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César Guevara: “En el mercado gourmet está nuestro nicho”

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Juan Pablo Crespo

Ni en su casa ni en su oficina falta el chocolate. ¡Y cómo!, si el primer trabajo del actual presidente de la Asociación Nacional de Industriales Procesadores de Cacao fue en 1969, en Barlovento, zona norte costera venezolana donde crece esta exquisita semilla. César Guevara ha estado vinculado a este maravilloso mundo desde hace más de 45 años.

De la mano de Humberto Reyes, autor del libro “El cacao de Venezuela” comenzó aquellas andanzas que parecieran no tener fin, ahora con distintas responsabilidades y valiosa experiencia. “Luego que te involucras con el cacao, no te suelta”, dice desde su oficina, en Caracas.

En conversación con Vivaelcacao.com, el experto señaló que el sector debe apuntar hacia el mercado del chocolate gourmet, que ha crecido sostenidamente en los últimos 10 años. “Allí está el nicho”. También insistió en la promoción activa y creativa de los cacaos venezolanos en el mundo y en plantearnos “metas de producción de 500 kilos por hectárea”.

Guevara es geógrafo de profesión y dirige desde 2001 la asociación que reúne a 10 empresas del ramo: Nestlé, El Rey, Caronero, Nucita, Cacao Real, El Globo, Cavencal, La Marcona, Zisnella, Fesa Group y, en vías de adhesión, Franceschi Chocolates. También es presidente de la Agropecuaria Aprocao CA.

– ¿Qué cree usted se pueda hacer en Venezuela para aumentar la producción de cacao en la hacienda?

– El primer trabajo es de rehabilitación. Hablamos de asistencia técnica a los pequeños productores, que son la mayoría, para mejorar sus técnicas de cultivo e introducir mejoras relacionadas con el cuido de las plantaciones. Ese trabajo extendido sobre unas 30 o 35 mil hectáreas fácilmente pudiera casi que duplicar la producción de cacao en cuatro o cinco años. El segundo trabajo requiere el desarrollo de nuevas siembras de cacao, pero con una visión distinta, enfocada más a los medianos productores y, básicamente, en la zona occidental del país.

– Y para el resto de las zonas cacaoteras, ¿qué propone?

– Para el resto es clave la calidad. Si Venezuela tiene los mejores cacaos finos de aroma, hay que tener mucho cuidado a la hora de hibridar más la producción. Hay que rescatar los genes criollos presentes en los distintos centros de investigación, y que todas las plantaciones nuevas tengan el sello del cacao fino de aroma. Insisto, con todos estos planteamientos podríamos duplicar la producción entre cuatro o cinco años.

– Cuando utiliza la palabra “rescatar”, ¿quiere decir que están en peligro los cacaos finos de aroma?

– El cacao venezolano en general es un cacao trinitario, con distintos niveles de cacaos finos de aroma. Por ejemplo, los de la zona occidental, tienden a ser los de más contenido genético de cacao fino de aroma. En el centro también, y un poco menos en la zona oriental. Pero cualquier esfuerzo debe tener siempre en cuenta la calidad genética de lo que se haga y, luego, las técnicas de la postcosecha. Esto último pasa por la fermentación del grano y su manejo, que tienen una incidencia directa en la utilidad futura del grano.

La amplia trayectoria de Cesar Guevara apunta a la necesidad de cambiar paradigmas en la producción de cacao en Venezuela

Remar para diversificar y subir la producción

Incrementar la producción de cacao es clave, un objetivo que debe lograse con todo un sector unido remando en función de cumplir las metas, sin descuidar nunca la esa calidad distintiva de los cacaos venezolanos.

Comparativamente hablando Venezuela tiene una productividad por hectárea muy baja. Mientras aquí ronda apenas los 300 kilogramos, en Ecuador está en 2.000 kgs por hectárea y en Colombia puede llegar hasta los 1.000 kgs.

– Y mirando hacia fuera de nuestras fronteras, ¿qué estándares de calidad hace falta afinar para ganar espacios en el mercado internacional?

– Hay que subir la productividad. En este sentido, productores de 280 a 300 kilos al año por hectárea es muy difícil, desde el punto de vista de la producción primaria, llegar a mejoras sustantivas, tanto en la producción como en la calidad.

Otro tema tiene que ver con el mercadeo. Nosotros, tradicionalmente, hemos exportado granos de cacao, pero nunca hemos hecho algo por exportar semi elaborados y mucho menos en términos de productos finales; salvo dos o tres marcas, como Chocolates El Rey y Franceschi, ambos pioneros.

Si tenemos el mejor cacao del mundo, ¿por qué no hacer productos finales de chocolatería con este sello? El Banco de Comercio Exterior está ahora claro en esa idea, algo como lo que se ha hecho con el ron venezolano, que es llevar ese aprecio por la calidad del producto nacional e introducirlo al mercado internacional. Por su puesto, estamos hablando de ir al mercado gourmet o de consumo de mayor nivel de precios, que demanden esos tipos de cacao y que, además, lo paguen.

No vamos a competir con cacaos forasteros africanos o de origen amazónico, que pueden tener más productividad por hectárea y resistencia a enfermedades, pero que no tienen nada que buscar en el mundo de los cacaos finos de aroma. Venezuela tiene que mantenerse en ese nicho y proyectarse sobre esa base.

– Específicamente, ¿qué está haciendo el Banco de Comercio Exterior?

– Está promoviendo las exportaciones. En este orden de ideas, tenemos el ron, con el que han hecho un trabajo maravilloso. Y ahora están comenzando a trabajar con cacao, reuniendo a la gente que hay que reunir, con asistencia y participando en ferias internacionales. Esa es la vía de desarrollo comercial con ánimos de exportación.

– ¿Qué tan rentable es nuestra industria cacaotera?

– Con los precios actuales, a nivel de campo, si tuviéramos productividad de 600, 700 o 800 kilos por hectárea, sería rentable. El gran problema se presenta con productividad de 250 o 300 kilos, aunque en estos momentos haya ingresos interesantes y entusiasmo en los productores de campo, pero cualquier cambio en el mercado internacional que afecte el producto de exportación, o una alteración en la paridad cambiaria, te vuelve a poner en una situación de desventaja. Creo que hay que mejorar la productividad para mejorar la competitividad. Tenemos que plantearnos metas de 500 kilos por hectárea, que por lo demás existen buenas experiencias, como en el Zulia, Miranda u Oriente, introduciendo mejoras relativamente sencillas en el cuido de las plantaciones, como poda, relevo de sombra, cuido de drenajes y, por supuesto, un número de plantas por hectárea que esté alrededor de las mil o mil cien.

Guevara: “Nuestro nicho apunta con fuerza al mercado asiático”

Nicho en la mira

Si algo ha estado en expansión en el mundo en los últimos años ha sido el mercado gourmet del chocolate, a la caza siempre del más fino cacao posible. Afuera hay clientes con la chequera lista para pagar por la mejor semilla, sin importan dónde se encuentre esta. Guevara está convencido que hacia esos mercados hay que apuntar la artillería cacaotera.

– Háblenos más de ese nicho al que debemos enfocarnos…

– En los últimos 10 años, se ha incremento la demanda por el chocolate gourmet, entonces, allí está el nicho. ¿Cuáles países?, básicamente los asiáticos, como Japón, que es nuestro principal cliente de habas de cacao, así como Europa. Hablamos de un mundo que produce cuatro millones 200 mil toneladas de cacao al año, mientras nosotros ponemos unas cinco mil o seis mil toneladas, porque el resto se consume en Venezuela. Supongamos entonces que se duplica nuestra producción, así pondríamos unas 15 mil o 17 mil toneladas en el mercado internacional, eso seguiría siendo una pequeña cantidad, pero interesante en el mercado de chocolatería fina. No vamos a competir en el mercado de cacao corriente que no contribuye con el mercado gourmet.

– En Colombia, por citar solo un ejemplo, se sienten muy orgullosos de su café y conocen de la materia. En Venezuela tenemos el mejor cacao del mundo, pero poco conocemos de éste…

– Tù sales de Venezuela hacia cualquier país y te llevas un paquete de chocolate, por citar Franceschi, El Rey o Savoy, y la gente lo disfruta al máximo. Te pueden preguntar ¿por qué eso no se consigue? Bueno, eso no es fácil, hay que trabajarlo, y a eso me refiero. Aquí tenemos bombonería de primera, pero una cosa es producir y otra es exportar. Recordemos que la exportación tiene dos criterios fundamentales: la calidad y la consistencia. No puede ser que llevas hoy un producto y mañana no.

– ¿Esa inconsistencia nos ha costado mercado?

– Yo diría que no, porque no hemos estado. El cacao que exportamos, entre cinco y seis toneladas anualmente, tiene su mercado y tiene su demanda. Los exportadores han hecho ese trabajo y conquistado ese mercado. Hace poco, en febrero, en Francia, un bombonero rumano se ganó el primer premio del mejor chocolate, hecho con cacao venezolano. Esto quiere decir que hay realidades concretas. Cuando en una vitrina de Europa o Francia te consigues con una tableta de Chocolate El Rey, dices: “¡Mira, que orgullo!”. Quizás nosotros no hemos privilegiado esa situación. Veamos Ecuador, donde tienen como lema “el país del cacao”. Tú llegas allí, sobre todo a Quito o Guayaquil, y lo primero que te consigues es una gran pancarta con ese lema. Nosotros no tenemos ningún eslogan del cacao. No basta decir que tenemos el mejor cacao del mundo, también hay que promoverlo. Hay que trabajar tanto en cantidad como en calidad.

