Por Liliana Elías / El alianza con Fundacacao

@vivaelcacao / @funda.cacao

Sus entrañas guardan el secreto de un placer a prueba de escépticos: el cacao, una fruta que danza entre sombra y sol, que despierta entre máquinas y tostado para trasmutar en fabuloso chocolate.

El cacaotero es un árbol aferrado al trópico, su semilla es apreciada en el mundo entero por ser no solo un superalimento, sino un instrumento de culto que inspira paladares, sensaciones y poesía.

Pero ¿qué y cuánto sabemos del árbol de cacao? ¿Nos hemos puesto a pensar de dónde proviene ese manjar exquisito que descansa en las repisas de tiendas y supermercados de todo el mundo?

El cacao es la caja de pandora que sorprende los sentidos a punta de chocolate.

Desde Viva el Cacao apelamos a la necesaria curiosidad que nos incita a conocer y valorar un poco más nuestro mundo sorprendente y a la experiencia de nuestros profesionales, en este caso, Andreina Portillo, ingeniero agrónomo Msc y directora de Fundacacao para saber un poquito más del cacaotero.

  • ¿Cuánto debe medir un árbol de cacao?
  • A diferencia de lo que ocurre con otros árboles, que crecen y crecen sin ningún tipo de restricción, el cacaotero no debe pasar de tres o cuatro metros de altura. Esto se debe a que la mayoría de las mazorcas se produce en su tronco, y para los prodoctores sería muy difícil acceder a ellas en una planta demasiado alta, y al hacerlo podrían estropear el tronco y los cojines florales. Además, el cacaotero es un árbol de sombra, que si bien necesita sol también amerita que otros árboles lo protejan de una exagerada exposición solar.
  • ¿Cuántas mazorcas produce una planta?
  • Una planta debe producir aproximadamente por cosecha alrededor de 15 a 25 mazorcas, es decir por año entre 30 y 50 mazorcas. Existen árboles que pueden dar en una cosecha más de 50 mazorcas pero no es lo común. Para que el negocio del cacao sea rentable, cada hectárea debe tener un rendimiento de 1000 kg cacao seco/ha/año, es decir cada planta debe producir 1kg de cacao seco/año. En Venezuela todavía nos cuenta lograr los 1000 kg de cacao seco/ha porque no se tiene la densidad adecuada.
  • ¿Cuál es la densidad adecuada entonces?
  • -En una hectárea debe haber una planta sembrada en un área de 3x3m para aprovechar realmente el espacio y a su vez darle al cacaotero el espacio que necesita para desarrollarse. Eso quiere decir que en una hectárea debería haber 1.111 plantas cultivadas.
  • ¿Cuántas semillas puede haber en una mazorca de cacao?
  • Eso depende del tipo de cacao, entre 20 y 40 semillas, incluso se habla de 25 semillas mínimo. En lugares como Sur del Lago, por ejemplo, donde se da el cacao criollo cuyo grano es más grande y pesado, pero que se ha hibridizado. Lo común es encontrar mazorcas de 35 a 45 semillas. Pero en otras zonas del país, donde se da un cacao más trinitario, podemos encontrar mazorcas con mayor cantidad de semillas.

El poder de una flor y de un país

  • Podemos encontrar semillas diferentes en una misma mazorca. ¿Por qué se da ese fenómeno?
  • Porque la flor de cacao, que por cierto, es hermafrodita (posee órganos reproductivos masculino y femenino) es como una gran matriz que puede ser polinizada varias veces y retener material genético diverso al mismo tiempo. Eso nos brinda variedades distintas de cacao en una misma mazorca, es parte de la magia del fruto.
  • ¿Por qué se dice que el venezolano es el mejor cacao del mundo?
  • Por nuestra enorme variedad genética de cacao, Venezuela posee la mayor cantidad de varietales de cacao del mundo. Además de eso, nuestro clima y nuestro suelo le aportan al cacao una explosión de sabores y aromas únicos. Es por eso que el venezolano es el más preciado de los cacaos en el mundo.
  • Se habla del reconocido cacao de Chuao, de Barlovento, Sur del Lago y por supuesto de Paria como estados cacaoteros por excelencia, pero ¿qué pasa con las demás regiones de Venezuela, podrían ser cacaotables?
  • Por supuesto! En cualquier parte de Venezuela encontraremos las condiciones perfectas para cultivar un cacao espectacular, con su propia personalidad y atributos. Estados como Portuguesa, Yaracuy, Carabobo y Bolívar, por mencionar algunos, están dando mucho de qué hablar con su cacao.
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¡A sembrar se ha dicho!

El negocio del cacao o la tradición de un país. La bondad de la tierra o las ganas de progresar. Son muchos los motivos para desembocar en un mismo río: el que nos lleva a sembrar el cacao como nunca antes, a entender que la riqueza del petróleo dulce que nace en el suelo de una finca es superior al que extrajimos en esa Venezuela saudita de oro negro. El cacao es rentabilidad y tradición, respeto a la tierra de nuestros ancestros y educación, oportunidad y pertenencia.