro potencial es tremendo porque tenemos las  tierras, los productores y los técnicos preparados, así como el material genético.

-¿Cómo puede describir los cacaos venezolanos, especialmente el Porcelana y Guasare?
-Todos los cacaos venezolanos son muy buenos. Cada región tiene sus características organolépticas muy particulares. Aquí en el Sur del Lago tenemos el Porcelana y el Guasare. El primero con un sabor a malta y caramelo excelente para elaborar exquisitos chocolates y bombones,  mientras el Guasare tiene también un especial sabor afrutado. Ambos tienen mercados internacionales cautivos y por lo tanto chocolateros anhelan tenerlos en sus elaboraciones.

Tras poco más de una hora de fluida conversación con Vivaelcacao.com, Elvis Portillo toma ahora un grano de cacao con su mano izquierda y a manera de reflexión insiste en el potencial cacaotero que tiene Venezuela, aunque hace más énfasis en la organización y visión a largo plazo que el país debe tener para aprovechar integralmente sus cacaos criollos. Para este agrónomo del Sur del Lago de Maracaibo que respira cacao el trabajo en pro de la semilla y su gente seguirá siendo una pasión inquebrantable e inmensurable.