– Supongamos que usted camina por alguna calle de Europa o Nueva York, y un conocido en la materia lo detiene y le pregunta del cacao venezolano, ¿cómo lo vendería?

– Le digo que tenemos un cacao muy característico en términos de aroma y sabor, o sea, que en el mundo existen dos tipos de cacao, el forastero, propio de la cuenca amazónica, y el cacao criollo, entre comillas, de la cuenca del Sur del Lago de Maracaibo. ¿Qué es lo que nosotros tenemos? Básicamente, un híbrido entre estos dos (…). Sin embargo, tenemos los bancos puros de germoplasmas. Lo que se trata es de trabajar sobre eso. La gente del Inia tiene mucha experiencia. Todo el material de siembra debe ser un material seleccionado que garantice que las producciones tengan ese tono de aroma y sabor que los caracterizan.

– ¿Cuál es el tipo de cacao que más le gusta a usted?

– El del Sur del Lago.

– ¿Por qué?

– En mi opinión, porque es el que tiene mayor porcentaje de cacao criollo. Se trata de un cacao muy suave, me refiero probado con chocolates oscuros, con unos tonos de sabor de almendra y miel. Tú pruebas un chocolate con 70% cacao y crees que tiene mucha azúcar, y no es así, solo que tiene esas características completas que se perciben en la boca. El cacao de Oriente provoca una sensación distinta, pero muy agradable también. Por eso, a mí no me gusta hablar del cacao venezolano, sino de los cacaos de Venezuela.

Cada región tiene su cacao. Ahora bien, existe un cacao fabuloso, que es el Guasare, que no hemos sabido explotar, hay muy poco. El más conocido en el Sur del Lago es el Porcelana, pero creo que elGuasare es un cacao excepcional. En nuestro cacao tenemos, no la solución a los problemas económicos del país, no hablamos de competir con el petróleo, sino de competir con un producto que tiene raíz venezolana, que tiene características de ser un duro de la exportación con reconocimiento mundial.

Y precisamente allí, en nuestras raíces, se consiguen mucha de las repuestas o caminos que el país puede seguir. Una mirada a lo interno seguido de un plan de acción integral en materia de cacao puede marcar la diferencia. Asistencia técnica para los productores e incrementar las plantaciones de cacao son parte de las reflexiones de César Guevara. El experto y presidente de la Asociación Nacional de Industriales Procesadores de Cacao, cree además que el país tiene las herramientas naturales y humanas para enfocarse en el mercado del chocolate gourmet, un exquisito y dinámico nicho que requiere de fuentes tanto confiables como de muy alta calidad. Venezuela puede decir presente y pisar con fuerza en el mundo con una de sus mejores cartas de presentación: sus cacaos.

 

Más y mejor cacao en Barlovento de la mano de Chocolates El Rey

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Por Juan Pablo Crespo

Fotos: Cortesía Chocolates El Rey

Barlovento es a cacao como El Rey es a chocolate. Pero así como Barlovento es mucho más que cacao, la empresa venezolana con casi 90 años de historia es también mucho más que su producto de alta calidad internacionalmente premiado.

Y es que más allá de la conquista del paladar mundial por parte de Chocolates El Rey es necesario  mirar por el retrovisor para ver a esos hombres y mujeres del campo comprometidos cada vez más con una mayor producción y productividad en materia de cacao, binomio que desencadena un efecto dominó en el que todos ganan.

En la subregión de Barlovento, específicamente en el municipio Acevedo, Chocolates El Rey ha demostrado de manera sostenida en el tiempo que la responsabilidad social y las buenas prácticas agrícolas pueden ir de la mano; de hecho, se entrecruzan y arrojan resultados tan tangibles como las olas, las máscaras de los Diablos de Yare o los tambores que retumban en Barlovento durante las festividades de San Juan.

En Acevedo la agricultura es la principal actividad económica y, por supuesto, el cacao levanta la batuta entre un espectáculo verde natural tan fértil como cálido y húmedo. Allí Chocolates el Rey  atiende a través del programa denominado Más y Mejor Cacao unas 1.200 personas vinculadas con la semilla,  representantes de unas 300 familias ancestralmente conectadas con el quehacer barloventeño de cultivar el “alimento de los dioses”.

Los productores se muestran satisfechos por los conocimientos que reciben en pro de sus cultivos

De la mano con el productor

“Fundamentalmente lo que hacemos es brindar herramientas integrales de atención para así mejorar el rendimiento y producción de las plantaciones”, nos explica Francisco Betancourt, ingeniero agrónomo y jefe de la Unidad de Gestión Agrícola de la empresa que utiliza 100% de cacao venezolano, fermentado, secado al sol y procesado a través de tecnología de punta.

El programa Más y Mejor Cacao ha permitido la rehabilitación al año de 150 hectáreas, donde la producción ha podido en el menor de los casos duplicarse. “Teníamos zonas en Barlovento que presentaban una producción de 250 a 300 kilos por hectárea, pero ahora tienen una producción entre los 500 y 600 kilos por hectárea”, detalla Betancourt,  un experto en fitotecnia con maestría en cultivo de cacao en condiciones de montaña por la Universidad de Guantánamo.

En otros casos el formato de rehabilitación ha permitido ubicar la producción entre los 800 y 900 kilos de cacao por hectárea, y subiendo…

Como jefe de la Unidad de Gestión Agrícola de Chocolates El Rey la vida profesional de Betancourt está enfocada en atender las necesidades de los productores de cacao. Para él y su grupo de trabajo, el fruto tropical y el chocolate son como un apostolado sagrado. “El cacao va mucho más allá de la semilla o la planta, en realidad se trata de seres humanos que giran en torno a una cultura, que pasa por una manera de sentir y trabajar en este mundo tan maravilloso”.

Francisco Betancourt es el ingeniero de Chocolates El Rey que imparte conocimiento a los productores de Barlovento y otras zonas de Venezuela

Aristas para el éxito conjunto

Cuando se mejora la producción y la productividad se activa un beneficio que se filtra hasta toda la familia cacaotera. Para ello Chocolates El Rey pone en marcha varias aristas concatenadas, como la arista agronómica (rehabilitación) y la arista de organización. Esta última posibilita crear y estructurar a los productores alrededor del histórico sistema de cayapa. “También tenemos la arista de comercialización, en la que los productores que pertenecen a nuestro programa obtienen primas por la calidad de sus cacaos.  En este sentido, nos referimos a un cacao fino de aroma”, señala Betancourt desde Barlovento, subregión mirandina ubicada en el litoral central venezolano, al este de Caracas.

“También tenemos la arista infraestructura productiva para construir o mejorar según los casos unidades de beneficio, que son partes del secado y de estructuras de fermentación que le permiten al productor acrecentar la calidad del grano y, en consecuencia, los precios del cacao”.

Aunque Chocolates El Rey paga más a los productores por el cacao, a cambio obtiene una materia prima de primerísima calidad. “No utilizamos intermediarios (coyotes). Lo que hacemos son transacciones directas utilizando la plataforma de una institución que se llama Aprocao (cooperativa)”, apunta Betancourt.

Secaderos rodantes utilizados en Barlovento

Un proceso adecuado

La unión de esfuerzos entre empresa-productores se traduce adicionalmente en la fabricación de un chocolate de clase mundial, y para esto las buenas prácticas agrícolas son un sello de garantía. Así que si bien es cierto que Venezuela tiene el mejor cacao del mundo, no menos cierto es que para que esto se materialice es necesario procesarlo adecuadamente. De allí que Chocolates El Rey, con su programa Más y Mejor Cacao, realiza conjuntamente con sus aliados del campo el monitoreo, seguimiento y control de todo el proceso de fermentación y las masas fermentales.

“Tenemos todo un protocolo de fermentación que nos permite saltar desde un cacao corriente hasta uno de muy alta calidad. Nos referimos a un cacao de aproximadamente 76% de fermentación, un nivel de moho inferior al 3%, un cacao que entre granos planos, germinados y picados por insectos no pasa del 3% y además con un contenido de humedad por debajo del 8%”, señala Betancourt.

Una idónea fermentación es más que clave porque en esta fase ocurren las reacciones químicas y transformaciones en el grano que potencian sus características organolépticas y típicas del cacao fermentado. “Este paso es primordial para la elaboración de chocolates de alta gama. Los chocolates de clase mundial son elaborados con cacaos F1 o cacaos fermentados”, apunta el ingeniero agrónomo egresado de la Universidad Central de Venezuela.

Cacao carenero, propio de la zona de Miranda

Honor a la constancia

El resultado de todo este proceso en que arte y la ciencia se amalgaman es lo que históricamente se conoce como Cacao Carenero Superior, con excelentes tonos, aromas y sabores. Cabe recordar que desde tiempos coloniales este cacao ha sido uno de los más demandados en el mundo para la obtención de un chocolate supremo.

Con la bitácora de las buenas prácticas agrícolas y la protección del ambiente (cultivo sostenible que promueve los ciclos naturales sin utilizar pesticidas ni fertilizantes) asumida como norte por los productores asociados, Chocolates El Rey exhibe hoy en sus vitrinas y para orgullo de Venezuela premios como la designación de esta empresa como la única representante de Latinoamérica en la lista de Los Mejores 50 Chocolates del Mundo (2011) en la Guía del Buen Vivir. Un año después, Chocolates El Rey fue premiado con la medalla de oro por su chocolate blanco Icoa Carenero Superior en los “International Chocolate Awards”. Por estos y otros galardones es que la empresa ha sido reconocida globalmente por ser pionera en el país en la utilización de un solo tipo de cacao para la elaboración de chocolates finos.

La responsabilidad social y el programa de Más y Mejor Cacao están presentes también y según Betancourt en todas las zonas productoras de cacao del país, desde Occidente hasta Oriente, pasando por el Sur venezolano.

Así, Chocolates El Rey y productores  se engranan en una relación simbiótica que tiene uno de sus epicentros en Barlovento que, por cierto, etimológicamente significa “de donde viene el viento”, pero podríamos agregar que también es tierra de donde viene uno de los mejores cacaos del mundo; claro está, siempre y cuando se le trate con los estándares internacionalmente exigidos.

 

El cacao es todo un monumento en el estado Miranda…

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Por Joselina Rodríguez

Además de albergar paradisíacas playas, coloridas tradiciones y gente cordial, Barlovento es conocida por ser una de las zonas cacaoteras más importantes del país, cuyos cultivos han sido declarados Bien de Interés Cultural, de acuerdo al Instituto de Patrimonio Cultural de Venezuela, según la Resolución N° 003-05 de fecha 20 de febrero de 2005.

Este nombramiento fue efectuado por el valor histórico, cultural y ambiental, que representan estos sembradíos para los barloventeños, quienes en su honor levantaron un “Monumento al Cacao” en la entrada del pueblo de San José de Barlovento en el estado Miranda.

Esta imponente y reluciente obra creada por el artista plástico y escultor mirandino Nelson Batatino, expone la gratitud y el amor hacia la aromática fruta, que por años fue un producto codiciado por los europeos en tiempos coloniales.

La gigantesca escultura muestra la maraca madura del cacao completamente cerrada, sostenida por unas bases en medio de una acogedora plaza. Hoy en día este “Monumento al Cacao” que mide aproximadamente 10 metros de altura y según cuentan sus pobladores, es un atractivo turístico que da la bienvenida a un pueblo donde las playas, los tambores y el cacao, se hacen sentir por doquier.

Esta esbelta imagen es un preámbulo de lo que puede encontrar en los patios de secado de cacao, tanto en humildes casitas como en reconocidas haciendas que también ofrecen tours por sus instalaciones. Allí, en sus pisos de concreto, se pueden ver kilos de la exquisita semilla expuestos al sol, a la espera del respectivo secado para su posterior molienda. Este proceso puede durar de 3 a 6 días, dependiendo de las condiciones ambientales de la región.

Si tiene la oportunidad de visitar este pueblito de la costa, no olvide fotografiarse con este firme y sólido monumento lleno de arte, cultura e historia, que espera por usted para darle la bienvenida a esta tierra fértil, amable y ardiente: Barlovento.

Secado correcto del cacao: garantía de un buen sabor y aroma

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Por Maria Mercedes Rodriguez Z.

Fotos: María Mercedes Rodríguez / Liliana Elías

Se dice que cada cabeza es un mundo, y cada mundo tiene sus sabores. Algunos prefieren comer con mucha sal, otros con poca; otros se inclinan hacia lo dulce y empalagoso, o hacia lo ácido; lo cierto es que sea cual sea su preferencia, seguramente el chocolate ocupará un puesto valioso en su memoria y representará los momentos de mayor placer. Ya sea con leche o bien oscuro, todos amamos el chocolate, y, como cualquier placer de la vida, pocas veces solemos detenernos a pensar qué es lo que hay detrás de semejante exquisitez, simplemente nos dejamos llevar por su aroma y su sabor, anhelando sentir la explosión de sensaciones que produce.

Desde Vivaelcacao.com nos adentramos en el alimento de los dioses, y observamos atentos la importancia de cada uno de los procesos por los que debe pasar el cacao para convertirse en el mejor chocolate, uno de esos procesos, es el secado de la semilla.

Así queda la semilla de cacao cuando ha sido bien secada

Durante nuestra visita a los patios de secado entendimos la importancia de secar el cacao como es debido, luego de un período determinado de fermentación, el cacao está listo para ponerse al sol. Buscamos a los protagonistas de esta faena para reseñar los pormenores del secado: los productores.

A la experiencia de estos amantes de la tierra sumamos la de Francisco Betancourt, ingeniero agrónomo de Chocolates El Rey, quien nos condujo hasta los sembradíos aportando su valioso conocimiento para ilustrar aún más el proceso.

Seco, pero no tanto

Para los conocedores del tema, esta es la última etapa del proceso de beneficio, donde se procede a quitarle el exceso de humedad que el grano trae consigo después de la fermentación.

El grano debe descender su humedad hasta un 7 u 8% porque si baja de este porcentaje la almendra se vuelve susceptible a enfermedades, adquiere un olor desagradable y por supuesto pierde su valor de comercialización. De acuerdo con Reyes y Capriles (2000) en su libro El Cacao en Venezuela:

Sur del Lago cuenta con los secaderos más grandes y tecnológicos del país

Durante el secado se continúan sucediendo los procesos bioquímicos de carácter enzimático, necesarios para la aparición de las sustancias precursoras del sabor y aroma deseables en el cacao de buena calidad, el proceso debe realizarse lentamente, pues un mal secado deteriora la calidad resultante.

Esto explica la importancia de este paso para la obtención de un buen cacao. Es importante recordar que este proceso requiere tiempo, ya que el secado es progresivo, si la almendra se seca muy rápido el interior quedará húmedo y con mayor acidez de lo normal.

De acuerdo con algunos conocedores de la materia, la mejor forma de secar las almendras es al sol y de manera progresiva, ya que esto le atribuye un sabor afrutado y la humedad necesaria que les permite un almacenamiento y un traslado seguro del producto.

Ventajas del secado

Según Reyes y Capriles, si las almendras se fermentan y luego se secan, los cambios a obtener son los siguientes:

  • Disminución del contenido de humedad hasta niveles que permiten su manipulación y almacenamiento.
  • Ocurre la pérdida por evaporación de los ácidos volátiles.
  • Se completa el desarrollo del sabor característico del chocolate.
  • Ocurren cambios en el color de las almendras hasta el pardo chocolate.
Estos secaderos de cemento con techo rodante impiden que el cacao se moje

Durante nuestra visita a Barlovento, en el estado Miranda, pudimos presenciar procesos de secado en el sector El Milano, donde los productores nos explicaron cómo debe lucir y cómo debe saber una almendra cuando queda bien seca. El ariñonamiento y el color marrón aterciopelado son características fundamentales para saber que el grano ha pasado por un buen proceso para su comercialización.

¿En cemento o en madera?

Cada productor tiene su manera de secar su cacao, pero en Barlovento, Chocolates El Rey ha realizado una gran labor de orientación para los cacaoteros, explicándoles la importancia de tener un patio únicamente destinado al secado de su producto, de esta forma juntos han creado patios de cemento para esta función.

Chocolates El Rey suministra constantemente material a los productores de Barlovento y otras zonas del país para que elabores sus secaderos.

Según indicó Betancourt, actualmente se está desarrollando un proyecto en el cual se creará un centro de beneficio en la región barloventeña donde se podrá secar el cacao en cajones de madera, evitando la corrosión del cemento como pasa en la mayoría de los patios que visitamos.

Secar cacao es igual que el resto de las etapas del cultivo del cacao, requiere paciencia, cuidado y sobre todo trabajo constante para poder lograr un producto de muy buena calidad que al final se convierta en chocolates exquisitos que lleven impreso el sello de “Hecho en Venezuela”.

¿Cacao? Fermentado, por favor

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Por Maria Mercedes Rodriguez Z.

Muchas personas creen que la palabra “fermentado” significa dañado o podrido, pero la realidad es que en el mundo de la gastronomía y de las preparaciones artesanales, el proceso de fermentación implica el crecimiento de microorganismos en los alimentos que modificarán su sabor y alargarán su tiempo de conservación, entre los productos que encabezan esta lista se encuentran el yogur, el tofu, los quesos, las cervezas y por supuesto, el cacao.

Existen muchos países que producen y exportan cacao pero no realizan el proceso de fermentación que, aparte del secado, constituye el proceso fundamental para poder obtener un cacao de excelente calidad.

Mediante la fermentación se elimina la baba que recubre a la almendra o grano de cacao y se forman las sustancias que acentúan el aroma y el sabor a chocolate, si no se realiza este proceso y se seca directamente al sol, se transforma en cacao corriente (también conocido como F2) sin el aroma característico del chocolate.

Las moscas de la fruta invaden los cajones de fermentación

El modo correcto

Humberto Reyes y Lilian Capriles (2000) en su libro El Cacao en Venezuela, establecen que el proceso de fermentación se divide en dos etapas, la de hidrólisis o fase alcohólica y la de oxidación.

  • Etapa de hidrólisis o fase alcohólica: aquí intervienen microorganismos que transforman los azúcares de la pulpa en alcohol y anhídrido carbónico, los cuales durante el proceso van oxidándose. Cuando las enzimas entran en contacto con los polifenoles y proteínas se inician las reacciones hidrolíticas que permiten el cambio de pigmentación y comienzan a transformarse en el sabor a chocolate que conocemos.
  • Etapa de oxidación: esta fase del proceso de fermentación se inicia justo en el momento cuando existe mayor penetración de oxígeno. La condensación de los compuestos polifenólicos en productos complejos a través de la oxidación. Durante este proceso, la falta de humedad en el grano ocasiona que la actividad enzimática se detenga, cuando el oxígeno logra entrar a las células del cotiledón, el color varía, se inicia el secado y la penetración de oxígeno es mucho mas fácil.

Cuando un grano se ha fermentado de manera correcta, se puede observar la aparición en sus bordes de un arilo o borde color pardo, lo que indica que ya está listo para ser llevado al patio de secado. Este indicador aparece en los Cacaos Criollos cerca del tercer día de fermentación y en los Trinitarios cerca del sexto día de fermentación.

Cajones de fermentación

Paso a paso

Para poder obtener un grano bien fermentado se deben seguir algunos pasos previos que permitirán tener mayor calidad al final del proceso de beneficio, entre ellos cosechar frutos sanos y maduros, no mezclar frutos que no tengan la calidad requerida con los que están buenos y separar dependiendo del tipo de cacao que se vaya a fermentar.

Otras consideraciones que deben ser tomadas en cuenta son:

  • Limpiar con cepillos (sin agua) los cajones de fermentación antes de empezar con otra tanda de cacao.
  • Este proceso debe programarse para poder recolectar la cantidad necesaria de mazorcas.
  • Cada cajón debe tener una buena cobertura que permita mantener la temperatura requerida para la fermentación.
  • Los granos deben airearse frecuentemente para asegurar que el proceso se logre.
  • Dependiendo del tipo de cacao, cada uno requiere diferentes tiempos de fermentación por lo que no se deben mezclar los tipos y también se deben dejar el tiempo necesario para asegurarse de que todos los granos se fermentaran de manera uniforme.

La fermentación es uno de los procesos fundamentales que se deben aplicar para la obtención de un cacao y un chocolate de excelente calidad, por lo que seguir las recomendaciones y estar al tanto de que existe una manera correcta de ejecutar este paso es la clave del éxito.

Chococao: futuro con sabor a Sur del Lago

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Por Joselina Rodríguez

Fotos: Liliana Elías/ Cortesía Chococao

Recuperar el prestigio y la calidad del cacao producido en el Sur del Lago de Maracaibo, región originaria de esta preciada semilla venezolana, es la tarea que día a día emprenden quienes hacen vida en Chococao, el centro de beneficio de cacao único en su tipo en la zona, constituido hace más de 3 años en el sector Los Positos del Municipio Sucre en el estado Zulia. Chococao cuenta actualmente con los secaderos más amplios de Venezuela y con 31 cajones de fermentación y 69 gavetas de secado. Su presidente, Armando Parra, señaló que la historia de esta compañía surgió mucho tiempo después de haber adquirido una finca cacaotera en el pueblito de Las Virtudes, en el estado Mérida.

Armando es un joven emprendedor y visionario, que supo ver en el cacao la nueva esperanza de Venezuela, y al que le motiva salir todos los días a trabajar en función de proveer a los productores lo que requieran para ejercer mejores prácticas en sus fincas y haciendas de cacao.

“Mi inserción en el mundo cacaotero ocurrió a raíz de la compra de una finca adquirida por mi papá hace 15 años atrás. Quien se la vendió le dijo que era un paraíso y así lo constaté. Allí aprendí los conocimientos básicos del cacao: cómo sembrarlo, cosecharlo, secarlo y posteriormente comercializarlo. Mis clientes eran los vecinos productores, a quienes comencé a venderle cacao en baba, luego comencé a comprarles para secarlo, hasta que surgió la oportunidad de constituir oficialmente Chococao”, expone.

Armando Parra, presidente de Chococao

El reto de inmiscuirse por completo en el dulce mundo del cacao, llevó a este joven empresario junto a su hermano y su padre, a comprar cuantiosas cantidades de la semilla en baba a otros productores de la zona, con el objetivo de secarlo en una antigua pista de aterrizaje que servía como patio de secado. En una ocasión debido a una fuerte lluvia de 3 días consecutivos, perdió una suma importante de kilos de cacao por la exposición a la intemperie del lugar, situación que lo motivó a buscar otro sitio para sentar las bases de la compañía.

“Con lo que se iba obteniendo de la venta de cacao, invertí en la compra de una antigua bloquería, cuyas instalaciones me sirvieron para establecer el central de beneficio de Chococao. Allí distribuimos los espacios donde actualmente funcionan las oficinas comerciales, el área de fermentación, secado, almacén, muestreo y trazabilidad”, señala Parra.

Todo el cacao obtenido es organizado para su correcta distribución

Chococao en cifras

1846 toneladas de cacao en grano anual es la capacidad de producción total de esta compañía, experta en mejorar el proceso de post cosecha mediante la aplicación de interesantes técnicas en sus tendales de madera dulce, secadora y marquesina, para ofrecer un producto de calidad tanto a productores como a empresas chocolateras.

“El cacao procesado de Chococao es derivado de más de 800 productores de siete municipios de los estados Mérida, Trujillo y Zulia, generando empleo directo a más de 40 personas y alrededor de 150 asociados, amén de la asistencia técnica prestada a los productores con la firme esperanza de que ésta sea una zona exclusiva del cacao fino de aroma, cacao que realmente compite a nivel internacional como el mejor”, enfatiza Parra.

Pero más allá de beneficiar a estos productores con la compra de su cacao, este único centro de acopio en Sur del Lago, les brinda atención y asesoría para que apliquen prácticas agrícolas sostenibles que le permitan incrementar su productividad y calidad en sus plantaciones. Entre ellas figuran la poda, el mejoramiento genético de sus plantas, uso de bioinsumos, recolección programada del cacao en baba y demás actividades de formación, educación y concientización.

“Más de 100 mil plantas de cacao hemos entregado a los productores gracias a nuestro equipo de logística, capaz de llegar a zonas casi inexploradas. Nos movilizamos hacia donde ellos se encuentren si necesitan sacar su cacao en baba, los escuchamos y atendemos sus necesidades. Su voz en nuestra organización es fundamental, porque allí sabemos cuál es la situación que presentan, compartimos conocimientos sobre el cacao y aprendemos de ellos. Chococao hace posible que haya siempre la compra de cacao en la zona, para que  el productor no se sienta mal porque no tiene a quien vendérselo”, señala.

En una entrevista realizada a la vocera de la Contraloría del Consejo Comunal de los Positos en el estado Zulia, Alí De Villareal, destacó que  la loable labor que realiza Chococao en la comunidad, ha beneficiado no sólo a muchas familias que trabajan en la institución, sino también a la población estudiantil de todo Sur del Lago.

“700 personas representando a 84 familias en este sector, se han visto beneficiadas con el trabajo que hace Chococao. Desde su incorporación  en la zona han generado fuentes de empleo, han contribuido sobremanera en la formación de nuestros niños y han aportado recursos económicos a la Escuela Muyapá 1, con la dotación de uniformes, ventiladores, productos de limpieza y demás, incluso para el Consejo Comunal. En agradecimiento a esto, los uniformes escolares tienen bordado el logotipo de Chococao”, expresa.

Galpón de Chococao, en el sector Los Positos, estado Zulia

“Sembrando futuro”

Detrás de este slogan que identifica a Chococao, hay una visión humana y cultural mucho más que lucrativa: educar a los productores para que Sur del Lago se convierta en una zona exclusiva del cacao fino de aroma o lo que en hoy ellos denominan “Cacao Criollo Moderno”. Su objetivo no sólo se afinca en recuperar ese prestigio a nivel nacional e internacional, sino también aumentar la producción de 500 kilos de cacao por hectárea a 1500 kilos, tal como ocurre en la actualidad en otros países.

“Para poder pensar en el futuro cacaotero de Venezuela, hay que sembrar el cacao en su gente. ¿Y cómo lo haces? Escuchando a quienes están inmersos en este mundo, intercambiando información, atendiendo sus necesidades y multiplicando esos conocimientos en las nuevas generaciones. Nuestra misión más allá de beneficiar, comercializar, distribuir el cacao en grano y ofrecer un producto de calidad, va orientada a brindar oportunidades de crecimiento y mejoras en nuestros productores, empleados y familias que habitan en los municipios que atendemos”, menciona.

El ejemplo más cercano que ha dado esta empresa, es la motivación y la ayuda hacia sus empleados para que siembren cacao y tengan otro tipo de ganancias en los próximos años. Hacerles entender que si lo tratan bien y lo cultivan con amor tomando en cuenta las recomendaciones de los especialistas, podría cambiar la visión de cosechar por cosechar a cosechar para ganar y mejorar su calidad de vida.

“El futuro del cacao está en el campo y así lo están demostrando quienes están migrando de las ciudades buscando mejores condiciones. Si ellos están creyendo en eso, ¿por qué los demás sectores no lo hacen? Ellos están comprobando que con paciencia, amor, constancia y dedicación, se pueden lograr grandes cambios que enaltezcan la semilla, que tanto reconocimiento nos ha dado fuera de nuestras fronteras. Entonces ¿por qué no retribuirle eso con más trabajo?”, dice Parra.

Chococao cuenta con los secaderos de cacao más grandes del país

Visión y expansión

Ser una organización líder en el área de comercialización del mejor cacao de Venezuela y el mundo, explotando el potencial de la majestuosa semilla apetecida en Europa y Asia, es la visión de Chococao en la región de Sur del Lago. Para lograrlo, hoy en día trabajan con mucho esfuerzo y constancia, de la mano de un equipo que labora en familia, promoviendo ante todo la preservación ambiental, dejando de lado todo tipo de proceso industrial, que pueda modificar los sabores y aromas del cacao.

“En Chococao valoramos el talento humano y jugamos tal cual como se hace  en un tablero de ajedrez, porque si no se trabaja en equipo simplemente no habrá nada. Aquí ayudamos desde el productor hasta quien trabaja en la materia, creando así líderes en las comunidades. Actualmente estamos ampliando nuestras instalaciones, con un laboratorio de cacao, sala de conferencia, biblioteca, sala de espera y demás, para atender a todos aquellos que deseen como nosotros, seguir sembrando el futuro cacaotero en Venezuela”, puntualizó.

Dentro de los planes de expansión de Chococao, figura la instalación de un nuevo centro de acopio que estará ubicado en la población de Campo Alegre en el estado Mérida. Según señala Armando Parra, el mismo contará con un vivero, una marquesina, una secadora y un depósito de cacao, para insertar en su mercado nuevos compradores oriundos de Barinas y Táchira.

 

Sur del Lago: la cuna del mejor cacao del mundo

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Texto: Joselina Rodríguez
Fotos: Liliana Elías

Venezuela no sólo fue el lugar donde la Providencia dispuso que naciera la primera semilla de cacao criollo, conocido también como “cacao extrafino”, sino que es además el sitio donde mejor se da. Y si tuviéramos que ser más específicos al hablar del origen del mejor cacao, sin duda alguna tendríamos que irnos al Sur del Lago de Maracaibo.

El secreto se encuentra guardado entre las tierras ancestrales que conforman las faldas de la Cordillera Andina venezolana, donde se encuentran los estados Táchira, Mérida, Trujillo y Zulia. Allí, según resalta  Iraima Chacón, coordinadora del Centro Socialista de Investigación y Desarrollo del Cacao (Cesid-Cacao) en Corpozulia, “100 mil árboles de cacao criollo sembrados por los indígenas se encontraban en el Ancón de Maruma, ubicado geográficamente en las inmediaciones del río Pocó, entre los límites de Mérida y Trujillo”, destacó.

Cacao Porcelana, buscado por su excelente sabor y aroma

A esta afirmación se le suma la del historiador Luís Alberto Ramírez en su artículo “El cultivo del cacao venezolano a partir de Maruma”, señalando que “las primeras áreas de propagación del cultivo del cacao en el Sur del Lago de Maracaibo se ubicaron adyacentes a la riada del Chirurí, en Maruma, donde los peninsulares hallaron los espléndidos cacahuales, que mostraban sus follajes y frutos con sorprendente exuberancia”.

Vientre del Cacao Criollo Porcelana

Más allá de ser la cuna del cacao en Venezuela, Sur del Lago se caracteriza por ser la única región en el mundo donde se produce y se cosecha el codiciado Cacao Criollo Porcelana, una especie de variedad de cacao criollo reconocido mundialmente por sus propiedades organolépticas. De esta manera lo asegura la ingeniera Iraima Chacón, cuando expone que el aroma, el sabor y la textura del Porcelana son completamente diferentes a las demás variedades de cacao en todo el planeta.

“Sabe a panela, a malta, a dulce, y es muy aromático. Está considerado por su calidad extrafina y es el favorito por todos los chocolateros a nivel mundial. Se caracteriza también porque su corteza es muy delgada y suave, sus almendras son grandes y el color de su semilla varía de uno blanco mate como el porcelana, a colores cremas y rosados. De allí viene su nombre. A los rosados los llamamos blanco segregado, porque la almendra en el centro es blanca y en los bordes presenta una coloración rosada o violeta claro”, explica la experta.

En esta imagen de arriba a abajo: Almendra de Cacao Criollo (de tipo Porcelana) Cacao Trinitario y Cacao Forastero

Otras de las cualidades que definen a esta preciada y delicada fruta, la detallan Reyes y Capriles en su libro “El cacao en Venezuela”, cuando lo describen por su forma corta y cilíndrica, que se estrecha repentinamente en el ápice para formar una punta corta, perfectamente marcada por cinco surcos, los cuales están muy poco definidos o no aparecen.

Otras variedades

De acuerdo a la Coordinadora del Centro Socialista de Investigación y Desarrollo del Cacao en CORPOZULIA, Iraima Chacón, en Sur del Lago también se cultivan otras variedades de cacao criollo tales como el Merideño, Lobatera y Novillero, así como cacao Forastero y Trinitario, tratando esta última como “Cacao Criollo Moderno”, según Juan Carlos Motamayor, reconocido investigador venezolano experto en genética del cacao.

“Todos y cada uno de esos cacaos criollos son considerados ancestrales, porque son los cacaos que sembraron nuestros indígenas y que en la época de la Colonización fueron resguardados en las montañas por las tribus. Es por esto que se dice que el Occidente del país es la zona de origen de los cacaos criollos de nuestros antepasados y por ende la cuna del mejor cacao del mundo”, menciona.

Quienes visitan Sur del Lago, pueden apreciar en las diversas fincas la variedad de mazorcas, cuyas tonalidades verdes, amarillo, naranja y color vino, adornan los cacaoteros desde el tallo del árbol hasta sus esbeltas ramas.

Sur del Lago es tierra fértil y excelente para el cultivo de todo, en especial del cacao

Sur del Lago en cifras

Hoy en día Sur del Lago cuenta con más de 5.100 hectáreas de cacao sembradas a lo largo y ancho de diversas fincas y haciendas, rodeadas de majestuosas plantaciones conformadas también por otros cultivos de frutas y verduras, tales como plátano, café, guanábana, piña y lechosa, entre otros. Según la ingeniera Chacón, de esas 5.100 hectáreas de cacao sembrado se deriva una producción de 3.800 toneladas anuales, cifra que se estima mejorar gracias al reciente convenio efectuado entre Nestlé y Corpozulia, que consta de la siembra de 80 hectáreas de Cacao Criollo Porcelana para estimular la producción del rubro alimenticio en la región. Además cuentan con el Plan Cacao de Nestlé, empresa que impulsa el desarrollo del cultivo de cacao a través de la formación y suministro de plantas de calidad a los productores.

Banco de Germoplasma de cacaos criollos, único en el mundo

Otras de las bondades que presenta la llamada “cuna del cacao en Venezuela”, es el Banco de Germoplasma bajo el resguardo de Corpozulia, ubicado en el km. 41 de la parroquia El Moralito del estado Zulia, el único en el mundo que cuenta con 15 hectáreas de Cacao Criollo Porcelana, 1.5 hectáreas de Cacao Criollo Guasare y 1 hectárea de cacaos criollos recolectados en los estados Zulia y Táchira.

“Este banco, así como el vivero con capacidad de un millón de plántulas anuales, nos permite aumentar la producción de la semilla en la zona, una ventaja para los productores de cacao que están dando sus primeros pasos en las plantaciones y para aquellos que ya están constituidos formalmente”, destaca la coordinadora de Cesid-Cacao.

De la ciudad al campo

Dicen que de las crisis nacen las oportunidades y Sur del Lago es ejemplo de ello, al dar la bienvenida a nuevos productores de cacao que van de la ciudad al campo en búsqueda de mejores condiciones de vida, ante la situación económica que se vive en Venezuela por la caída del precio del petróleo, inseguridad, escasez, alto costo de la vida, entre otros factores.

Un ejemplo de ello es la empresa familiar Chococao, c.a. que preside Armando Parra, quien a su corta edad trabaja arduamente para beneficiar a los más de 800 productores de cacao que hacen vida en Sur del Lago apoyándolos a través del Plan Cacao, iniciativa que Nestlé ha puesto a la orden de los cacaoteros de la región para proveerlos de herramientas en pro del buen manejo de la semilla. Chococao sirve además como un centro de acopio de cacao con el objetivo de ubicar el cacao de manera organizada en el mercado.

“Lo que en décadas anteriores había significado un abandono al campo, hoy se ha convertido en un nuevo proyecto de vida para muchos citadinos que han visto el potencial de las tierras de Sur del Lago, especialmente con la siembra del cacao, plátano, guanábanas, entre otros. Quienes en el pasado se fueron seducidos con el petróleo, hoy retornan a reconciliarse con la naturaleza, labrando y viviendo de la tierra como principal fuente económica”, expone.

Montañas, gente cálida y pueblos emblemáticos caracterizan al Sur del Lago

Grandes desafíos

Aunque el cacao venezolano es reconocido en el mundo como el mejor de todos, aún no representa ni el 1% de la producción mundial, una situación que obliga a muchos productores, gremios, gobierno, técnicos, especialistas y estudiantes, a evaluar y diseñar nuevos proyectos, programas y planes para revertir la realidad.

De este escenario está consciente Sur del Lago. Pero más allá de cambiar la visión de cantidad en cuanto a producción se refiere, el sector cacaotero del occidente del país desea principalmente mejorar y recuperar el prestigio del cacao venezolano, elevando su calidad mediante procesos como el de la fermentación por ejemplo, para acentuar sus sabores y aromas.

Otros de los grandes desafíos en Sur de Lago, es aumentar la producción de 300 kilogramos por hectáreas a 1500 kilogramos, promover las buenas prácticas agrícolas, educar a las nuevas generaciones, dotar de instrumentos y maquinarias a los productores, sincerar los precios y afianzar las relaciones entre el sector público y privado, para darle el merecido valor al cacao, a quien tanto han elogiado en el extranjero, además de buscar su denominación de origen, merecido honor para la tierra donde nació el mejor cacao del mundo

Sur del Lago turístico

La diversidad natural presente en las regiones que conforman Sur del Lago, hacen que cualquier visitante se quede maravillado con sus montañas, cascadas, riachuelos, la frondosidad de una vegetación única y generosa,  senderos, cultivos agrícolas y demás rincones casi inexplorados. Todo este espectáculo pintoresco convierte a esta franja geográfica, en una parada turística por excelencia para el disfrute de aquellos turistas que gozan de la paz y la tranquilidad que emana de la naturaleza.

Recorrer sus plantaciones llenas de cacao es un espectáculo

“Además de paisajes hermosos, Sur del Lago está cargado de mucha calidez humana y un ambiente familiar en sus diferentes pueblitos, que aún siguen preservando sus costumbres y tradiciones de antaño. A esto, súmele los tours por las fincas cacaoteras, para que el visitante quede seducido aún más de esta semilla reconocida a nivel mundial”, explica Iraima Chacón.

Cada camino que se recorre por el Sur del Lago es una caja de sorpresas y así lo comprobamos desde Vivaelcacao.com durante nuestra visita. Esta es la tierra donde se cultiva el mejor cacao del mundo, la semilla protagonista de nuestro país. Aquí la gente se despierta con el aroma a chocolate caliente, entre esos hermosos paisajes que le quitan el aliento a cualquiera, para luego adentrarse a trabajar la tierra que los premia con frutos privilegiados, uno de ellos, al que rendimos honores en nuestro portal: el cacao.

Exportación de cacao en Venezuela arrastra sus grilletes

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Por: Juan Pablo Crespo
Fotos: María Mercedes Rodríguez / Liliana Elías

Flanqueado por la burocracia y un débil proceso de postcosecha, el cacao venezolano arrastra grilletes que frenan la reconquista de los ávidos mercados internacionales, esos que hace un siglo estuvieron bajo su dominio.

Desde la misma tierra en la que la planta tropical Theobroma cacao echa sus raíces comienza el calvario de la semilla, que pese a su inigualable potencial no termina de invadir el mundo.

A ver, Venezuela ha tenido al menos en las últimas décadas una inconsistente política de exportación para nuestros cacaos. Por supuesto que la cadena de debilidades golpea directamente la exquisita calidad del afamado grano venezolano, apetecido antes por los colonizadores españoles y ahora por las más célebres empresas globales del chocolate.

Afuera se pueden encontrar expertos, científicos, chocolateros o instituciones que -como aquí- están convencidos de que el cacao venezolano es el mejor del planeta. Por solo citar dos opiniones mencionamos a Moisés Gómez-Miranda, oficial de proyecto de la Organización Internacional del Cacao, quien ha dicho que “el cacao venezolano es, sin duda, uno de los mejores, para mí, personalmente, el mejor”; y a la experta francesa en chocolate finos Chloé Doutre-Roussel: “Venezuela tiene el mejor cacao del mundo”.

Sin ir muy lejos en el tiempo la semilla patria fue calificada como la mejor del planeta en la Conferencia Mundial del Cacao 2016, evento celebrado en junio pasado en República Dominicana. Allí se ratificó que el país es dueño de una variedad de cacaos criollos finos de aroma y extra finos de aroma.

Porcelana o Guasare (Zulia), el Chuao (Aragua) o el Carenero (Oriente) son subtipos de cacao que encarnan ese valor destacado en el mercado externo.

Con esta fama que tiene nuestro cacao a cualquiera se le perdonaría pecar por presumido. Pero lo que la naturaleza nos ha regalado no es suficiente sin un estricto proceso de transformación y una robusta industria sustentable que gire en torno al fruto.

“El eje cacaotero venezolano es el más golpeado del país”, nos resume Hermenegildo Sojo, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Cacao (Asoprocave).

Papeles y más papeles

Y para muestra de ello es que el cacao venezolano se marea entre un laberinto de trámites burocráticos y algunas prácticas poco ortodoxas que en nada contribuyen con aquello del ganar-ganar.

Consultado sobre el tema y aunque no es un exportador de cacao, Jorge Redmond conoce el mundo de la semilla casi como la palma de su mano. Además de ser el presidente de Chocolates El Rey, integra también un panel de la Organización Internacional del Cacao (Icco, por sus siglas en inglés) encargado de designar cuáles son los países del mundo que producen cacao finos de aroma.

El industrial venezolano de ascendencia suizo-irlandesa dice que antes era necesario que los exportadores cumplieran con cuatro pasos para colocar en el mercado externo un contenedor de chocolate o de cualquier otro producto, pero los trámites se dispararon brutalmente desde la llegada al poder de la revolución bolivariana. “Hoy se exigen 90 pasos, que incluyen 19 distintos ministerios. Es algo engorroso y costoso”.

Jorge Redmond, presidente de Chocolates El Rey
Jorge Redmond, presidente de Chocolates El Rey

Tantos trámites provocan en algunos casos que se eleven las cuentas porque la empresa se ve obligada, como es el caso de Chocolates El Rey, a abrir un departamento para hacerle seguimiento a cada uno de los pasos, que por lo demás tienen tiempos de vencimiento distintos y deben cumplirse una y otra vez en cada una de las exportaciones que se realicen.

Sin embargo, parece haber interés en que se reduzcan las exigencias para aligerar los procesos. “Estamos tratando con el Gobierno Nacional la manera de reducir la lista de pasos. Considero que no más de 10 son suficientes para garantizar el control de cada producto”, agrega el experto con estudios en administración de negocios.

Cacao listo para distribuir

Alcabala en la vía

Hermenegildo Sojo habla también con propiedad de la materia y denuncia injustificadas solicitudes extra de requisitos. “En la dirección de Circuito Vegetal del Ministerio de Agricultura y Tierras firman las licencias de exportación, pero se ha convertido en una alcabala. Allí cobran en dólares a las personas que exportan cacao”.

El productor está establecido en el estado Miranda, el más cacaotero del país y ubicado en la paradisíaca zona Norte costera venezolana. Sojo reflexiona y se pregunta sobre ¿cómo acabar con “esa rosca?”. Él mismo encuentra la respuesta al indicar que “como lo dijo en su momento el presidente Hugo Chávez, creando la Mesa del Circuito Cacao. Así podemos ver quién es quién y saber a quién se le otorgarán los permisos de exportación”.

Mientras tanto, nuestro cacao sigue a la espera

Proveedor inconsistente

Nuestro cacao tuvo el año pasado serios problemas con las licencias de exportación por la restricción que hizo el Gobierno en los permisos, lo que impactó en la reputación del país como proveedor seguro de este rubro.

 Luego el Ministerio de Agricultura estableció los mecanismos para la exportación del producto y desde entonces la situación se ha ido reencausando. “La raíz de aquel problema fue que algunos exportadores no habían regresado los dólares al Banco Central de Venezuela, por lo que el Gobierno decidió detener todas las licencias de exportación mientras fiscalizaban a cada uno de los involucrados. Esto se superó y las exportaciones más o menos se han normalizado, con algunas excepciones porque a ciertos personajes que por no hacer las cosas debidamente no se les están otorgando los permisos o licencias”, detalla Redmond.

En abril de 2011 el Gobierno Nacional estableció a través del decreto 8.157 que el cacao es pilar fundamental de la seguridad y soberanía agroalimentaria, así como el chocolate, sus productos y subproductos. “Con esta declaración se le dio todo el apoyo que requieren los agricultores, artesanos, productores, industriales y exportadores. Se conformó además la Mesa Técnica Nacional del Cacao, no obstante poco o nada se hizo”, apunta Sojo como la voz más representativa de los productores de cacao de Venezuela.

En dicha declaración se establece que se fomentará la articulación, gestión y ejecución por parte de los organismos públicos y privados en los procesos de formación, investigación, innovación, prestación de servicios especializados, los programas agroproductivos, así como la asistencia técnica de los productores, campesinos, organizaciones comunitarias y trabajadores vinculados con la semilla.

Nuestros mercados… Y Japón

Venezuela produce entre 15 y 20 mil toneladas métricas ™ de cacao al año. La poca precisión obedece a que encontrar cifras oficiales actualizadas no son pan comido, como en otros países. Para Sojo, la producción está entre 19 y 20 mil tm, mientras que Redmond la ubica entre 15 y 16 mil tm. A finales del año pasado, el presidente de la Cámara Venezolana del Cacao (Capec), Alejandro Prosperi, informó que la producción se situaba entre las 16 y 18 mil tm de acuerdo con el ciclo vegetativo.

La industria nacional consume casi 10 toneladas al año y el resto se exporta a nuestros mercados en Estados Unidos, Europa y Asia. “Nuestro principal comprador es Japón, un mercado tan extraordinario como atractivo”, apunta Sojo.

El país asiático detuvo el año pasado la compra de grandes cantidades de cacao venezolano por contener una leve concentración del herbicida 2,4-D. Sojo dice que se trata de un herbicida que no es usado por los productores de cacao, sino en zonas aledañas y que por supuesto se refleja en la semilla. “En Asoprocave hemos realizado campaña junto con la Capec para eliminar en nuestros cultivos esos productos químicos”.

Para muchos expertos como Fernando Ross, ingeniero agrónomo y asesor en materia de cacao, parte del productor venezolano todavía no se ha dado cuenta que la ganancia está en la exportación. “Muchos de ellos no están capacitados para involucrarse en esta parte del negocio. En Aragua, por ejemplo, no se está exportando como debiera ser porque la producción se le está otorgando a intermediarios. El Gobierno puede ser entonces la palanca y voz que le indique a los productores que la exportación es el camino a seguir”.

Una débil postcosecha

Antes de llegar al papeleo burocrático hay que tomar en cuenta también que procesar el cacao es toda una travesía que requiere un cuido especial en cada una de sus estaciones, de lo contrario el producto final se verá afectado y con ello la capacidad de colocar cacao en el exterior.

Desde la cosecha hasta el almacenamiento deben cumplirse a la cartilla rigurosos procedimientos. El manejo de la postcosecha es tan importante que de este conjunto de procedimientos depende en gran medida la calidad de los cacaos, pero Venezuela no es precisamente un ejemplo a seguir cuando de postcosecha se trata, al menos por ahora.

“Una mazorca con estado de madurez óptimo dará la mejor expresión del aroma. Sin embargo, muchos productores por razones de espacio o de tiempo cosechan mazorcas maduras, verdes, pintonas o enfermas y las mezclan todas. El resultado es un producto alejado del tope de calidad”, explica el profesor e investigador del cacao Elvis Portillo, decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia (LUZ).

Los traspiés continúan en la fase de fermentación, la etapa más importante de la postcosecha, porque es el que permitirá el desarrollo de todos los detonadores de los aromas del cacao y una serie de compuestos aromáticos típicos de esta fase. “Por distintas razones, más de un 70% de los productores no fermenta el cacao, ya sea por desconocimiento del proceso, porque no saben cómo hacerlo o por el factor precio. En este último sentido, el precio del cacao fermentado (que termina siendo de mejor calidad) y el del cacao no fermentado es muy similar. Así que mientras no exista un diferencial de precio entre uno y el otro persistirá un nudo crítico que es menester resolver”.

En el secado las pifias están muchas veces también a la orden del día. En esta etapa se busca reducir la cantidad de humedad del grano, desde un 50% hasta un 8% o 6%. “El secado no es solo colocar el cacao en un patio y dejarlo allí durante algunas horas o días, voltearlo y ya. El secado debe hacerse de manera progresiva para que la almendra no adquiera un sabor ácido o inadecuado que afecte la calidad del chocolate”, precisa Portillo desde su oficina en LUZ.

Y si el cacao pudiera hablar seguramente tendría mucho que decir acerca de sus condiciones de depósito. “El almacenamiento debe ser realizado en un lugar bien ventilado, en sacos de fique y sobre unas estibas, con una distancia respecto con el piso entre 10 y 15 centímetros. Los sacos nunca deben tocar el suelo para evitar que absorba humedad. Los galpones además no deben ser utilizados para paralelamente guardar otros productos, como químicos”.

Mantener la inocuidad es vital para el cacao y el posterior chocolate. Un mal manejo del alimento en el secado o almacenamiento puede contaminarlo de hongos o bacterias; así como de metales pesados y químicos provenientes de mal uso de plaguicidas y herbicidas.

Portillo recuerda que los protocolos en Venezuela siempre han existido, pero que lamentablemente las normas pocas veces se cumplen. Añade que en ocasiones “tampoco exigimos calidad. Toda la cadena tiene culpa. Cuando nos toca ir a los mercados internacionales encontramos normas más estrictas. Hay compradores que exigen que el grano esté 100% fermentado o libre de partículas extrañas”.

Ya el maestro chocolatero y pastelero francés Pierre Mirgalet lo había recordado en una de sus visitas al país. Al cacao venezolano “le hace falta rigor en los procesos de fermentación y secado”.

Es vital recuperar la genética del cacao

Oído al tambor

Para desarrollar de manera integral y sostenida en el tiempo nuestros cacaos, Elvis Portillo recomienda que el Gobierno establezca políticas de asistencia técnica y transferencia de tecnología hacia los productores para que conozcan y manejen correctamente la fase de la fermentación. También cree necesario que el cacao fermentado tenga un mejor precio para estimular al productor a cumplir con esta etapa clave de la transformación.

Hermenegildo Sojo afirma que deben eliminarse del mapa la tranca burocrática y sus tentáculos. Además cree esencial recuperar la genética del cacao y la producción “en cada estado, porque cada zona tiene su particularidad. Allí está el secreto”. La producción de por sí es un tema de honor. Actualmente Venezuela está en el renglón de “otros productores”, casi un punto invisible en el firmamento.

Luego Sojo hace una pausa, piensa y añade que paralelamente deben impulsarse los viveros, crearse planes para que la semilla llegue a las escuelas y formar al nuevo cacaotero venezolano porque no existe la generación de relevo ni en cantidad ni en calidad.

“Los mejores cacaos del mundo son los venezolanos, pero hay que mantener unidad y empujar en función de un solo propósito”, reflexiona el productor como quien sueña con ver a la cuna del “alimento de los dioses” levantar hasta lo más alto las banderas de la excelencia y confiabilidad entre un grupo de grandes o, al menos, medianos productores.

 

Birongo: la fuerza del chocolate

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Por Erika Paz (@erikapazr)

Fotos: Raymar Velásquez (@raymarvelasquez)

En Barlovento, a unos cuantos kilómetros de la población de Curiepe, en el estado Miranda, pareciera que se escondiera Birongo, y la historia cuenta que fue así. Este es un pueblo creado por negros cimarrones, rebeldes, fugitivos, que huían de las haciendas mantuanas de la Colonia para establecerse en un lugar donde pudieran correr libremente; se metieron montaña adentro y encontraron un lugar junto al río. Este pueblo ha respetado sus raíces durante años, su base fue el cacao, ahora quiere que vuelva a serlo.

El camino hacia Birongo es enredado. Cuando se pregunta en la vía por dónde se llega al pueblo en el que se escondían los esclavos, todos dicen que “derecho”. La verdad hay que sortear unas cuántas curvas e intersecciones, seguir la ruta de la montaña llena de vegetación y descubrir luego de un puente el pequeño poblado cuya plaza central es tan modesta como diminuta su iglesia. Esta comunidad se conoce por el golpe de sus tambores, la magia que le atribuyen a sus espacios y el cacao que de su tierra emana. Unas 300 plantaciones de este rubro se encuentran allí desde la época de la Colonia, han aguantado años, han visto generaciones de familias pasar por sus cultivos. No todas son productivas. Algunas encontraron un camino cuando diecinueve descendientes de artesanos locales decidieron que debían darle utilidad al cacao, el oro que en forma de semilla aquí se les presentaba.

Esfuerzo y constancia han caracterizado el trabajo de los emprendedores

Sudor con aroma a cacao

Desde antes de llegar a la fábrica de chocolate Flor de Birongo se siente el aroma del dulce pecado calórico. En la puerta, Mercedes Zamora, Leonel Cardoza, Lupercia Blanco y otros cuantos socios que conforman la cooperativa reciben siempre con una sonrisa al visitante. Esta es el orgullo del pueblo y sus habitantes, la confirmación del trabajo en grupo y la comprensión de la importancia de un producto. En ella regularmente se hace un tour a los turistas para narrar cómo se producen los bombones en el centro de estas paredes y explicar el camino que llevó a los productores por nueve años de lucha y esfuerzos.

Mercedes cuenta que desde que se conocen siembran el cacao, pero antes lo vendían a los extranjeros y ellos les compraban lo que querían y al precio que querían. Empresas Polar llegó un buen día como un Mesías, a través de su fundación les dio las herramientas para sentar las bases de una negocio exitoso, “un suizo” vino y les dio los cursos sobre bombonería, así iniciaron el experimento en casa de Lupercia, “empezamos trabajando un cuarto de kilo de cacao” dice Mercedes “yo dije: vamos a arriesgarnos, ya van a ver que antes de llegar al puente van a estar vendidos esos chocolates, y así fue”, ríe esta hermosa barloventeña. “Y eso que no teníamos el paladar tan exquisito que tenemos ahora”, apunta.

Se producen unas 1200 tabletas diarias de chocolate

Flor de Birongo produce unas 1.200 tabletas diarias de chocolate que distribuyen en Caracas, en el aeropuerto de Maiquetía y en algunas ciudades del interior del país gracias a que los dueños del negocio han abierto sus puertas al público y se han dado a conocer a través del turismo.

En este pueblo aprendieron a combinar la fabricación de chocolate con ese paseo por sus quehaceres que esperan los ayude a vender su producto. El recorrido por la chocolatera consiste en ver las plantaciones, cómo se cosecha, la fermentación, secado y tostado y lo que más le gusta al turista: la creación del bombón, ese que se hace aquí con mucha paciencia, con la meticulosidad del buen artesano.

En Birongo se encuentran unas 300 plantaciones

Se preparan chocolates rellenos, tabletas, cobertura y un dulce que es la insignia del negocio. Lo llaman Triple X y se elabora con crema de almendra, trufa de licor, naranja achocolatada y crema de maní. Dilso Lobera, otro de los socios, explica en ese momento a los visitantes que ya aprendieron el trabajo y ahora la tarea es enseñar a las siguientes generaciones para que la fábrica permanezca viva en el tiempo.

Mercedes mira, suspira y se lleva la mano al pecho para exclamar: “a mí este trabajo me ha dado todo lo que tengo”. Los otros 18 socios asienten avalando esta afirmación.

Los artesanos encontraron en el chocolate un nuevo modo de sustento para sus familias

Tradición ancestral

Después del aprendizaje de vida que deja la visita a la chocolatera el viaje continúa hacia el río. Hay que caminar por un pequeño bosque y seguir varios minutos la senda del agua para descubrir un pozo profundo. Ahí espera Yorman Castillo, quien se hace llamar “profesor”. Dice que desde siempre ha trabajado por la cultura de su tierra. Explica que es necesario que los visitantes y los mismos birongueros conozcan de dónde vienen para poder elaborar el camino hacia donde irán. Al principio iba de casa en casa tratando de incentivar a la juventud de su pueblo para que formara parte del grupo que lidera: Estrellas de Birongo.

Hoy en día son los muchachos de la comunidad quienes lo buscan, “muchos están interesados en aprender a tocar los instrumentos, bailar, cantar, comprender nuestra historia”. No se puede separar la fábrica de la muestra cultural que este grupo ofrece, porque el chocolate le dio la idea a los habitantes de este pueblo de hacer que esta comunidad se convirtiera en un poblado donde todos participaran en su mejora.

El cacao ancestral del estado Miranda es la materia prima para los chocolates

Las Estrellas de Birongo se disponen a mostrar cómo se logra hacer sonidos musicales con el agua. Castillo explica que este es un método que viene desde la época de la Colonia. Dice que mayormente era una práctica que utilizaban las mujeres que se iban a lavar al río, y estando allí llamaban con el “tambor de agua” a los hombres para ser amadas.

El proceso pareciera sencillo pero tiene su ciencia, y hay que ensayar mucho antes de conseguir un golpe seco sobre la corriente. La idea es que ambas manos formen una especie de hueco donde se produzca un eco que simule el sonido de la mano sobre el cuero del tambor. Luego de esta demostración viene la fiesta con instrumentos de la región.

La hospitalidad a través de la comida

Los jóvenes de Estrellas de Birongo tocan culepuya, quitiplás, guitarra, cuatro, casi cualquier instrumento que se les pase por el frente. Conocen diversos ritmos de su zona, pero también componen algunas canciones que comparten con los turistas. En el momento que comienzan su función, se ven hombres y mujeres del pueblo cargando leña, ollas, verduras y carnes. Es un sancocho que se hace en el río, allí se pelan las verduras, se lava el pollo y la costilla; entre risas, cantos y una amena conversación de cocina empieza a hervir el caldo de la felicidad. Son las mismas personas que se vieron horas antes en la fábrica de chocolate.

Tabletas fruto de la constancia y el amor por nuestro cacao

Las mujeres hacen a las invitadas algo que llaman baño de rosas y consiste en dejar que las penas de la fémina se las lleve el agua del río, esparcen sobre ellas pétalos de la flor combinados con el líquido que corre por el surco de arena y piedras. Todos ríen, la comida está casi lista. Una voz interrumpe el canto que ha pasado de letras originales, a bailes barloventeños y hasta letras de nostalgia. Ese llamado que cortó la nota musical indica que la comida está lista.

Ahora sí, todos toman totumas y cuchara, hacen fila para recibir la sopa, se sientan a la orilla del río y allí se desarrolla la última actividad del día, comer entre amigos recién conocidos, compartir la mesa llena de la amabilidad de un pueblo, entender por qué las creencias marcan sus destinos y como sus antepasados impulsaron su futuro.

 

 

 

Chocolates Hershey’s: Del sueño a la leyenda

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Con más de 6 Billones de dólares anuales en ventas cada año, Hershey’s, el gigante chocolatero de los Estados Unidos, presenta una de las más altas variedades de productos del área para la venta. En vivaelcaco.com les contamos un poco de la historia de este pilar de la industria a nivel mundial y desde sus oficinas, ubicadas en la ciudad del mismo nombre de la fabrica, en Pensilvania, nos presentan además su visión de futuro. Michele Buck, Vicepresidente de Hershey’s y directora de operaciones para el área de Centro y Suramérica, conversó con nosotros sobre todos estos tópicos y algunos otros que trataremos de descubrir en esta entrevista.

Michele Buck forma parte de la directiva de Hershey´s

Michele Buck, con más de 25 años de experiencia en la industria de las golosinas y snacks, comenzó su carrera en Nabisco / Kraft y desde 2005 forma parte de la mesa de directores de Hershey’s, además de encargarse de departamentos como Desarrollo de nuevos productos, Marketing, Innovaciones y Calidad Corporativa.

– Mrs Buck, bienvenida a vivaelcacao.com, estamos agradecidos por su tiempo para con nosotros.

– Gracias a ustedes, para nosotros en Hershey’s es motivo de profundo orgullo mostrar al mundo nuestros productos.

– Desde sus inicios, Hershey’s ha sido una empresa que se ha destacado no solamente por presentar un producto que agrade al público consumidor, sino que además tiene un alto standard de calidad en sus chocolates. ¿A qué se debe el éxito de la empresa?

– Desde su fundación, en 1894 por Milton Hershey, nuestra principal labor ha sido el vender sabores y sensaciones. Para nosotros en Hershey’s una sonrisa es igual a un gesto de aprobación de parte de nuestros millones de consumidores satisfechos. Contamos con productos como la barra de chocolate de leche, que desde el inicio de las operaciones ha estado con nosotros y hoy por hoy sigue siendo uno de los más vendidos en el mundo. Hershey’s opera en un rango de 140 países a los que se les distribuye directamente nuestro producto y además contamos con una cadena suplidora de más de 40 naciones, que nos permiten procesar todo los componentes y derivados de nuestras fórmulas exitosas.

Campañas y diseños llenos de color caracterizan la marca

– Para nadie ha sido un secreto que los últimos años han sido algo duros para la empresa, con inconvenientes de trabajadores extranjeros y las denuncias sobre la cadena de producción de cacao en Africa Occidental, que a lo largo de los años ha sido su principal proveedor. ¿Cómo ha logrado Hershey’s salir adelante con estas situaciones?

– El sueño de Milton Hershey fue desde el primer día lograr enseñar a los jóvenes todo el proceso de creación y contar con una empresa que fuese líder en la formación del personal. Eso nos llevó a la creación de programas de becados de estudiantes extranjeros que directamente son pagados por nuestra empresa principal y sus derivadas en la formación de nuevos talentos en el área, este caso, del chocolate. Contamos en todas nuestras empresas con programas anuales que reúnen a estudiantes de 53 países, para aprender todo lo concerniente al proceso creativo de la golosina, además de su cadenas de ventas y distribución. Los más aventajados, quedan trabajando en nuestras empresas, bien sea como entrenadores de futuros estudiantes ó directamente en algún área de interés creado por nosotros.

– Y el Cacao de Hershey’s ¿De dónde viene?

– Históricamente, países del oeste africano han sido nuestros grandes proveedores, aunque nuestro foco recientemente se ha movido hacia nuevas naciones como Malaysia y Ecuador. En el pasado teníamos distribuidores directos en muchos países, pero la inestabilidad política y la masiva carga de producción, ha hecho que tengamos que recurrir a bolsas de negocios y distribución, en donde los precios son algo más competitivos y la disponibilidad es inmediata.

– Vivaelcacao.com es un medio creado en Venezuela, en donde el cacao es algo muy serio y de mucha tradición. ¿Qué opinión le merece el cacao venezolano?.

– Para nadie es un secreto que el cacao de Venezuela es uno de los mejores del mundo, sus métodos de fabricación son de los mejores. El problema es que como mercado global, Venezuela ha perdido fuerza en cuanto a la producción. La inestabilidad política y económica de Venezuela, presenta un enorme reto para los productores de ese país, quienes a pesar de todo luchan por mantener la calidad de su producto.

– ¿Hershey’s compraría cacao de Venezuela?

– Por supuesto, de hecho durante mucho tiempo lo hicimos, sobre todo cuando Venezuela era considerado uno de los mayores productores a nivel mundial. Además para los productos de tipo Gourmet, el cacao de Venezuela es referencia obligada, no hay duda.

Fábrica de Hershey´s, en Pensilvania, USA

– El futuro de Hershey’s… ¿Hacia dónde va esta empresa?

– Por lo pronto a mantener los altísimos estándares de producción y calidad con los que contamos ahora. Hemos crecido de vender $ 2.2 Billones anuales en 1994 a $ 6 Billones en la actualidad y esperamos doblar esa cifra en los próximos 10 años. Por otro lado queremos seguir apoyando a nuestros aliados en el área de ayuda a la población y nuestros programas de desarrollo de los nuevos empleados, para mantener la media de empleo que nos mantiene como una de las empresas con mejor promedio de edad por empleado dentro de los Estados Unidos.

– Muchas Gracias Michele

– Gracias a ustedes y esperamos contar con sus visitas a nuestras instalaciones en fecha próxima. Saludos a todos.

Cuando se habla de excelencia y capacidad de producción, los productos de la familia Hershey’s están a la vanguardia dentro del ámbito mundial. Viva el Cacao les mantendrá informados al detalle de las principales empresas productoras del mundo y estará ofreciendo la perspectiva de los principales ejecutivos del área.

Mientras, el gigante de Pensilvania, continúa elevando el sueño de Milton Hershey, para agrandar su legado y leyenda.